Gatos atigrados: curiosidades y características que no conocía de estos felinos
Aunque los mininos atigrados pueden pertenecer a un montón de razas distintas, el más habitual es el gato común europeo.
Los gatos atigrados, también conocidos como tabby, son felinos que se distinguen por su pelaje de rayas y manchas. Se caracterizan por tener los ojos verdes, dorados o azules y un pelo gris, naranja, marrón o negro que puede presentarse solo o en combinación con el blanco. Este tipo de gatos son de los más comunes en Europa, por lo que es habitual que sus ejemplares no gocen de tanta popularidad a la hora de ser adoptados.
Leer: Gatos negros: curiosidades, características y datos de estos felinos
El nombre tabby deriva de la palabra Attabiyah, un tipo de seda a rayas que se fabricaba en Bagdad, Irak. Allí empezaron a usar este término para denominar a los gatos cuyo pelaje dibuja un patrón de líneas oscuras. Estas figuras en el pelo son propias de los animales salvajes, ya que les permiten camuflarse en la naturaleza para acechar a sus presas.
La variedad de los felinos atigrados es muy grande, los distintos patrones que forman los tonos de su pelaje hacen que se clasifiquen en:
Marmoleados: pelaje que forma un patrón semejante al del mármol.
Atigrados: con rayas gruesas por todo el cuerpo.
Punteados: pelaje con puntos redondeados u ovales.
Tildados: pelaje con rayas cortas y finas por todo el cuerpo.
¿Cuántas razas de gatos atigrados hay?
Actualmente, existen muchas razas de gatos atigrados, todas relacionadas entre sí, las comunes son el gato común europeo, sokoke, skookum, mau egipcio, bengalí, manx, munchkin, bobtail americano, cymric y ocicat. Algunas de ellas son autóctonas y descienden de animales milenarios. Otras han sido generadas por la acción del ser humano a través de cruces entre especies o entre animales salvajes y domésticos. Es el caso, por ejemplo, del famoso gato ashera, el más caro del mundo, el cual fue creado en laboratorios a partir del cruce del leopardo asiático, el serval africano y el gato común doméstico.
Aunque los mininos atigrados pueden pertenecer a un montón de razas distintas, el más habitual es el gato común europeo. Estos felinos suelen ser de color pardo o anaranjado con la barriga blanca.
Podría interesarle: ¿Cada cuánto se debe cambiar la arena de mi gato?
Carácter de los gatos atigrados
El carácter de los felinos atigrados puede variar según la raza. En general, suelen ser un poco tímidos, pero cuando cogen confianza llegan a ser bastante cariñosos con las personas. Son animales independientes, inteligentes y curiosos. Les gusta explorar, investigar y jugar con todo lo que encuentran.
Curiosidades
Algunos gatos atigrados se distinguen por tener una “M” muy característica en la frente. Según una leyenda árabe, esta marca particular presente en algunos felinos tiene su origen en el profeta Mahoma.
De acuerdo con el relato, en una ocasión el profeta Mahoma estaba rezando cuando su gata Muezza se quedó dormida sobre su chilaba, así que para no despertarla cortó la tela y dejó que continuara durmiendo. Al volver a casa, el animal se le acercó y se restregó contra su cuerpo, agradeciéndole por no haberlo despertado. Mahoma acarició tres veces su cabeza y brotó de su pelaje letra M mayúscula que, según la leyenda, ostentan todos los descendientes de la gata del profeta.
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Los gatos atigrados, también conocidos como tabby, son felinos que se distinguen por su pelaje de rayas y manchas. Se caracterizan por tener los ojos verdes, dorados o azules y un pelo gris, naranja, marrón o negro que puede presentarse solo o en combinación con el blanco. Este tipo de gatos son de los más comunes en Europa, por lo que es habitual que sus ejemplares no gocen de tanta popularidad a la hora de ser adoptados.
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El nombre tabby deriva de la palabra Attabiyah, un tipo de seda a rayas que se fabricaba en Bagdad, Irak. Allí empezaron a usar este término para denominar a los gatos cuyo pelaje dibuja un patrón de líneas oscuras. Estas figuras en el pelo son propias de los animales salvajes, ya que les permiten camuflarse en la naturaleza para acechar a sus presas.
La variedad de los felinos atigrados es muy grande, los distintos patrones que forman los tonos de su pelaje hacen que se clasifiquen en:
Marmoleados: pelaje que forma un patrón semejante al del mármol.
Atigrados: con rayas gruesas por todo el cuerpo.
Punteados: pelaje con puntos redondeados u ovales.
Tildados: pelaje con rayas cortas y finas por todo el cuerpo.
¿Cuántas razas de gatos atigrados hay?
Actualmente, existen muchas razas de gatos atigrados, todas relacionadas entre sí, las comunes son el gato común europeo, sokoke, skookum, mau egipcio, bengalí, manx, munchkin, bobtail americano, cymric y ocicat. Algunas de ellas son autóctonas y descienden de animales milenarios. Otras han sido generadas por la acción del ser humano a través de cruces entre especies o entre animales salvajes y domésticos. Es el caso, por ejemplo, del famoso gato ashera, el más caro del mundo, el cual fue creado en laboratorios a partir del cruce del leopardo asiático, el serval africano y el gato común doméstico.
Aunque los mininos atigrados pueden pertenecer a un montón de razas distintas, el más habitual es el gato común europeo. Estos felinos suelen ser de color pardo o anaranjado con la barriga blanca.
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Carácter de los gatos atigrados
El carácter de los felinos atigrados puede variar según la raza. En general, suelen ser un poco tímidos, pero cuando cogen confianza llegan a ser bastante cariñosos con las personas. Son animales independientes, inteligentes y curiosos. Les gusta explorar, investigar y jugar con todo lo que encuentran.
Curiosidades
Algunos gatos atigrados se distinguen por tener una “M” muy característica en la frente. Según una leyenda árabe, esta marca particular presente en algunos felinos tiene su origen en el profeta Mahoma.
De acuerdo con el relato, en una ocasión el profeta Mahoma estaba rezando cuando su gata Muezza se quedó dormida sobre su chilaba, así que para no despertarla cortó la tela y dejó que continuara durmiendo. Al volver a casa, el animal se le acercó y se restregó contra su cuerpo, agradeciéndole por no haberlo despertado. Mahoma acarició tres veces su cabeza y brotó de su pelaje letra M mayúscula que, según la leyenda, ostentan todos los descendientes de la gata del profeta.
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