Las razas de gato que parecen tigres
Varios propietarios tienen este tipo de felinos por su aspecto salvaje y natural. ¿Cuál es su favorito?
En el mundo animal, existen varios fenómenos que llaman la atención por su majestuosidad y capacidad para cautivar a los propietarios de animales: un ejemplo de ello son los gatos que tienen un sorprendente parecido con los tigres. Estos felinos domésticos exhiben una elegancia y belleza que recuerda a los grandes depredadores de la selva. Desde sus distintivas rayas hasta su porte majestuoso, en este artículo exploraremos los mininos que tienen una apariencia similar a los grandes felinos del mundo.
Leer: ¿Qué cosas pueden percibir los gatos?
Gato bengalí
El gato bengalí es parte de una cepa creada en los años 60 en Estados Unidos, probablemente mezclando gatos caseros y leopardos asiáticos. Este felino destaca por su cuerpo fuerte y musculoso, además de contar con una piel suave con un patrón de rayas similar al de los tigres.
De acuerdo con Hillspet, el origen de esta especie felina estuvo envuelta en controversia. Las preocupaciones giraban en torno a que más gatos salvajes fueran utilizados para la crianza doméstica, y que la parte salvaje del gato bengalí no pudiera eliminarse, a pesar de su domesticación. Sin embargo, los registros de felinos prohíben que los bengalíes de exhibición mantengan una conexión demasiado estrecha con sus ancestros salvajes.
Gato savannah
Según explica el sitio web Purina, el savannah es un gato de constitución alta y esbelta con patas largas. Su tamaño definitivo varía dependiendo de cuán cercana está la descendencia al cruce inicial, ya que las primeras generaciones suelen ser más grandes.
Generalmente, los machos savannah son de mayor tamaño que las hembras. Esto se debe a la complejidad genética de la hibridación de este felino, pues hay una considerable variabilidad en cuanto al tamaño, incluso entre los gatos de una misma camada. Su peso suele oscilar entre 4,5 y 10 kg.
Leer: Rescatan a 23 animales que se encontraban en malas condiciones en locales de la Av. Caracas
La procedencia de esta raza es motivo de debate, ya que son el producto del cruce entre un gato doméstico y un serval, un felino salvaje africano de tamaño medio y orejas prominentes. Estos cruces iniciales se reprodujeron y los gatos que resultaron fueron considerados domésticos. La raza surgió aproximadamente en la década de los ochenta y ha sido reconocida como tal por una de las asociaciones de amantes de los gatos.
El gato absinio
Como explica el portal Purina, el gato absinio se asemeja a un tigre para algunos dueños y a un puma para otros, pero una cosa es segura: este gato nació para ser salvaje. Estos felinos están saltando de forma constante, teniendo carreras y escaladas, como parte de una rutina bien practicada, que se remonta a su ancestro, el gato salvaje africano. Otro rasgo distintivo transmitido por los ancestros felinos es el aspecto “atigrado”, causado por bandas de colores en cada pelo.
Estos animales son energéticos y juguetones, pero también pueden resultar siendo sorprendentemente tranquilos, lo que los convierte en compañeros cariñosos y templados. No suelen ser los típicos gatos de regazo, pero son inteligentes, juguetones y afectuosos.
Mau egipcio
De acuerdo con la Asociación Internacional de Gatos (TICA), el mau egipcio posee una gran agilidad y disfruta escalando y saltando. Estos animales se destacan por ser inteligentes y observadores, además de que suelen aprender por sí mismos cómo abrir puertas y cajones. Cuentan con bastante energía, tienen una inclinación por sentarse en el regazo y acurrucarse con sus dueños.
“A pesar de su sorprendente capacidad atlética y fuerza física, el mau egipcio muestra un carácter apacible y reservado. Disfruta siendo parte de la familia, pero mantiene cautela con los extraños. La socialización temprana es fundamental, de lo contrario, podrían asustarse fácilmente ante ruidos o situaciones inesperadas”, indica el sitio web de TICA.
Leer: ¿Por qué los gatos eligen a una persona para dormir?
Gato bombay
El bombay es el fruto del cruce entre un burmés de tono marrón y el american shorthair. Nikki Shuttleworth Horner, la criadora responsable del desarrollo de esta raza, buscaba criar un gato burmés de color negro. Esta cruza tuvo lugar en Estados Unidos a finales de la década de 1950.
Este gato también es reconocido como “el gato negro” o “pantera negra”, en homenaje al leopardo negro, habitante natural de la ciudad india de bombay.
Al igual que muchas otras razas felinas, este gato se distingue por su alta inteligencia, afecto hacia sus dueños y apego: además, no tolera estar solo por largos períodos de tiempo. Suele llevarse bien tanto con otros animales como con personas, convirtiéndolo en la mascota ideal para niños o familias que están experimentando por primera vez la convivencia con un gato.
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En el mundo animal, existen varios fenómenos que llaman la atención por su majestuosidad y capacidad para cautivar a los propietarios de animales: un ejemplo de ello son los gatos que tienen un sorprendente parecido con los tigres. Estos felinos domésticos exhiben una elegancia y belleza que recuerda a los grandes depredadores de la selva. Desde sus distintivas rayas hasta su porte majestuoso, en este artículo exploraremos los mininos que tienen una apariencia similar a los grandes felinos del mundo.
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Gato bengalí
El gato bengalí es parte de una cepa creada en los años 60 en Estados Unidos, probablemente mezclando gatos caseros y leopardos asiáticos. Este felino destaca por su cuerpo fuerte y musculoso, además de contar con una piel suave con un patrón de rayas similar al de los tigres.
De acuerdo con Hillspet, el origen de esta especie felina estuvo envuelta en controversia. Las preocupaciones giraban en torno a que más gatos salvajes fueran utilizados para la crianza doméstica, y que la parte salvaje del gato bengalí no pudiera eliminarse, a pesar de su domesticación. Sin embargo, los registros de felinos prohíben que los bengalíes de exhibición mantengan una conexión demasiado estrecha con sus ancestros salvajes.
Gato savannah
Según explica el sitio web Purina, el savannah es un gato de constitución alta y esbelta con patas largas. Su tamaño definitivo varía dependiendo de cuán cercana está la descendencia al cruce inicial, ya que las primeras generaciones suelen ser más grandes.
Generalmente, los machos savannah son de mayor tamaño que las hembras. Esto se debe a la complejidad genética de la hibridación de este felino, pues hay una considerable variabilidad en cuanto al tamaño, incluso entre los gatos de una misma camada. Su peso suele oscilar entre 4,5 y 10 kg.
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La procedencia de esta raza es motivo de debate, ya que son el producto del cruce entre un gato doméstico y un serval, un felino salvaje africano de tamaño medio y orejas prominentes. Estos cruces iniciales se reprodujeron y los gatos que resultaron fueron considerados domésticos. La raza surgió aproximadamente en la década de los ochenta y ha sido reconocida como tal por una de las asociaciones de amantes de los gatos.
El gato absinio
Como explica el portal Purina, el gato absinio se asemeja a un tigre para algunos dueños y a un puma para otros, pero una cosa es segura: este gato nació para ser salvaje. Estos felinos están saltando de forma constante, teniendo carreras y escaladas, como parte de una rutina bien practicada, que se remonta a su ancestro, el gato salvaje africano. Otro rasgo distintivo transmitido por los ancestros felinos es el aspecto “atigrado”, causado por bandas de colores en cada pelo.
Estos animales son energéticos y juguetones, pero también pueden resultar siendo sorprendentemente tranquilos, lo que los convierte en compañeros cariñosos y templados. No suelen ser los típicos gatos de regazo, pero son inteligentes, juguetones y afectuosos.
Mau egipcio
De acuerdo con la Asociación Internacional de Gatos (TICA), el mau egipcio posee una gran agilidad y disfruta escalando y saltando. Estos animales se destacan por ser inteligentes y observadores, además de que suelen aprender por sí mismos cómo abrir puertas y cajones. Cuentan con bastante energía, tienen una inclinación por sentarse en el regazo y acurrucarse con sus dueños.
“A pesar de su sorprendente capacidad atlética y fuerza física, el mau egipcio muestra un carácter apacible y reservado. Disfruta siendo parte de la familia, pero mantiene cautela con los extraños. La socialización temprana es fundamental, de lo contrario, podrían asustarse fácilmente ante ruidos o situaciones inesperadas”, indica el sitio web de TICA.
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Gato bombay
El bombay es el fruto del cruce entre un burmés de tono marrón y el american shorthair. Nikki Shuttleworth Horner, la criadora responsable del desarrollo de esta raza, buscaba criar un gato burmés de color negro. Esta cruza tuvo lugar en Estados Unidos a finales de la década de 1950.
Este gato también es reconocido como “el gato negro” o “pantera negra”, en homenaje al leopardo negro, habitante natural de la ciudad india de bombay.
Al igual que muchas otras razas felinas, este gato se distingue por su alta inteligencia, afecto hacia sus dueños y apego: además, no tolera estar solo por largos períodos de tiempo. Suele llevarse bien tanto con otros animales como con personas, convirtiéndolo en la mascota ideal para niños o familias que están experimentando por primera vez la convivencia con un gato.
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