El futuro de los toros de lidia tras la prohibición de la tauromaquia en Colombia
El toro de lidia, popularmente conocido como toro bravo, se cría principalmente para participar en espectáculos taurinos. Por lo tanto, frente a la aprobación del proyecto de ley que prohíbe estos eventos, los criadores de estos animales argumentan que resultaría inviable continuar con su crianza.
Algunos criadores de toros y miembros de la comunidad taurina temen que la prohibición de las corridas de toros pueda resultar en la posible desaparición de esta raza: el toro de lidia. Argumentan que, al cesar estos eventos, los criadores enfrentarían una pérdida de ingresos significativa (aún no se estima de cuánto). Sin un apoyo económico adecuado, la preservación de estos animales podría resultar imposible.
Esta discusión surge debido a que esta semana, y después de cuatro debates legislativos, la Cámara de Representantes aprobó el proyecto de ley 219 de 2023 Cámara - 298 de 2023 Senado. Esta iniciativa prohíbe las corridas de toros, el rejoneo, las novilladas, las becerradas y las tientas en Colombia. Ahora, el texto pasará a conciliación y, de ser aprobado por las plenarias de la Cámara y el Senado, será enviado para sanción presidencial, convirtiéndose así en Ley de la República.
Cabe resaltar que la propuesta del proyecto de ley de la senadora Esmeralda Hernández, del Pacto Histórico, brinda dos opciones para los toros: llevarlos a un santuario o que los ganaderos y toreros les entreguen estos animales al Gobierno Nacional. Hernández le comentó a El Espectador que se considerarán varios aspectos, incluyendo los toros, las comunidades que dependen de estas actividades culturales y los espacios donde se realizan las corridas, de la siguiente manera:
En cuanto a los animales, el Gobierno Nacional contemplaría la posibilidad de la adopción, tratándolos como cualquier otro animal. “Los toros de lidia no se diferencian de otros toros; son la misma especie y tienen la misma configuración, por lo que no requieren un tratamiento especial. Lo que deseamos es que sean atendidos bajo la lógica de protección animal. En particular, los toros que ya han sido utilizados en corridas deberían poder vivir sus últimos años en libertad,” señaló Hernández.
Además, el proyecto de ley propone que las plazas de toros se transformen en centros de recreación, deporte y cultura. Sin embargo, los gremios se preguntan de dónde provendrá el financiamiento para realizar estos cambios en todas las ciudades del país.
Gonzalo Sanz de Santamaría, director de la Corporación Libertad Cultural, y Diana Andrade, consultora parlamentaria para la Corporación Libertad Cultural, aseguraron que dicho proyecto no tiene en cuenta de forma efectiva el futuro de los animales. “El proyecto no tiene en cuenta al toro. ¿Qué beneficio le va a traer al toro? ¿Sabe cuál es el beneficio que le va a traer? Que los ganaderos, como Gonzalo, lo que van a hacer al siguiente día es mandar sus toros al matadero”, explicó Diana Andrade en entrevista.
De hecho, según informa Gonzalo Sanz, tras la prohibición de las corridas de toros, les tocaría inmediatamente ver cómo venden a estos animales, porque mantenerlos resultaría mucho más costoso que la misma plata que brinden por su carne. Entonces, los ganaderos y toreros se ven en la obligación de “salir de ellos lo más antes posible, porque es más fácil crear un animal manso y manejar un animal manso para carne que un toro de lidia, un toro de lidia requiere un manejo muy especializado, de mucho riesgo”, señala.
“Mantenerlos en las ganaderías no sería rentable económicamente”, comentó César Gómez, médico veterinario de la Universidad de La Salle y especialista en reproducción animal, en una entrevista que le hicimos en enero de 2023. Además, señala que, al igual que el resto del ganado, estos toros han sido criados a lo largo del tiempo exclusivamente para la explotación humana.
Gómez destaca que un toro de lidia tarda 54 meses en alcanzar los 450 kilogramos, mientras que otras razas destinadas al consumo de carne, como el cebú o el angus, alcanzan el mismo peso en apenas 30 meses. Del mismo modo, la alimentación de los toros de lidia es más costosa. De hecho, estos toros requieren un mayor espacio para su desarrollo. Cuando se separan de la vaca, los terneros de lidia se agrupan en manadas de seis a 12 individuos. “Los juntan en un solo potrero, y en ese potrero ellos van creciendo toda su vida, porque, como son territoriales, donde metan más animales, empiezan a pelear entre ellos y a ganar territorio o a dominar, y se empiezan a ‘despitonar’ (partir los cuernos)”, explica Gómez. Por lo tanto, en un terreno donde podrían mantenerse 150 vacas para la producción de leche, solo pueden tenerse un máximo de 20 para la crianza de toros de lidia.
De hecho, según cifras compartidas en el debate del 7 de mayo por Christian Garcés, representante a la Cámara (Centro Democrático), por el resultado de este proyecto, se estimaría la aniquilación de más de 12.000 reses bravas.
Para abordar estas inquietudes, la senadora Esmeralda Hernández habló sobre el futuro de los toros de lidia en una reciente entrevista con El Espectador, en el contexto de las reformas propuestas para abolir las corridas de toros en Colombia. Hernández fue enfática al afirmar: “El toro está lejos de extinguirse en el mundo.”
Sin embargo, Hernández no descarta la posibilidad de que algunos ganaderos decidan renunciar a sus toros. “Si existe el escenario en el que digan ‘yo no quiero tener este toro, mire usted qué hace señor Estado’, tenemos distintas alternativas, muchas de ellas impulsadas por organizaciones internacionales. De hecho, hay santuarios en Colombia que están dispuestos a recibir a estos animales,” explicó la senadora.
En últimas, el debate está puesto sobre la mesa, lo que podría determinar el futuro de una práctica implementada durante cientos de años en Colombia y que, finalmente, podría ser historia del pasado.
Algunos criadores de toros y miembros de la comunidad taurina temen que la prohibición de las corridas de toros pueda resultar en la posible desaparición de esta raza: el toro de lidia. Argumentan que, al cesar estos eventos, los criadores enfrentarían una pérdida de ingresos significativa (aún no se estima de cuánto). Sin un apoyo económico adecuado, la preservación de estos animales podría resultar imposible.
Esta discusión surge debido a que esta semana, y después de cuatro debates legislativos, la Cámara de Representantes aprobó el proyecto de ley 219 de 2023 Cámara - 298 de 2023 Senado. Esta iniciativa prohíbe las corridas de toros, el rejoneo, las novilladas, las becerradas y las tientas en Colombia. Ahora, el texto pasará a conciliación y, de ser aprobado por las plenarias de la Cámara y el Senado, será enviado para sanción presidencial, convirtiéndose así en Ley de la República.
Cabe resaltar que la propuesta del proyecto de ley de la senadora Esmeralda Hernández, del Pacto Histórico, brinda dos opciones para los toros: llevarlos a un santuario o que los ganaderos y toreros les entreguen estos animales al Gobierno Nacional. Hernández le comentó a El Espectador que se considerarán varios aspectos, incluyendo los toros, las comunidades que dependen de estas actividades culturales y los espacios donde se realizan las corridas, de la siguiente manera:
En cuanto a los animales, el Gobierno Nacional contemplaría la posibilidad de la adopción, tratándolos como cualquier otro animal. “Los toros de lidia no se diferencian de otros toros; son la misma especie y tienen la misma configuración, por lo que no requieren un tratamiento especial. Lo que deseamos es que sean atendidos bajo la lógica de protección animal. En particular, los toros que ya han sido utilizados en corridas deberían poder vivir sus últimos años en libertad,” señaló Hernández.
Además, el proyecto de ley propone que las plazas de toros se transformen en centros de recreación, deporte y cultura. Sin embargo, los gremios se preguntan de dónde provendrá el financiamiento para realizar estos cambios en todas las ciudades del país.
Gonzalo Sanz de Santamaría, director de la Corporación Libertad Cultural, y Diana Andrade, consultora parlamentaria para la Corporación Libertad Cultural, aseguraron que dicho proyecto no tiene en cuenta de forma efectiva el futuro de los animales. “El proyecto no tiene en cuenta al toro. ¿Qué beneficio le va a traer al toro? ¿Sabe cuál es el beneficio que le va a traer? Que los ganaderos, como Gonzalo, lo que van a hacer al siguiente día es mandar sus toros al matadero”, explicó Diana Andrade en entrevista.
De hecho, según informa Gonzalo Sanz, tras la prohibición de las corridas de toros, les tocaría inmediatamente ver cómo venden a estos animales, porque mantenerlos resultaría mucho más costoso que la misma plata que brinden por su carne. Entonces, los ganaderos y toreros se ven en la obligación de “salir de ellos lo más antes posible, porque es más fácil crear un animal manso y manejar un animal manso para carne que un toro de lidia, un toro de lidia requiere un manejo muy especializado, de mucho riesgo”, señala.
“Mantenerlos en las ganaderías no sería rentable económicamente”, comentó César Gómez, médico veterinario de la Universidad de La Salle y especialista en reproducción animal, en una entrevista que le hicimos en enero de 2023. Además, señala que, al igual que el resto del ganado, estos toros han sido criados a lo largo del tiempo exclusivamente para la explotación humana.
Gómez destaca que un toro de lidia tarda 54 meses en alcanzar los 450 kilogramos, mientras que otras razas destinadas al consumo de carne, como el cebú o el angus, alcanzan el mismo peso en apenas 30 meses. Del mismo modo, la alimentación de los toros de lidia es más costosa. De hecho, estos toros requieren un mayor espacio para su desarrollo. Cuando se separan de la vaca, los terneros de lidia se agrupan en manadas de seis a 12 individuos. “Los juntan en un solo potrero, y en ese potrero ellos van creciendo toda su vida, porque, como son territoriales, donde metan más animales, empiezan a pelear entre ellos y a ganar territorio o a dominar, y se empiezan a ‘despitonar’ (partir los cuernos)”, explica Gómez. Por lo tanto, en un terreno donde podrían mantenerse 150 vacas para la producción de leche, solo pueden tenerse un máximo de 20 para la crianza de toros de lidia.
De hecho, según cifras compartidas en el debate del 7 de mayo por Christian Garcés, representante a la Cámara (Centro Democrático), por el resultado de este proyecto, se estimaría la aniquilación de más de 12.000 reses bravas.
Para abordar estas inquietudes, la senadora Esmeralda Hernández habló sobre el futuro de los toros de lidia en una reciente entrevista con El Espectador, en el contexto de las reformas propuestas para abolir las corridas de toros en Colombia. Hernández fue enfática al afirmar: “El toro está lejos de extinguirse en el mundo.”
Sin embargo, Hernández no descarta la posibilidad de que algunos ganaderos decidan renunciar a sus toros. “Si existe el escenario en el que digan ‘yo no quiero tener este toro, mire usted qué hace señor Estado’, tenemos distintas alternativas, muchas de ellas impulsadas por organizaciones internacionales. De hecho, hay santuarios en Colombia que están dispuestos a recibir a estos animales,” explicó la senadora.
En últimas, el debate está puesto sobre la mesa, lo que podría determinar el futuro de una práctica implementada durante cientos de años en Colombia y que, finalmente, podría ser historia del pasado.