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Compartir la vida con un gato puede ser una experiencia única, debido a que el amor hacia estos felinos demuestra que ellos pueden brindar experiencias especiales a sus cuidadores. Además, son animales demasiado independientes, en comparación con los perros, lo que significa que requieren menos cuidados, pero tienen una naturaleza y comportamiento bastante particular, a diferencia de otro tipo de animales.
Por ello, existen cuidados fundamentales que sirven para que este tipo de especies tengan un buen cuidado y reciban cariño de forma constante. La primera recomendación, y una de las más importantes para cuidar a estos animales, son el no dejarlos salir de casa. Muchos gatos domésticos pueden vivir entre 12 y 18 años, aunque esto puede variar según la raza y cuidados que reciban.
Por ello, su expectativa de vida depende en gran medida de la colaboración entre el propietario y un veterinario para garantizar una buena nutrición, salud oral y las vacunas necesarias. Por ello, mantenerlos dentro del hogar contribuye positivamente a prolongar su vida, ya que en el exterior se enfrentan a diversos riesgos, como parásitos o enfermedades.
También, se debe mantener al día el plan de vacunación de los animales de compañía. Las vacunas son esenciales para proteger a un felino contra enfermedades. Por ello, se deben administrar pequeñas partes de virus, bacterias o microorganismos para estimular la producción de anticuerpos y fortalecer su sistema inmunológico.
Es esencial desparasitar a un felino antes de comenzar con las vacunas, para garantizar una respuesta inmune efectiva. El esquema de vacunación recomendado incluye la vacuna triple felina, la antirrábica, el refuerzo de la triple felina y la vacuna contra la leucemia viral felina. Además, la vacuna contra la rabia debe aplicarse anualmente por ley.
La mayoría de los gatos disfrutan al pasar tiempo afuera, por lo que suelen beneficiarse al hacerlo. Sin embargo, si un gato no está familiarizado con su entorno, existe de la posibilidad de que se pierda. Por ello, antes de permitir que un felino salga al exterior, es importante asegurarse de que sea identificable en caso de que se pierda o se lastime. Por ello, es recomendable implementar un microchip, o poner un collar con los datos de contactos adjuntos.
Además, debe existir un mantenimiento óptimo del arenero, para que el espacio adapte bien a sus dimensiones, sobre todo cuando un gato ya alcanzó una etapa adulta. Además, este tipo de animales deben ser ubicados en lugares tranquilos, alejados de las zonas de alimentación. Esto debe ir acompañado del retiro de heces diarias, así como el cambiar la arena con frecuencia semanal.
Por último, Natalia Acosta, veterinaria con maestría en nutrición, recomienda fijarse en el primer ingrediente que aparece en la bolsa o etiqueta de comida para gatos. ”El primer ingrediente que aparece en la lista de la bolsa del producto es el que más va a contener el alimento. Entonces, se espera que sea una proteína animal, como salmón o pollo. Por eso, no es aconsejable que comience por subproducto o harina, maíz o trigo”, explica la experta.
Las marcas de comida para gato suelen utilizar etiquetas, dibujos y estrategias de publicidad que pueden hacer parecer que su producto es confiable. No obstante, los dibujos y las imágenes del producto deben ser irrelevantes a la hora de escoger la alimentación del felino. Lo más importante es leer la parte de la información nutricional y sus ingredientes. La experta también recomienda que busque un producto que contenga la menor cantidad posible de solla, maíz o trigo, porque estos alimentos no son propios de la necesidad de la especie.