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Un oso negro, confinado en una jaula por tres décadas, experimentó la emoción de la libertad al sumergirse en un tanque de agua, gracias a la intervención del Wild Animal Sanctuary, un refugio en Colorado, Estados Unidos, que se encargó de su rehabilitación luego de vivir en cautiverio.
La falta de espacio y estímulos naturales es todo lo que recordaba este animal, quien creció en un estado de apatía, mientras que la escasez de agua y comida agudizaban su sufrimiento.
A medida que pasaban los años, su situación empeoraba, pasando de ser un cachorro con algunos momentos de juego a un adulto encerrado en un espacio cada vez más reducido. Sus días transcurrían en una rutina interminable de movimientos repetitivos y largos períodos de sueño.
El Wild Animal Sanctuary ha rescatado a innumerables animales de situaciones de maltrato y explotación, incluyendo a este oso. La organización trabaja incansablemente para proporcionar a estos animales los cuidados necesarios y un entorno enriquecedor que les permita recuperar su bienestar físico y psicológico. Su objetivo final es que los animales puedan vivir en condiciones de semi-libertad, en compañía de otros de su especie, lejos del sufrimiento que han experimentado.
Tras su rescate, se implementó un programa de rehabilitación diseñado para ayudarlo a adaptarse a un entorno natural y estimular sus comportamientos instintivos. En este espacio, el oso tuvo la oportunidad de interactuar con otros animales rescatados y recuperar la calidad de vida que había perdido.
Uno de los momentos más conmovedores fue compartido a través de las redes sociales de la organización, este se produjo cuando el oso descubrió el tanque de agua. Con alegría se lanzó generando un chapuzón que resonó en todo el santuario. Después de tantos años de confinamiento, el oso exploraba el agua, jugando y nadando como un pequeño animal.
“Podríamos haber observado esta alegre actividad durante horas, dado el sentimiento que estaba despertando en nuestros corazones. Estábamos excepcionalmente felices de verlo disfrutar tanto”, afirmaron en la publicación.
Según la organización, esta reacción es común en los osos rescatados, que encuentran en el agua una fuente de felicidad y libertad después de años de privaciones.
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