¿Es mejor castrar o esterilizar a un gato? Estas son las diferencias

Pocas personas conocen la diferencia entre esterilizar y castrar a una mascota. Resulta que, a grandes rasgos, con la esterilización se mantiene intacta la sexualidad de la mascota, mientras que al someter a su peludo a la castración no podrá mantener relaciones sexuales, según explica el Hospital Clínico Veterinario UAX.

En ambos casos es imprescindible acudir a un veterinario especializado, para que recomiende la opción idónea que se ha de seguir en el caso específico de su mascota, ya que esta varía según los resultados que se estén buscando. Esto es lo que dicen los expertos del Hospital Clínico Veterinario UAX sobre ambos procedimientos:

Inicialmente, dejan en claro que las dos técnicas son idóneas para evitar la procreación. Pero, con la castración se extirpan las glándulas sexuales de la mascota con técnicas quirúrgicas que son más drásticas e invasivas que las que se emplean en la esterilización. Al castrar a un macho se le extirpan los testículos y en el caso de las hembras, los ovarios. Así se consigue la esterilidad y se pone fin a la actividad sexual.

Por el contrario, con la esterilización se emplea la laparoscopia, una técnica quirúrgica de mínima invasión, con la que también se evita la fertilidad del animal, pero con la diferencia de que el gato puede seguir manteniendo una conducta sexual normalizada.

Aunque la castración es más invasiva que la esterilización, tiene ventajas como: controlar el carácter o la conducta del animal en caso de que destaque por su agresividad, debido a la reducción de la cantidad de hormonas sexuales al castrar al animal. Asimismo, prevenir enfermedades relacionadas con las mamas o el útero, en el caso de las hembras, y las enfermedades de próstata en el caso de los machos, entre otros beneficios.

No obstante, la castración no aporta ningún beneficio terapéutico sobre ciertos problemas que pueda presentar el animal, como hiperactividad, ansiedad o problemas emocionales, entre otros aspectos.

Por otro lado, la castración genera un cambio hormonal. Por eso, el animal puede experimentar un aumento de peso, al disminuir el ritmo del metabolismo y aumentar el apetito. De todas formas, este aspecto no puede suponer un problema para su mascota si sigue una dieta alimenticia adecuada, bajo supervisión del veterinario, y si la actividad física forma parte del día a día del gato.

Con la esterilización se consigue reducir el riesgo de infecciones uterinas, tumores de mama, quistes ováricos, a la vez que se evitan los embarazos psicológicos, las complicaciones posparto, o los cambios de carácter en la perra cuando está en celo, entre otras dolencias.

Los expertos agregan que una de las grandes ventajas de la esterilización es el proceso posoperatorio, ya que, tras la intervención, el animal se recupera de forma más rápida, siendo un proceso menos doloroso y que apenas deja rastro de la operación. En el caso de los machos, la convalecencia dura unos tres días. Las hembras, por su parte, tardarán alrededor de una semana en recuperarse.

A este punto, con tantos beneficios y detalles, tal vez se pregunte cuál de las dos opciones es mejor. La respuesta a esta pregunta la tiene el veterinario que atienda a su mascota, ya que, según el caso de cada animal, en algunos será recomendable proceder a la castración, mientras que en otros casos será más adecuado para el animal recurrir a la esterilización.

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Pocas personas conocen la diferencia entre esterilizar y castrar a una mascota. Resulta que, a grandes rasgos, con la esterilización se mantiene intacta la sexualidad de la mascota, mientras que al someter a su peludo a la castración no podrá mantener relaciones sexuales, según explica el Hospital Clínico Veterinario UAX.

En ambos casos es imprescindible acudir a un veterinario especializado, para que recomiende la opción idónea que se ha de seguir en el caso específico de su mascota, ya que esta varía según los resultados que se estén buscando. Esto es lo que dicen los expertos del Hospital Clínico Veterinario UAX sobre ambos procedimientos:

Inicialmente, dejan en claro que las dos técnicas son idóneas para evitar la procreación. Pero, con la castración se extirpan las glándulas sexuales de la mascota con técnicas quirúrgicas que son más drásticas e invasivas que las que se emplean en la esterilización. Al castrar a un macho se le extirpan los testículos y en el caso de las hembras, los ovarios. Así se consigue la esterilidad y se pone fin a la actividad sexual.

Por el contrario, con la esterilización se emplea la laparoscopia, una técnica quirúrgica de mínima invasión, con la que también se evita la fertilidad del animal, pero con la diferencia de que el gato puede seguir manteniendo una conducta sexual normalizada.

Aunque la castración es más invasiva que la esterilización, tiene ventajas como: controlar el carácter o la conducta del animal en caso de que destaque por su agresividad, debido a la reducción de la cantidad de hormonas sexuales al castrar al animal. Asimismo, prevenir enfermedades relacionadas con las mamas o el útero, en el caso de las hembras, y las enfermedades de próstata en el caso de los machos, entre otros beneficios.

No obstante, la castración no aporta ningún beneficio terapéutico sobre ciertos problemas que pueda presentar el animal, como hiperactividad, ansiedad o problemas emocionales, entre otros aspectos.

Por otro lado, la castración genera un cambio hormonal. Por eso, el animal puede experimentar un aumento de peso, al disminuir el ritmo del metabolismo y aumentar el apetito. De todas formas, este aspecto no puede suponer un problema para su mascota si sigue una dieta alimenticia adecuada, bajo supervisión del veterinario, y si la actividad física forma parte del día a día del gato.

Con la esterilización se consigue reducir el riesgo de infecciones uterinas, tumores de mama, quistes ováricos, a la vez que se evitan los embarazos psicológicos, las complicaciones posparto, o los cambios de carácter en la perra cuando está en celo, entre otras dolencias.

Los expertos agregan que una de las grandes ventajas de la esterilización es el proceso posoperatorio, ya que, tras la intervención, el animal se recupera de forma más rápida, siendo un proceso menos doloroso y que apenas deja rastro de la operación. En el caso de los machos, la convalecencia dura unos tres días. Las hembras, por su parte, tardarán alrededor de una semana en recuperarse.

A este punto, con tantos beneficios y detalles, tal vez se pregunte cuál de las dos opciones es mejor. La respuesta a esta pregunta la tiene el veterinario que atienda a su mascota, ya que, según el caso de cada animal, en algunos será recomendable proceder a la castración, mientras que en otros casos será más adecuado para el animal recurrir a la esterilización.

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