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Al describir el sabor de un alimento, el humano comúnmente piensa en si es ácido, amargo, salado o dulce. Sin embargo, hay una quinta sensación que se puede provocar en el paladar, se trata del umami, aunque poco identificable para muchos, es el que genera mayor gusto en los gatos, que está presente –por ejemplo– en pescados como el atún.
“El sabor favorito de los gatos es el del pescado. Se clasifica como umami. Esto se debe a que los felinos tienen ciertos componentes en las papilas gustativas y en sus genes que les permiten detectar mejor este sabor”, dijo Carlos Cifuentes, médico veterinario de Pet Food Institute a La Red Zoocial.
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Al respecto, los autores del estudio: Percepción del gusto umami y preferencias del gato doméstico (Felis catus), un carnívoro obligado, comparten que luego de realizar una secuenciación genética de una lengua de gato, se descubrió que las papilas gustativas tenían Tas1r1 y Tas1r3, dos genes que codifican proteínas que se unen a las papilas gustativas para formar un receptor que puede identificar el umami.
Asimismo, indican que estas mascotas no son capaces de percibir lo dulce, pues este tipo de alimento no tiene las proteínas necesarias para reconocer este sabor. Del mismo modo, tampoco pueden identificar muy bien los sabores amargos.
Scott McGrane, el científico y autor principal del estudio, para certificar el favoritismo de los gatos hacia lo umami, realizó una prueba con 25 felinos. Esta consistió en poner un par de recipientes con agua: en uno, varias mezclas de aminoácidos y nucleótidos; y en el segundo, solo agua.
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Los felinos mostraron una notable preferencia por el líquido con moléculas presentes en alimentos ricos en umami, lo que sugiere, según el estudio, que este sabor les encanta. No obstante, también se acercaron a los recipientes que contenían histidina y monofosfato de inosina, dos compuestos que se encuentran en niveles especialmente altos en el atún: “Era una de las combinaciones preferidas”, aseguró McGrane.
Por otro lado, Cifuentes explica que otras formas de notar que a un gato le gusta su alimento, es observando sus comportamientos a la hora de la ingesta. “Cuando un sabor les gusta, lo mastican, lo saborean. Pueden adoptar actitudes corporales como movimiento de la cola, están tranquilos al momento de comer. Cuando no les gusta, lo primero que hacen es salivar bastante, se erizan, huyen o sacuden la cabeza para escupir el alimento”, agregó el veterinario.
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