¿Cuántos años viven los gatos callejeros?
Las enfermedades, los accidentes y, muchas veces, la crueldad humana pueden reducir la esperanza de vida de estos animales sin hogar.
La esperanza de vida de un gato callejero varía considerablemente en función de las circunstancias a las que se enfrenta en su entorno. Para comprender mejor cuánto puede vivir un gato callejero, es necesario primero diferenciarlo de otros gatos que viven al aire libre.
Según Alley Cat Allies, una organización de protección para los felinos, un gato callejero “es un gato que ha sido socializado con personas en algún momento de su vida, pero que ha abandonado o perdido su hogar, así como la mayor parte del contacto y dependencia humana”. Esto lo diferencia de un gato completamente salvaje, que “es un gato que nunca ha tenido contacto con personas o que su relación con ellas ha disminuido con el tiempo”. Ambos tipos de gatos viven en condiciones que presentan serios desafíos para su supervivencia, a diferencia de los gatos domesticados que dependen del cuidado humano.
En general, la esperanza de vida de un gato callejero es mucho menor que la de un gato doméstico. El doctor Luqman Javed escribe para Catster que, “la esperanza de vida de un gato que vive al aire libre es de solo de dos a cinco años”, mientras que los gatos que viven exclusivamente en interiores pueden alcanzar los 17 años o más. Esta marcada diferencia se debe a la suma de todos los factores de riesgo que enfrentan los gatos en la calle.
Factores que afectan la esperanza de vida de los gatos callejeros:
- Acceso limitado a alimentos y refugio: uno de los principales problemas que enfrentan los gatos callejeros es la falta de alimentos y de un lugar seguro donde refugiarse de las adversidades climáticas. Estos felinos, a menudo, dependen de la basura, lo que no les proporciona una nutrición adecuada y puede ocasionar bacterias e infecciones en su organismo.
- Falta de atención veterinaria: mientras que los gatos que viven con humanos reciben tratamientos regulares, los gatos callejeros no tienen acceso a este tipo de cuidado. Esto significa que no están vacunados contra enfermedades y tampoco reciben tratamientos para prevenir infecciones o controlar parásitos. Muchos de ellos, tampoco están esterilizados.
- Ataques de otros animales: la vida al aire libre no solo implica amenazas de enfermedades y parásitos, sino también de otros animales. Los gatos callejeros pueden ser atacados por perros, otros gatos más territoriales, y en algunas áreas, por animales salvajes.
- Accidentes: según Catster, uno de los mayores peligros para los gatos que deambulan libremente, sean callejeros o domésticos, son los carros. Las calles representan una amenaza constante, y muchos gatos no tienen la capacidad de identificar los riesgos.
- Exposición a toxinas: los gatos callejeros también están expuestos a sustancias que pueden estar presentes en su entorno, ya sea en la basura, los jardines o incluso en las calles. Estas sustancias pueden incluir productos químicos tóxicos, veneno o desechos humanos. Sin un dueño que supervise lo que consumen o a lo que se exponen, la posibilidad de intoxicación es considerable.
- Crueldad humana: aunque actualmente, hay muchas personas y organizaciones dedicadas a ayudar a estos animales, también hay quienes los maltratan deliberadamente. Catster advierte que “algunas personas encuentran animales en la calle y optan por atraparlos, torturarlos o matarlos”, un triste recordatorio de que los gatos callejeros están constantemente expuestos a situaciones de maltrato.
Los peligros que enfrentan, desde enfermedades hasta accidentes, hacen que la vida en la calle sea difícil y corta para la mayoría de los gatos que no tienen hogar. Por lo tanto, si usted tiene un gato, ningún motivo es válido para abandonarlo y dejarlo expuesto a los peligros que hay en la calle. Y si aún no tiene un felino, opte por la adopción de animales que lo necesitan.
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La esperanza de vida de un gato callejero varía considerablemente en función de las circunstancias a las que se enfrenta en su entorno. Para comprender mejor cuánto puede vivir un gato callejero, es necesario primero diferenciarlo de otros gatos que viven al aire libre.
Según Alley Cat Allies, una organización de protección para los felinos, un gato callejero “es un gato que ha sido socializado con personas en algún momento de su vida, pero que ha abandonado o perdido su hogar, así como la mayor parte del contacto y dependencia humana”. Esto lo diferencia de un gato completamente salvaje, que “es un gato que nunca ha tenido contacto con personas o que su relación con ellas ha disminuido con el tiempo”. Ambos tipos de gatos viven en condiciones que presentan serios desafíos para su supervivencia, a diferencia de los gatos domesticados que dependen del cuidado humano.
En general, la esperanza de vida de un gato callejero es mucho menor que la de un gato doméstico. El doctor Luqman Javed escribe para Catster que, “la esperanza de vida de un gato que vive al aire libre es de solo de dos a cinco años”, mientras que los gatos que viven exclusivamente en interiores pueden alcanzar los 17 años o más. Esta marcada diferencia se debe a la suma de todos los factores de riesgo que enfrentan los gatos en la calle.
Factores que afectan la esperanza de vida de los gatos callejeros:
- Acceso limitado a alimentos y refugio: uno de los principales problemas que enfrentan los gatos callejeros es la falta de alimentos y de un lugar seguro donde refugiarse de las adversidades climáticas. Estos felinos, a menudo, dependen de la basura, lo que no les proporciona una nutrición adecuada y puede ocasionar bacterias e infecciones en su organismo.
- Falta de atención veterinaria: mientras que los gatos que viven con humanos reciben tratamientos regulares, los gatos callejeros no tienen acceso a este tipo de cuidado. Esto significa que no están vacunados contra enfermedades y tampoco reciben tratamientos para prevenir infecciones o controlar parásitos. Muchos de ellos, tampoco están esterilizados.
- Ataques de otros animales: la vida al aire libre no solo implica amenazas de enfermedades y parásitos, sino también de otros animales. Los gatos callejeros pueden ser atacados por perros, otros gatos más territoriales, y en algunas áreas, por animales salvajes.
- Accidentes: según Catster, uno de los mayores peligros para los gatos que deambulan libremente, sean callejeros o domésticos, son los carros. Las calles representan una amenaza constante, y muchos gatos no tienen la capacidad de identificar los riesgos.
- Exposición a toxinas: los gatos callejeros también están expuestos a sustancias que pueden estar presentes en su entorno, ya sea en la basura, los jardines o incluso en las calles. Estas sustancias pueden incluir productos químicos tóxicos, veneno o desechos humanos. Sin un dueño que supervise lo que consumen o a lo que se exponen, la posibilidad de intoxicación es considerable.
- Crueldad humana: aunque actualmente, hay muchas personas y organizaciones dedicadas a ayudar a estos animales, también hay quienes los maltratan deliberadamente. Catster advierte que “algunas personas encuentran animales en la calle y optan por atraparlos, torturarlos o matarlos”, un triste recordatorio de que los gatos callejeros están constantemente expuestos a situaciones de maltrato.
Los peligros que enfrentan, desde enfermedades hasta accidentes, hacen que la vida en la calle sea difícil y corta para la mayoría de los gatos que no tienen hogar. Por lo tanto, si usted tiene un gato, ningún motivo es válido para abandonarlo y dejarlo expuesto a los peligros que hay en la calle. Y si aún no tiene un felino, opte por la adopción de animales que lo necesitan.
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