Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
Los gatos pueden expresar su afecto mediante el movimiento de su cola, mostrando su conexión con las personas cercanas o de confianza. Cuando levantan la cola verticalmente con una ligera curva en la punta, indican comodidad y afecto hacia quienes los rodean.
Del mismo modo, cuando un gato llega a la cama de su propietario, rozando su piel, es probable que esté buscando un momento de afecto y de mimos. Lo mismo ocurre si muestra su barriga, indicando que se siente seguro para jugar y recibir caricias en su parte más delicada.
Además, los dueños deben prestar atención a la posición de su cabeza y cola; su posición puede revelar sus sentimientos y si está listo para jugar o recibir muestras de cariño. Por ello, una cabeza erguida o inclinada hacia adelante indica bienestar y confianza. Una cola rígida o vibrante expresa emoción y placer, mientras que una cola arqueada sugiere curiosidad, intriga e incluso inseguridad.
No obstante, algunos felinos que, en un inicio, eran distantes con sus dueños, pueden volverse cariñosos de repente. Aunque hay varias razones potenciales, un desencadenante común es un cambio en su entorno o rutina, lo que puede desequilibrar su contexto. Los felinos también pueden volverse más cariñosos o pegajosos cuando experimentan dolor, malestar, enfermedad, estrés o ansiedad. Por ello, es importante estar pendientes ante cualquier cambio de comportamiento o signo de malestar físico para poder abordar el problema lo antes posible.
Según explica el portal The Wildest, la solución puede ser brindarle más atención, pero cualquier cambio persistente o preocupante en el comportamiento de un felino debe ser consultado con un veterinario o un especialista en comportamiento animal.
El apego repentino puede verse con maullidos persistentes o el insistir en llamar la atención al tocar con las patas a sus dueños. El portal The Wildest asegura que, entre otros factores, se incluyen los siguientes para explicar el apego:
- Cambios en la rutina: los gatos son criaturas de hábitos, y cualquier cambio en su rutina puede desconcertarlos y llevarlos a comportarse de manera más apegada, en busca de seguridad.
- Ansiedad por separación: aunque no lo expresan como los perros, los gatos también pueden extrañar a sus humanos cuando pasan más tiempo fuera de casa, mostrándose más apegados, en busca de consuelo.
- Estrés y enfermedad: el estrés, cambios en el entorno o problemas médicos pueden hacer que los gatos busquen más cercanía y afecto como una forma de afrontar estas situaciones.
- Comportamiento en celo: las gatas pueden volverse más afectuosas durante el celo, buscando atención y compañía de forma intensa.
- Vejez: a medida que envejecen, los gatos pueden volverse más pegajosos en busca de confort y compañía.