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En el mundo de la ganadería y la crianza de caballos, pocos nombres resuenan con tanto poder como el de Dulce Sueño de Lusitania, un caballo colombiano que ha dejado una huella imborrable en el paso fino. Nacido en Antioquia, este ejemplar ha sido un referente tanto en competencias como en la genética de la raza, convirtiéndose en un símbolo de la crianza de caballos.
Originalmente, propiedad de Darío Chica Arias, experto en doma y entrenamiento equino, Dulce Sueño pasó a manos de Manuel Vejarano en 2013. Vejarano, médico oftalmólogo colombiano radicado en México, es también un destacado promotor del paso fino. Desde entonces, ha sido el encargado de mantener a Dulce Sueño como el líder indiscutido del ranking de Fedequinas durante una década.
En 2016, durante una entrevista con el portal especializado Paso FinoTv, Vejarano compartió su admiración por la genética del caballo y su convicción de que Dulce Sueño era fundamental para el futuro de su criadero, La Marqueza. Vejarano explicó que, antes de adquirirlo, ya había realizado un exhaustivo análisis de su linaje, reconociendo el impacto que este ejemplar tendría en la evolución del paso fino. Aunque intentó comprarlo años antes, no fue sino hasta el 26 de octubre, en el Tropical Park de Miami, que pudo concretar el trato con Chica, un momento que, según él, marcó un hito en su vida.
La importancia de Dulce Sueño de Lusitania trasciende las competiciones. Con más de 1.872 descendientes registrados, este caballo ha influido profundamente en la raza, siendo reconocido como el mejor reproductor de paso fino colombiano en 2020 y 2021. Además, ha sido el mejor reproductor en cuatro mundiales consecutivos: en 2015 en República Dominicana, en 2017 en Colombia, en 2019 en Puerto Rico y en 2021 en Estados Unidos. Su legado incluye algunos de los caballos más caros de la historia del paso fino colombiano, todos descendientes directos de él.
Este caballo no solo ha dejado una marca en la genética, sino también en la carrera de jinetes de renombre como Jairo Barreto, quien ha alcanzado reconocimiento internacional gracias a su vínculo con Dulce Sueño.
A pesar de sus más de 26 años, Dulce Sueño sigue siendo una figura clave en el mundo del paso fino, demostrando que su influencia sigue viva, tanto en las pistas como en los criaderos que continúan su legado.
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