¿Cómo saber si un gato tiene parásitos?
Los vómitos, la diarrea, la anemia y la deshidratación provocados por parásitos intestinales podrían debilitar a un gato, ¿cómo evitar estas infecciones?
Según informa el Centro de Salud Felina de la Universidad de Cornell, el parasitismo gastrointestinal es una preocupación común en los gatos, con tasas de prevalencia de hasta el 45%. Los parásitos pueden ser en forma de gusanos (como gusanos estomacales, lombrices, anquilostomas y tenias) u organismos unicelulares (como Isospora, Giardia y Toxoplasma). Los signos asociados con estas infecciones son bastante genéricos, como un pelaje sin brillo, tos, vómitos, diarrea, heces con mucosidad o sangre, falta de apetito, o una apariencia de barriga hinchada.
Según informa la Universidad de Cornell, las lombrices intestinales son los parásitos más comunes en los felinos, con una prevalencia estimada del 25% al 75%. Estas lombrices adultas son de color crema y habitan en el intestino de los gatos. La lombriz hembra adulta produce huevos fértiles que se expulsan en las heces del gato infectado. Estos huevos requieren entre varios días y varias semanas para desarrollarse, hasta convertirse en larvas infectivas.
Los gatos se infectan al ingerir los huevos o al comer roedores que albergan larvas en sus tejidos. Los mininos pueden infectarse con larvas que son transmitidas a través de la leche de una madre infectada, lo que puede ocurrir poco después del nacimiento.
Las infecciones por lombrices intestinales pueden volverse potencialmente mortales si el número de parásitos es tan elevado que causa una obstrucción intestinal. Aunque, en general, estas infecciones suelen ser relativamente leves en comparación con otros parásitos intestinales, los gatitos infectados corren un riesgo grave si no reciben tratamiento. El diagnóstico se confirma al encontrar huevos de parásitos en las heces durante un examen microscópico. Si bien existen varios medicamentos efectivos, reducir la exposición a las heces de gatos infectados y prohibir la caza son las mejores formas de prevención. Asimismo, tratar a las madres antes de la reproducción reduce la probabilidad de que el parásito infecte a los gatitos.
La desparasitación se destaca como una medida preventiva esencial para el cuidado y la salud de su gato. Gracias a esta práctica, es posible prevenir infestaciones tanto de pulgas y garrapatas como de parásitos internos.
Cualquier tipo de infestación por parásitos puede desencadenar en vómitos, diarreas e incluso enfermedades que afectan sus órganos vitales. Además, algunos de estos parásitos son zoonóticos, lo que significa que pueden transmitirse a los humanos.
Existen dos tipos de desparasitación: la interna, que se enfoca en eliminar y/o prevenir los parásitos que se alojan en el sistema digestivo como gusanos y lombrices; y la externa, que se encarga de eliminar los parásitos presentes en la piel y el pelo del canino como garrapatas, pulgas, piojos y mosquitos.
En entrevista con La Red Zoocial, Santiago Felipe Guzmán, médico veterinario, mencionó que la forma más precisa de detectar la presencia de parásitos en un animal es mediante un examen coprológico, el cual permite identificar la presencia de huevos o larvas en las heces del animal.
“Entre los 3 y 4 meses de edad, es recomendable realizar la desparasitación en los gatos. Esto también depende de si el gato convive con otros animales y tiene acceso a pasto, lo que podría aumentar su riesgo de adquirir parásitos”, señala el experto. En el caso de animales rescatados de la calle, se aconseja realizar un conjunto de exámenes que incluyen pruebas de sangre, análisis virales y exámenes coprológicos. Luego de obtener los resultados, se procede con la desparasitación.
Un error común es creer que un gato con el abdomen muy lleno puede tener parásitos. “Este aumento en la panza puede deberse a la obesidad, ya que es una capa extra de reserva energética que los gatos utilizan cuando la necesitan”, aclara el experto.
El médico veterinario subraya la importancia de no depender exclusivamente de la información en Internet, sino de llevar al animal a un profesional que pueda guiar a las personas en la interpretación de la información que encuentran en línea.
Según informa el Centro de Salud Felina de la Universidad de Cornell, el parasitismo gastrointestinal es una preocupación común en los gatos, con tasas de prevalencia de hasta el 45%. Los parásitos pueden ser en forma de gusanos (como gusanos estomacales, lombrices, anquilostomas y tenias) u organismos unicelulares (como Isospora, Giardia y Toxoplasma). Los signos asociados con estas infecciones son bastante genéricos, como un pelaje sin brillo, tos, vómitos, diarrea, heces con mucosidad o sangre, falta de apetito, o una apariencia de barriga hinchada.
Según informa la Universidad de Cornell, las lombrices intestinales son los parásitos más comunes en los felinos, con una prevalencia estimada del 25% al 75%. Estas lombrices adultas son de color crema y habitan en el intestino de los gatos. La lombriz hembra adulta produce huevos fértiles que se expulsan en las heces del gato infectado. Estos huevos requieren entre varios días y varias semanas para desarrollarse, hasta convertirse en larvas infectivas.
Los gatos se infectan al ingerir los huevos o al comer roedores que albergan larvas en sus tejidos. Los mininos pueden infectarse con larvas que son transmitidas a través de la leche de una madre infectada, lo que puede ocurrir poco después del nacimiento.
Las infecciones por lombrices intestinales pueden volverse potencialmente mortales si el número de parásitos es tan elevado que causa una obstrucción intestinal. Aunque, en general, estas infecciones suelen ser relativamente leves en comparación con otros parásitos intestinales, los gatitos infectados corren un riesgo grave si no reciben tratamiento. El diagnóstico se confirma al encontrar huevos de parásitos en las heces durante un examen microscópico. Si bien existen varios medicamentos efectivos, reducir la exposición a las heces de gatos infectados y prohibir la caza son las mejores formas de prevención. Asimismo, tratar a las madres antes de la reproducción reduce la probabilidad de que el parásito infecte a los gatitos.
La desparasitación se destaca como una medida preventiva esencial para el cuidado y la salud de su gato. Gracias a esta práctica, es posible prevenir infestaciones tanto de pulgas y garrapatas como de parásitos internos.
Cualquier tipo de infestación por parásitos puede desencadenar en vómitos, diarreas e incluso enfermedades que afectan sus órganos vitales. Además, algunos de estos parásitos son zoonóticos, lo que significa que pueden transmitirse a los humanos.
Existen dos tipos de desparasitación: la interna, que se enfoca en eliminar y/o prevenir los parásitos que se alojan en el sistema digestivo como gusanos y lombrices; y la externa, que se encarga de eliminar los parásitos presentes en la piel y el pelo del canino como garrapatas, pulgas, piojos y mosquitos.
En entrevista con La Red Zoocial, Santiago Felipe Guzmán, médico veterinario, mencionó que la forma más precisa de detectar la presencia de parásitos en un animal es mediante un examen coprológico, el cual permite identificar la presencia de huevos o larvas en las heces del animal.
“Entre los 3 y 4 meses de edad, es recomendable realizar la desparasitación en los gatos. Esto también depende de si el gato convive con otros animales y tiene acceso a pasto, lo que podría aumentar su riesgo de adquirir parásitos”, señala el experto. En el caso de animales rescatados de la calle, se aconseja realizar un conjunto de exámenes que incluyen pruebas de sangre, análisis virales y exámenes coprológicos. Luego de obtener los resultados, se procede con la desparasitación.
Un error común es creer que un gato con el abdomen muy lleno puede tener parásitos. “Este aumento en la panza puede deberse a la obesidad, ya que es una capa extra de reserva energética que los gatos utilizan cuando la necesitan”, aclara el experto.
El médico veterinario subraya la importancia de no depender exclusivamente de la información en Internet, sino de llevar al animal a un profesional que pueda guiar a las personas en la interpretación de la información que encuentran en línea.