Corridas de toros: así fue el largo camino para lograr su prohibición en Colombia
La lucha de más de tres décadas por mantener o prohibir las corridas de toros en el país finalmente acabó. ¿Qué sigue ahora?
Laura Tatiana Vargas Lizarazo
En un hecho sin precedentes, la Comisión Sexta de la Cámara de Representantes aprobó ayer, 28 de mayo, el proyecto de Ley No. 219 de 2023 Cámara- 298 de 2023 Senado, por medio del cual se prohíben las corridas de toros, becerradas, novilladas, rejoneo y tientas en el territorio nacional. Con esta decisión, calificada para algunos como “histórica”, Colombia deja de ser parte de la lista de ocho países que en pleno siglo XXI reconocen este tipo de prácticas como “espectáculos culturales”.
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En un hecho sin precedentes, la Comisión Sexta de la Cámara de Representantes aprobó ayer, 28 de mayo, el proyecto de Ley No. 219 de 2023 Cámara- 298 de 2023 Senado, por medio del cual se prohíben las corridas de toros, becerradas, novilladas, rejoneo y tientas en el territorio nacional. Con esta decisión, calificada para algunos como “histórica”, Colombia deja de ser parte de la lista de ocho países que en pleno siglo XXI reconocen este tipo de prácticas como “espectáculos culturales”.
La iniciativa, aprobada con 93 votos a favor y 2 en contra, marca un hito en la historia del país. Para llegar a este punto no solo tuvieron que pasar más de 200 años de corridas de toros, sino más de tres décadas de lucha de los defensores de los derechos de los animales y de diversos sectores de la sociedad colombiana, además de 14 proyectos de ley con objetivos similares que terminaron hundidos en el Legislativo. Ahora, el texto entrará en conciliación y, de ser aprobado por las plenarias de Cámara y Senado, pasará a sanción presidencial para convertirse en Ley de la República.
Este articulado se discutió en plenaria varias veces desde el 8 de mayo, sin éxito, porque las sesiones se suspendieron por diferentes motivos. Los grupos a favor y en contra de las corridas de toros expresaron sus argumentos de manera contundente, lo que contribuyó a la complejidad de este proceso legislativo. La oposición argumentó que muchas personas perderían su actividad económica principal para subsistir. Asimismo, aseguraron que las familias que viven de estas prácticas se verán desprotegidas durante los tres años que durará la transformación de las plazas en centros culturales y de arte.
Por otro lado, quienes impulsaron el proyecto se fundamentaron en el reconocimiento y respeto por la vida de los animales. “No solo Colombia, sino la humanidad en general va hacia un camino en el que cada vez somos más conscientes de que los animales sienten lo mismo que nosotros, que son seres sintientes y que debemos respetarlos y que no debemos utilizarlos para nuestro goce o disfrute”, dijo la senadora y autora del proyecto, Esmeralda Hernández, a El Espectador.
Finalmente, este 28 de mayo se dio el debate final y la Plenaria de la Cámara decidió abolir completamente las corridas de toros en Colombia. “Hoy es un día en el que Colombia hace historia. Hoy se abre paso a una sociedad más justa, digna y empática con el planeta y la vida”, expresó Hernández una vez terminado el conteo de votos.
El representante Juan Carlos Lozada, quien trabajó de la mano con la senadora del Pacto Histórico, expresó que “este es un proyecto del amor, del respeto a lo más sagrado que es la vida misma y no solamente la nuestra, sino la de todos los animales. Hoy le dejo un legado a mi hijo, para que no tenga que vivir en un país donde torturar a un animal sea llamado cultura”.
El representante por el Partido Verde Alejandro García Ríos, ponente del proyecto, manifestó que: “Ya era hora de que el Congreso atendiera este clamor ciudadano y agradezco a mis compañeros por haber apoyado esta iniciativa para que hoy podamos decir que en Colombia se prohibió esta actividad. Colombia es un país en el que todas las formas de vida merecen convivir en paz”.
¿Qué establece el proyecto de ley?
La iniciativa establece que el Gobierno Nacional, en coordinación con otras entidades y Ministerios, tendrá un plazo de tres años (contados a partir de la entrada en vigor de la presente ley) para garantizar programas efectivos de transición y reconversión económica y laboral que beneficien a las personas que se dedican a la actividad taurina. Los espacios donde hoy se practican estos actos (plazas de toros) se convertirán en escenarios para la promoción de la cultura, el arte, el deporte y todo aquello que ayude a la construcción de la sociedad, desde la empatía, los derechos y el cuidado de la vida.
Asimismo, pretende establecer el número de toreros, plazas de toros y toros de lidia del país, pues hasta ahora no se tienen datos oficiales. “Debemos identificarlos y construir con ellos el plan de reconversión, es decir, si ellos quieren ir hacia la cultura, hacer alguna actividad social, hacer algo sostenible, hacer industria, comercio, lo que sea, se construye y se implementa con ellos en esos años. Y el cuarto año, como ya no habrá corridas, se empezará a trabajar en la transformación de estas”, dijo la senadora Hernández a El Espectador.
La senadora también aseguró que la transformación de las plazas de toros (solo las públicas) se realizaría en conjunto con el Ministerio de Cultura, las alcaldías y las gobernaciones que tengan disposición de hacerlo. “Eso permitiría que se unan esfuerzos y que sea más económico, porque ya existe la infraestructura, solo es hacer adecuaciones y eso sale más barato”.
Por otra parte, el destino de los toros de lidia, según Hernández, tendrá que ser discutido con el Gobierno Nacional para identificar cuántos hay en el país y quiénes son sus propietarios. Una alternativa impulsada por organizaciones internacionales es la reubicación de los animales a santuarios o la adopción.
“Los toros de lidia no tienen una distinción frente a cualquier otro toro, es la misma especie, la misma configuración de animal, entonces no necesitan tratamiento diferencial. Lo que sí quisiéramos, es que fueran atendidos bajo la lógica de protección animal. Sobre todo, los toros que ya fueron usados en corridas, creo que sería ideal que puedan terminar sus años de vida en libertad”, indicó Hernández.
Finalmente, una vez que el proyecto se convierta en ley, se tiene contemplado que el Gobierno Nacional, a través de sus Ministerios, desarrolle un plan de educación en colegios y escuelas que promueva el cuidado, la protección y el respeto por los derechos de los animales.
La respuesta del sector taurino
Como respuesta a este proyecto antitaurino, y en representación de quienes consideran inviable prohibir las corridas de toros en Colombia, se inició en el Congreso de la República el proyecto de Ley 122 de 2023C, que busca la regulación de estas actividades, en lugar de su prohibición. En esta iniciativa también se contemplan prácticas como las peleas de gallos, cabalgatas, corralejas y coleo.
Este proyecto “busca establecer un marco regulador que garantice prácticas éticas y responsables, respondiendo a las preocupaciones contemporáneas sobre el bienestar animal, sin sacrificar las tradiciones que definen muchas áreas del país. Asimismo, se busca proteger el empleo de miles de familias en Colombia, en claro contraste con las posturas provisionistas que descuidan el factor humano de sus políticas. Este enfoque subraya un compromiso fundamental con el bienestar económico de los trabajadores rurales”.
Los autores de la iniciativa son los representantes Christian Garcés, del Centro Democrático, y Ana Rogelia Monsalve, de la Circunscripción Nacional Especial Afrodescendientes, quienes, tan pronto conocieron la noticia del fin de las corridas de toros, mostraron su preocupación. “Lamentamos que la plenaria de la Cámara haya violado la Constitución y la jurisprudencia de la Corte Constitucional usando una ley para obligar cambiar la cultura de una población como Manizales. Además, no les importó dejar sin empleos a las familias humildes y a los informales que viven de las corridas, a quienes no inventariaron ni les dejaron presupuesto para la Conversión laboral”, aseguró Garcés.
El congresista también dijo que el Ministerio de Hacienda no tiene presupuesto ni recursos asignados para la reconversión laboral, ni concepto favorable sobre su impacto en el Marco Fiscal de Mediano Plazo. Lo que, según él, pone en tela de juicio que el gobierno pueda proporcionar el bienestar que necesitan estas comunidades.
Por su parte, Monsalve manifestó que “hoy se celebra que miles de familias se quedan sin empleo. Hoy los padres de cientos de niños y niñas no tendrán cómo llevar el sustento diario a casa”.
Y no solo esto, a las afueras de la Plaza de Toros La Santamaría, en Bogotá, hay un grupo de novilleros que protestan por su futuro laboral y aseguran que no se irán hasta que sean escuchados por el Gobierno Nacional.
Fechas que cambiaron el rumbo de las corridas de toros en Colombia
Permitir o no las corridas de toros es una discusión que llevaba más de tres décadas en el país. Mientras que algunos las consideran parte de la tradición cultural, otros aseguran que son maltrato animal. Muchas iniciativas quedaron estancadas en el Congreso antes de esta decisión final.
En La Red Zoocial hacemos un repaso por fechas y normas que han cambiado el rumbo de las corridas de toros en Colombia.