Florida, además de ser reconocido por sus parques de atracciones, ocupa un importante lugar para la fauna y flora de Estados Unidos. Entre los animales que habitan la región se encuentra el caimán, animal que, controversialmente, puede convertirse en la mascota de los habitantes, siempre y cuando cumplan con las normativas.
La Comisión de Conservación de la Vida Silvestre y la Pesca de Florida (FWC por sus siglas en inglés), es la encargada de controlar a quienes deciden acoger a un caimán, en vez de un gato o perro. En primer lugar, se sabe que este réptil no deja de ser peligroso, por ello –para ingresar a un hogar– debió ser criado en cautiverio y no debió estar relacionado con asuntos ilegales, como tráfico de especies.
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Asimismo, el animal tiene que llevar un microchip para ser identificado y debe estar registrado en la FWC. Como la seguridad es primordial en la regulación de la tenencia de caimanes como mascotas, los propietarios deben ofrecer un entorno adecuado para que el animal no corra peligro o ponga en riesgo a quienes habitan el sector. Por ello, el recinto debe contar con un diseño específico que evite la fuga del reptil o contacto no deseado.
Por otra parte, los dueños deben contar con un seguro de responsabilidad civil que se haga cargo de daños causados por el caimán, garantizando que cualquier incidente que ocasione el animal sea respaldado financieramente.
Para obtener esta autorización, los interesados deben presentar una solicitud a la FWC con información detallada del caimán, como: su tamaño, especie y edad. Del mismo modo, deben informar sobre el hábitat que tendrá y el seguro de responsabilidad civil tramitado.
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Luego, la comisión evaluará con detalle la solicitud y tomará una decisión en máximo 60 días. En caso de que la petición sea aprobada, el cuidador del animal recibirá la autorización necesaria para tener al caimán como mascota. Entre otras de las funciones de la FWC se encuentra establecer leyes relacionadas con la cría y la venta de reptiles en Florida. Esto, para cerciorarse que los animales sean tratados con respeto y el cuidado necesario, “evitando el comercio ilegal y promoviendo prácticas seguras”.
A pesar de que ya es una opción tener a los reptiles como si fueran una mascota, es importante recordar que son animales silvestres y forzarlos a actuar con conductas que no son de su naturaleza, puede terminar en un desastre para ellos y para las personas que están a su alrededor, pues las ven como una amenaza y al defenderse pueden lesionar o causar la muerte. Tampoco es buena opción domesticarlos, ya que esto pone a los animales bajo estrés y evita su correcto desarrollo.
Nota del editor: la foto de este artículo se cambió por la de un caimán americano.
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