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Los fuegos artificiales son utilizados en todo el mundo durante las celebraciones de Navidad y Año Nuevo. A pesar de que para muchos estos dispositivos pirotécnicos crean un espectáculo divertido y emocionante, el efecto que genera en los animales, tanto domésticos como silvestres, no es para nada positivo.
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Uno de los animales que más se ven afectados por la pirotecnia son los perros. De acuerdo con el Programa Nacional de Control de Zoonosis y Centro Antirrábico Nacional (CAN), esto se debe a que los caninos tienen un sentido del oído más agudo que los humanos, por lo que estos estruendos, crepitaciones y silbidos pueden parecerles mucho más alarmantes.
Además, los fuegos artificiales se producen sin previo aviso y en diferentes intervalos, lo que hace que los caninos no puedan adaptarse fácilmente a ellos. Ante este tipo de ruidos, los perros pueden llegar a ladrar, intentar huir y esconderse, o mostrar otros signos de ansiedad, como inquietud, jadeos y quejidos.
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Los especialistas del Programa Mascota Protegida de la Subsecretaría de Desarrollo Regional y Administrativo (Subdere), presentan a los cuidadores de perros y gatos una serie de recomendaciones para proteger a las mascotas durante la pirotecnia, esto teniendo en cuenta que las fiestas de fin de año ya casi se acercan.
Acompañarlos en todo momento: los médicos veterinarios especializados en conducta animal sugieren que la compañía y contención les ayudará a sentirse más seguros y calmados.
Déjalos en casa: en caso de tener planes para año nuevo, se recomienda que no llevar a la mascota a lugares desconocidos. La pirotecnia podría ponerlos en un mayor estado de alerta y agravar un cuadro de estrés.
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Evitar lugares abiertos: se recomienda que las mascotas estén en una pieza cerrada, sin acceso a ventanales o al patio. Esto debido a que algunos animales les genera un estímulo de huida, arriesgando escapes, accidentes, cortes o lesiones.
Evitar el uso de tranquilizantes sin prescripción médica veterinaria: el uso de fármacos debe ser solo prescrito por un médico veterinario, ya que un mal uso, pudiera ocasionar problemas neurológicos y/o cardiovasculares graves.
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Consultar con un etólogo en caso de fobia a ruidos fuertes: los animales también pueden sufrir de problemas conductuales y emocionales negativos como las fobias, en estos casos, las respuestas excesivas de miedo y ansiedad pueden ser tratadas si se realizan con la debida atención médica veterinaria especializada.
Mantenerlos en un ambiente tranquilo y enriquecido: la música clásica, suave y luz tenue pueden ayudar a la tranquilidad de la mascota y hacer que se sientan en un ambiente más cómodo.
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