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Al frente del quinto bloque estudiantil, de la Universidad de Antioquia, nacieron dos búhos de la especie asio clamator, convirtiendo a la institución en una “sala cuna”. El 9 de noviembre llegaron al mundo estos animales, que se caracterizan por el esplendor que tiene su plumaje al llegar a la madurez y su color canela con rayas oscuras.
Esta no es la primera vez que fauna tan llamativa tiene por hogar las instalaciones de la UdeA –ubicada Medellín–, pues en una de las sedes del campus, que está ubicado en Robledo, también se han visto cuatro individuos de esta misma especie.
Por ello, quienes recorren los pasillos de la institución se han visto cautivados a ver animales que ocasionan ternura y curiosidad. Al tenerlos tan cerca y ser alcanzables a la manipulación humana, la universidad ha hecho un llamado para tener cuidado con ellos.
Esta invitación viene del equipo de gestión ambiental de la UdeA y recomiendan “que no se interrumpan los procesos de estos individuos y los observen desde la distancia, respetando la señalización y cercas con la que se demarcaron los jardines para garantizarles las condiciones propicias para el desarrollo de sus crías. Las especies tampoco deben ser alimentadas, ya que cuentan con mecanismos propios para conseguir su comida”, dice en un comunicado la institución.
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“Como en la universidad hay tantas especies, nosotros hemos adelantado muchas campañas de concientización de la fauna silvestre dentro del campus, entonces ahora lo que nos sucede es que los mismos estudiantes, profesores o personal, ven a estos búhos y ya saben cómo actuar: nos llaman a nosotros para que hagamos el debido seguimiento”, dice Gustavo Ríos a El Colombiano, ingeniero forestal del Proceso de Gestión Ambiental adscrito a la División de Infraestructura Física de la UdeA.
Esto, debido a que la misma universidad cuenta con un proceso de Gestión Ambiental que se dedica a la atención primaria de la fauna silvestre que trabar para proteger los especímenes que residen en la vegetación del lugar. Primero, informan y hacen divulgación para promover la conservación en la comunidad universitaria y garantizar el bienestar, así como mitigar los posibles riesgos que se pueden presentar en zonas verdes. Y en segundo lugar, una vez se sabe sobre la presencia de un animal, activan un protocolo que les indica cómo actuar dependiendo de la novedad que se presente.
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