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De acuerdo con la Asociación Veterinaria Británica (BVA, por sus siglas en inglés), el microchip permite identificar, registrar y realizar un seguimiento oportuno a los animales de compañía que habitan en la ciudad. Además, es una forma segura, eficaz y permanente de garantizar que los peludos perdidos puedan reunirse de nuevo con sus dueños.
Por esta razón, y desde el año 2016, es obligatorio que todos los perros en Inglaterra, Escocia, Irlanda del Norte y Gales tengan un microchip y estén registrados en una base de datos autorizada cuando tengan ocho semanas de vida.
Es responsabilidad del cuidador asegurarse de que sus datos de contacto se mantengan actualizados cada año.
Microchips en gatos
Las autoridades inglesas, al ver la eficacia de la iniciativa, decidieron implementarla también en los gatos domésticos. Así fue como, y desde marzo del año 2023, el Parlamento hizo obligatorio el uso de microchips en gatos en toda Inglaterra.
Según la ley, a los felinos se les debe implantar un chip cuando cumplan las 20 semanas de edad y sus datos deberán estar al día. La medita también aplica para los gatos de interior, en caso de que escapen por una ventana o puerta abierta.
“Los gatos son miembros preciados de la familia y puede ser devastador para los dueños perderlos o ser robados. Legislar para el uso obligatorio de microchips en los gatos brindará consuelo a las familias al aumentar la probabilidad de que las mascotas perdidas o callejeras puedan reunirse con sus dueños”, dijo en su momento Thérèse Coffey, Secretaria de Medio Ambiente.
Las personas con gatos tendrán hasta el próximo 10 de junio para asegurarse de que su minino tenga un microchip, de no hacerlo, se podrían enfrentar a una multa de hasta más de 2 millones de pesos. En caso de que los gatos ya tengan chip, los cuidadores deberán asegurar de que sus datos están actualizados.
La ley no será obligatoria para los gatos que vivan en libertad y con poca o ninguna interacción o dependencia humana, como los gatos de granja, salvajes o comunitarios.
Según cifras oficiales del gobierno, hay más de 9 millones de gatos domésticos en Inglaterra, de los cuales 2,3 millones no tienen chip, lo que significa que sería muy difícil reunirlos con su dueño si se pierden o se los roban.
¿Por qué debería ponerle un microchip a mi gato?
Este pequeño artefacto, generalmente del tamaño de un grano de arroz, se inyecta entre los omóplatos del animal, justo debajo de la piel. El procedimiento, que solo puede ser realizado por un profesional, toma unos minutos, pero dura toda la vida. Como es una inyección, puede causar un poco de molestia en el peludo, pero la mayoría no siente “nada en absoluto”.
El chip, que cuesta entre 50 mil pesos y 150 mil pesos, es mucho más efectivo que un collar de identificación, ya que, en ocasiones, estos se pueden perder.
Según The Kennel Club, este tipo de identificación no es visible en el exterior y normalmente solo pueden acceder a ella los profesionales que trabajan con animales.
¿Qué información contiene el microchip de un gato?
Lo primero que usted debe saber es que el microchip, como tal, no contiene ninguno de sus datos personales, pues estos se deben mantener por separado en la base de datos de registro de microchips. “Cada microchip tiene un código único de 15 dígitos que debe registrarse en una base de datos de reunificación de mascotas”, explica The Kennel Club.
Los detalles que se guardan en una base de datos de microchips incluyen:
- El número de identificación único de su gato.
- Su nombre.
- Su dirección de domicilio.
- Su número de teléfono móvil, fijo y dirección de correo electrónico.
Además de tener un microchip, cualquier mascota que salga a la calle también debe llevar un collar con una etiqueta que tenga el nombre y la dirección del dueño.
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