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Los gatos son animales inteligentes, cariñosos y leales, capaces de crear vínculos muy profundos con sus cuidadores. No obstante, en ocasiones, pueden ser bastante dominantes. Un estudio científico llevado a cabo en 2009 por la Universidad de Sussex, en Reino Unido, y publicada en la revista Current Biology, confirmó que estos animales dominan a sus dueños a través de un mecanismo que no falla: los ronroneos.
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La ecóloga conductual y directora del estudio, Karen McComb, fue motivada a realizar esta investigación debido a que habitualmente se despertaba por los reclamos de su gato. Ella observó que los felinos domésticos añaden a su ronroneo habitual un maullido con una frecuencia más alta cuando quieren algo. Según la experta, este ronroneo provoca en los dueños un instinto paternal.
“Este ronroneo de solicitación es probablemente más aceptable para los humanos que un meow, que suele ser rechazado, especialmente cuando estás en la cama durmiendo”, explica McComb.
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Para llegar a esta conclusión, McComb y los demás investigadores realizaron una serie de experimentos. Primero grabaron el ronroneo de diez gatos: algunos cuando pedían comida y otros cuando no solicitaban nada. Después, cincuenta personas escucharon los sonidos al mismo volumen. Los individuos que evaluaron los sonidos indicaron que los primeros ronroneos les daban a entender que los animales “requerían de más urgencia” para ser atendidos.
De acuerdo con McComb, los ronroneos de los gatos tienen un efecto similar a los llantos de un bebé. Estudios previos sugieren que ambos sonidos comparten la misma frecuencia.
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Según afirma el profesor de medicina veterinaria de la Universidad Estatal de Ohio, C. A. Tony Buffington, los gatos domésticos se han acostumbrado a depender de los humanos. “Cada vez que un gato doméstico se encuentra en la situación que quiere algo, va a manipular a sus cuidadores para obtener lo que quiere. Ya sea un ronroneo o cualquier señal que funcione, por ejemplo, rozarse entre los pies de su dueño”.
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