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Un gato agresivo puede convertirse en un animal poco predecible, pues no se sabe quién será la víctima que recibirá el impacto de su ira. Puede que sea usted, una persona que esté de visita, algún conocido o, incluso, otra mascota que viva con el felino.
Sin embargo, para encontrar una solución a la agresividad de su gato, primero debe entender que produce estas reacciones bruscas en él. Estas son algunas de las causas más comunes, de acuerdo con lo que informa Nature’s Variety, portal especializado en mascotas:
- Miedo: en algunas circunstancias los felinos pueden volver a mostrar su lado salvaje. Si su gato llegó a casa siendo un adulto y, a veces, se muestra agresivo con usted, es probable que haya pasado por sufrimiento y dolor. Lo que provoca miedo y, en forma de protección, aparece la agresividad.
- Estrés: este es un indicador de que el felino no tolera los cambios, por lo que puede empezar a habituar a su peludo paulatinamente a nuevos panoramas, conductas, rutinas, en caso de ser necesario.
- Mala socialización: este proceso es fundamental para los gatos, gracias a ella aprenden a comportarse en ciertas situaciones, pero si no lo hace puede convertirse en un gato agresivo y desconfiado.
- Dolor o enfermedad: Esta es una de las principales razones por las que un gato se vuelve agresivo.
- Agresividad redirigida. En este caso, nos referimos a aquellas veces en las que su gato no puede liberar su agresividad con la causa que se la produce y lo hace contra lo primero que se cruza en su camino.
Ahora, ¿cómo solucionar estos problemas de conducta? Los expertos dicen que lo primero que debe hacer es controlar su carácter y evitar descargarse ante la mala actitud de su mascota. Luego, puede alejarse del peludo, para que este se tranquilice. Si le preocupa que pueda hacerle daño, ponga una toalla sobre él y de este modo evitará que lo arañe, al alejarlo.
Cuando pase la rabieta, puede empezar a premiar los comportamientos positivos. Asimismo, evite someterlo a ambientes estresantes o cambios radicales y si necesita hacerlo, porque se mudará de casa, llegará una nueva mascota o pasará algo que se sale de su control, acostumbre de a pocos al felino antes de que la situación actual cambie.
También se recomienda evitar caricias y mimos en situaciones delicadas, porque esto podría volver a su gato más agresivo. Del mismo modo, evite gritos o tratos que pongan más nervioso al felino.
Puede ofrecer a su mascota otros estímulos que le ayuden a desviar esa energía con juegos, rascadores y actividades que sean enriquecedoras e interesantes para el animal.
Si luego de intentar todo lo anterior, no nota un cambio de comportamiento en su mascota, lo recomendable es asistir donde un veterinario. Pues, como se mencionó previamente, podría tratarse de una enfermedad. Este experto, además, le podrá recomendar acciones más precisas dependiendo de la necesidad que tenga su gato.
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