“Increíble que siga vivo”: gato negro se reencontró con su dueña luego de dos años
El felino había estado viviendo a pocas cuadras de su hogar durante todo este tiempo.
Maureen, residente de Nueva Jersey, Estados Unidos, había perdido casi toda esperanza de volver a ver a su querido gato negro, Kirby, tras más de dos años de ausencia.
Sin embargo, el destino tenía otros planes para Kirby y Maureen, pues el animal había estado viviendo a pocas cuadras de su hogar durante todo este tiempo. Su inesperado regreso se produjo cuando fue llevado por una mujer a un refugio local, donde los trabajadores, gracias a un escaneo rutinario, descubrieron un microchip implantado debajo de su piel.
Al contactar a Maureen, la alegría de saber que su mascota estaba viva se vio ensombrecida por una nueva realidad: su vida había cambiado drásticamente en los últimos dos años. Ahora, con dos perros y dos gatos más en casa, no estaba segura de poder hacerse cargo de otro animal. A pesar de sus dudas, la idea de dejar a Kirby en el refugio le resultaba insoportable.
Pero la historia dio un giro aún más sorprendente. Sonia, la mujer que había llevado a Kirby al refugio, experimentó un cambio de corazón y decidió adoptarlo. Richard Adamonis, voluntario del refugio, describió en redes sociales, el encuentro como un verdadero milagro: “Mientras Maureen se reencontraba con Kirby, Sonia regresó al refugio y expresó su deseo de quedarse con él”.
Kirby, según Adamonis, se encontraba en excelentes condiciones, considerando el tiempo que había pasado al aire libre, pues había deambulado por los alrededores de la casa de Sonia durante varios días antes de que ella decidiera llevarlo al refugio.
Según la Asociación Americana de Medicina Veterinaria (AVMA), millones de perros y gatos se pierden o son robados cada año en los Estados Unidos. Aunque solo un pequeño porcentaje de los perros perdidos que ingresan a los refugios son devueltos a sus dueños, las posibilidades aumentan drásticamente si el animal tiene un microchip.
La historia de Kirby y Maureen es un testimonio de la fuerza del vínculo humano-animal y de la importancia de la responsabilidad. Es una historia que inspira a valorar las mascotas y a tomar las medidas necesarias para garantizar su seguridad y bienestar.
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Maureen, residente de Nueva Jersey, Estados Unidos, había perdido casi toda esperanza de volver a ver a su querido gato negro, Kirby, tras más de dos años de ausencia.
Sin embargo, el destino tenía otros planes para Kirby y Maureen, pues el animal había estado viviendo a pocas cuadras de su hogar durante todo este tiempo. Su inesperado regreso se produjo cuando fue llevado por una mujer a un refugio local, donde los trabajadores, gracias a un escaneo rutinario, descubrieron un microchip implantado debajo de su piel.
Al contactar a Maureen, la alegría de saber que su mascota estaba viva se vio ensombrecida por una nueva realidad: su vida había cambiado drásticamente en los últimos dos años. Ahora, con dos perros y dos gatos más en casa, no estaba segura de poder hacerse cargo de otro animal. A pesar de sus dudas, la idea de dejar a Kirby en el refugio le resultaba insoportable.
Pero la historia dio un giro aún más sorprendente. Sonia, la mujer que había llevado a Kirby al refugio, experimentó un cambio de corazón y decidió adoptarlo. Richard Adamonis, voluntario del refugio, describió en redes sociales, el encuentro como un verdadero milagro: “Mientras Maureen se reencontraba con Kirby, Sonia regresó al refugio y expresó su deseo de quedarse con él”.
Kirby, según Adamonis, se encontraba en excelentes condiciones, considerando el tiempo que había pasado al aire libre, pues había deambulado por los alrededores de la casa de Sonia durante varios días antes de que ella decidiera llevarlo al refugio.
Según la Asociación Americana de Medicina Veterinaria (AVMA), millones de perros y gatos se pierden o son robados cada año en los Estados Unidos. Aunque solo un pequeño porcentaje de los perros perdidos que ingresan a los refugios son devueltos a sus dueños, las posibilidades aumentan drásticamente si el animal tiene un microchip.
La historia de Kirby y Maureen es un testimonio de la fuerza del vínculo humano-animal y de la importancia de la responsabilidad. Es una historia que inspira a valorar las mascotas y a tomar las medidas necesarias para garantizar su seguridad y bienestar.
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