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Los caracoles africanos y de jardín han aparecido en el transcurso del año en empresas, instituciones educativas, conjuntos residenciales, casas y espacios públicos. Lo que preocupa a las autoridades, pues estas dos especies representan un riesgo para la salud pública por sus particularidades ecológicas, fisiológicas y genéticas.
Por ello, el Área Metropolitana del Valle de Aburrá ha atendido 136 solicitudes durante el 2024, acompañadas de 14 capacitaciones, 9 jornadas de control, 57 jornadas de recepción y la recolección de más de 470 kg de caracoles invasores, pues se han identificado 117 puntos críticos por presencia de caracoles invasores.
“Dadas las condiciones de nuestro territorio, en donde tenemos amplia vegetación y cercanía a fuentes de agua, estas especies tienen la posibilidad de reproducirse fácilmente”, dijo Luz Mejía, líder de la Unidad de Gestión del Riesgo y Cambio Climático de la institución.
Los principales municipios en que la ciudadanía ha hecho más reportes son Medellín, Bello, Itagüí y Copacabana, ya que aquí destaca la inadecuada disposición de los residuos, lo cual aumenta la disponibilidad de refugio y alimento de los caracoles, lo que facilita su propagación.
El llamado a las personas es a evitar manipular con las manos desprotegidas a estos animales, no utilizarlos como carnada, mascotas y abstenerse de consumirlos, porque el contacto con estas especies puede generar enfermedades gastrointestinales.
Asimismo, para evitar su proliferación, se invita a la comunidad a realizar una adecuada gestión de los residuos sólidos, disponer adecuadamente las heces de los perros y gatos del hogar, hacer mantenimiento constante a los jardines y revisar material vegetal adquirido en viveros.
¿Por qué los caracoles son peligrosos?
De acuerdo con la Secretaría de Ambiente de Bogotá, el caracol africano transmite parásitos y bacterias que pueden causar la muerte. Asimismo, a través de su baba causa graves enfermedades en el sistema nervioso central y problemas digestivos.
A su vez, esta especie es capaz de desplazar a animales nativos, causar daños irreparables en los ecosistemas y acabar con cultivos, ocasionando pérdidas económicas.
En caso de que tenga contacto directo con uno de estos ejemplares, puede lavar con agua y jabón la zona afectada y así evitar que las sustancias de esta criatura lo afecte. En caso de que empiece a sentir síntomas que antes no presentaba, lo ideal es recibir atención médica.
Si nota la presencia de uno de estos animales, puede contactarse con las autoridades ambientales, llamando al 123 y en caso de estar en el Valle de Aburrá, puede llamar al Área Metropolitana al teléfono (604) 3856000 y correo electrónico atencionausuario@metropol.gov.co anexando el nombre, teléfono, municipio y fotografías de los caracoles para una atención oportuna.
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