¿Cuándo empieza la prohibición de las corridas de toros en Colombia? ABC del proyecto
El proyecto de ley que busca prohibir las corridas de toros ha sido aprobado en su cuarto y último debate. ¿Qué implica esto?
Ayer 28 de mayo, después de cuatro debates en el legislativo y en horas de la tarde, la Cámara de Representantes aprobó el proyecto de ley 219 de 2023 Cámara - 298 de 2023 Senado, que prohíbe las corridas de toros, rejoneo, novilladas, becerradas y tientas en Colombia. Ahora, el texto pasará a conciliación y, de ser aprobado por las plenarias de Cámara y Senado, será enviado para sanción presidencial y así convertirse en Ley de la República.
Este proyecto, que fue promovido por la senadora del Pacto Histórico, Esmeralda Hernández, busca detener esta práctica que, para ella y para otros 45 congresistas, representa “un símbolo de la tortura y el maltrato animal en Colombia”.
Entre las principales medidas que contempla la iniciativa, se incluyen la transformación de las plazas de toros en espacios culturales, la ocupación laboral de las personas que subsisten de la cultura taurina, junto con la realidad que se vive en el 10% de las plazas que siguen activas.
“Hoy es un día en el que Colombia hace historia. Hoy se pone fin a más de 500 años de tortura animal en las plazas de toros y se abre paso a una sociedad más justa, digna y empática con el planeta y la vida. Gracias ciudadanía, gracias Congreso, gracias Colombia”, expresó la senadora.
Esta iniciativa, respaldada con 93 votos a favor y 2 en contra, marca un hito sin precedentes en la historia de Colombia, pues saca al país de la lista de las únicas 8 naciones en el mundo que actualmente practican y reconocen culturalmente esta tradición.
Para llegar a este punto, según Hernández, se han necesitado más de 500 años de corridas de toros y décadas de lucha por parte de defensores de los derechos de los animales y los diversos sectores de la sociedad colombiana. Además, se han presentado 14 proyectos de ley con objetivos similares, que no lograron avanzar en el Congreso.
¿Cuáles son los siguientes pasos?
Después de completar el procedimiento administrativo posterior a su aprobación, la iniciativa pasará a la sanción presidencial. Una vez convertida en Ley, se establecerá un período de transición de cuatro años en total, por lo que se espera que cerca al 2028 entre en vigencia esta nueva norma.
De estos años, los primeros tres serán para ubicar laboralmente a la comunidad taurina. Pues, es necesario realizar censos en el sector con el objetivo de identificar a quienes dependen de las corridas de toros para vivir y vincularlas efectivamente a un proceso de reconversión laboral, que las hará partícipe de actividades económicas que se llevarán a cabo en las plazas.
En el cuarto año, se llevará a cabo la transformación de las plazas de toros, que se convertirán en espacios culturales. Según el proyecto, estos sitios se adecuarán para albergar conciertos, ferias, actividades lúdicas y deportivas, lo que impulsará el empleo y la economía al garantizar su funcionamiento durante todo el año, en lugar de solo unos pocos días.
Para ello, según lo que comentó Esmeralda Hernández anteriormente a El Espectador, esta iniciativa ha sido consultada con el Ministerio de Hacienda, pues se necesita de presupuesto para realizar las modificaciones planteadas. “Lo que pasa es que uno no puede hablar de manera anticipada de presupuesto, porque hasta que no sea Ley de la República, el presupuesto no se puede sacar”, agregó la congresista. Lea más de esto aquí.
Finalmente, entre otros aspectos claves, una vez que el proyecto se convierta en Ley, contempla que el Gobierno Nacional, a través de sus Ministerios, desarrolle un plan de educación en colegios y escuelas que promueva el cuidado, la protección y el respeto por los derechos de los animales.
El Gobierno Nacional está considerando la posibilidad de fomentar la adopción de animales tratándolos como seres normales. “Porque los toros de lidia no tienen una distinción frente a cualquier otro toro, es la misma especie, la misma configuración de animal, entonces no necesitan tratamiento diferencial. Lo que sí quisiéramos, es que fueran atendidos bajo la lógica de protección animal. Sobre todo, los toros que ya fueron usados en corridas, creo que sería ideal que puedan terminar sus años de vida en libertad”, señaló Hernández.
Ayer 28 de mayo, después de cuatro debates en el legislativo y en horas de la tarde, la Cámara de Representantes aprobó el proyecto de ley 219 de 2023 Cámara - 298 de 2023 Senado, que prohíbe las corridas de toros, rejoneo, novilladas, becerradas y tientas en Colombia. Ahora, el texto pasará a conciliación y, de ser aprobado por las plenarias de Cámara y Senado, será enviado para sanción presidencial y así convertirse en Ley de la República.
Este proyecto, que fue promovido por la senadora del Pacto Histórico, Esmeralda Hernández, busca detener esta práctica que, para ella y para otros 45 congresistas, representa “un símbolo de la tortura y el maltrato animal en Colombia”.
Entre las principales medidas que contempla la iniciativa, se incluyen la transformación de las plazas de toros en espacios culturales, la ocupación laboral de las personas que subsisten de la cultura taurina, junto con la realidad que se vive en el 10% de las plazas que siguen activas.
“Hoy es un día en el que Colombia hace historia. Hoy se pone fin a más de 500 años de tortura animal en las plazas de toros y se abre paso a una sociedad más justa, digna y empática con el planeta y la vida. Gracias ciudadanía, gracias Congreso, gracias Colombia”, expresó la senadora.
Esta iniciativa, respaldada con 93 votos a favor y 2 en contra, marca un hito sin precedentes en la historia de Colombia, pues saca al país de la lista de las únicas 8 naciones en el mundo que actualmente practican y reconocen culturalmente esta tradición.
Para llegar a este punto, según Hernández, se han necesitado más de 500 años de corridas de toros y décadas de lucha por parte de defensores de los derechos de los animales y los diversos sectores de la sociedad colombiana. Además, se han presentado 14 proyectos de ley con objetivos similares, que no lograron avanzar en el Congreso.
¿Cuáles son los siguientes pasos?
Después de completar el procedimiento administrativo posterior a su aprobación, la iniciativa pasará a la sanción presidencial. Una vez convertida en Ley, se establecerá un período de transición de cuatro años en total, por lo que se espera que cerca al 2028 entre en vigencia esta nueva norma.
De estos años, los primeros tres serán para ubicar laboralmente a la comunidad taurina. Pues, es necesario realizar censos en el sector con el objetivo de identificar a quienes dependen de las corridas de toros para vivir y vincularlas efectivamente a un proceso de reconversión laboral, que las hará partícipe de actividades económicas que se llevarán a cabo en las plazas.
En el cuarto año, se llevará a cabo la transformación de las plazas de toros, que se convertirán en espacios culturales. Según el proyecto, estos sitios se adecuarán para albergar conciertos, ferias, actividades lúdicas y deportivas, lo que impulsará el empleo y la economía al garantizar su funcionamiento durante todo el año, en lugar de solo unos pocos días.
Para ello, según lo que comentó Esmeralda Hernández anteriormente a El Espectador, esta iniciativa ha sido consultada con el Ministerio de Hacienda, pues se necesita de presupuesto para realizar las modificaciones planteadas. “Lo que pasa es que uno no puede hablar de manera anticipada de presupuesto, porque hasta que no sea Ley de la República, el presupuesto no se puede sacar”, agregó la congresista. Lea más de esto aquí.
Finalmente, entre otros aspectos claves, una vez que el proyecto se convierta en Ley, contempla que el Gobierno Nacional, a través de sus Ministerios, desarrolle un plan de educación en colegios y escuelas que promueva el cuidado, la protección y el respeto por los derechos de los animales.
El Gobierno Nacional está considerando la posibilidad de fomentar la adopción de animales tratándolos como seres normales. “Porque los toros de lidia no tienen una distinción frente a cualquier otro toro, es la misma especie, la misma configuración de animal, entonces no necesitan tratamiento diferencial. Lo que sí quisiéramos, es que fueran atendidos bajo la lógica de protección animal. Sobre todo, los toros que ya fueron usados en corridas, creo que sería ideal que puedan terminar sus años de vida en libertad”, señaló Hernández.