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Contrario a lo que muchos piensan, la lactosa puede causar problemas en los intestinos de los felinos. Por ello, Purina, empresa encargada de la alimentación y el bienestar animal, aclara este mito en su página web y, además, explica hasta cuándo una mascota puede beber leche y cómo este líquido afecta a su salud.
Inicialmente, se debe tener en cuenta que –como sucede con las personas– los felinos consumen leche producida por sus madres a temprana edad, ya que es suficiente para proporcionar todos los nutrientes necesarios.
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Sin embargo, al llegar a la adultez, no necesitan ingerir este alimento en su dieta. Al ofrecerle a la mascota leche que no sea de su madre se corre el riesgo de desencadenarle alergia. Pues, puede haber intolerancia a la lactosa producida por el déficit de lactasa, una enzima digestiva.
Por lo general, el felino toma este líquido hasta las cuatro semanas de vida y es la única forma en la que se alimenta, debido a que las proteínas que contiene esta dieta son vitales para su desarrollo. Luego de este periodo, entre la octava y la décima semana, se pasa a alimentos sólidos.
Una vez que la mascota deja de consumir la leche materna, pierde la capacidad de procesarla. Según Jan Dempsey, nutricionista principal de Purina, “los gatos generalmente pierden su capacidad de digerir el azúcar que se encuentra en la leche después del destete porque los alimentos sólidos toman su lugar y ya no la necesitan. Sin embargo, esto varía, y algunos gatos pueden digerir el azúcar de la leche incluso en la edad adulta”.
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Así que no importa si se le da la leche de la más alta calidad, aquella que proviene de la madre es la que se recomienda para la nutrición del gato y solo a muy temprana edad. Las consecuencias de tomar líquido de vaca, por ejemplo, se ven reflejadas en la salud, ya que provoca sobrepeso, diarrea, vómitos, hinchazón, gases u otros problemas intestinales.
La leche de vaca no es saludable para la mayoría de gatos, por esto no debe reemplazar ninguna comida balanceada, pues no proporciona los nutrientes esenciales para mantener un buen estado de salud de su mascota. Además, puede promover aumento de peso en su felino gracias a la cantidad de azúcares que contienen los productos lácteos.
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