¿Por qué no debería tocar las patas de su gato?
Estos son los principales motivos por los que acerarse a las extremidades de un felino es mala idea. Le contamos más al respecto.
Acariciar el pelaje de los gatos puede ser el hobby favorito de quienes tienen a estas mascotas en casa, ya que es una forma de relajarse y conectar con estos animales. Sin embargo, los felinos “odian” que toquemos algunas partes de sus cuerpos, como: las patas, su panza y la cola.
Las patas, en especial, son una parte muy sensible, ya que cuentan con numerosas terminaciones nerviosas y vasos sanguíneos, lo que explica por qué a muchos de los gatos les disgusta que siquiera rocen estas partes de su cuerpo, según Experto Animal, sitio web especializado en bienestar de mascotas.
Además, sus almohadillas tienen receptores que les indican cómo está el terreno que pisan, su presa o la temperatura del lugar. Asimismo, a través de estas estructuras sudan y marcan territorio. En La Red Zoocial le explicamos los seis motivos por los que debería abstenerse de tocar las patas de su gato:
- Quiere proteger sus uñas: dentro de los dedos del felino se encuentran sus uñas y, para ellos, estas son un tesoro, las defienden, las cuidan y las esconden con mucha dedicación. Así que no se suelen fiar de las intenciones de las personas, pese a ser su tutor y darle cariño todos los días, las protegen tanto debido a que son su herramienta para defenderse ante posibles atacantes.
- No quiere aceptarlo: si un extraño se acerca a las patas del gato, este se estresará o molestará y evitará que toquen sus patas. Además, rechazarlo es una posible forma de decir: “no lo quiero en mi casa”.
- Traumatismo pasado: si su gato con anterioridad ha pasado un periodo traumático que le causó un gran dolor en sus patas, o si ha sido atropellado y operado por alguna fractura, protegerá especialmente esa zona, ya que le recuerda a un gran dolor que pasó y presiente que si lo toca le podrá volver a doler.
- No lo acaricia correctamente: evite apretar las extremidades de los gatos, acariciarlos a contrapelo, tomarlos a la fuerza y los tirones. Si no se le acaricia correctamente, puede ser desagradable para ellos, sintiendo incluso dolor y malestar. Si alguna vez lo ha hecho, especialmente en las patas, estas mascotas evitarán que lo vuelva a hacer por su elevada sensibilidad en la zona y por todo lo que quieren proteger de las mismas.
- Artrosis: esta es una enfermedad molesta y dolorosa que aparece con el desgaste en el cartílago de las articulaciones, además produce la exposición del hueso. También puede ser secundaria a traumatismos o malformación de la articulación. Lo que hará que el felino reaccione al ser tocado justo en su herida.
- Sus gustos: los felinos adoran que les acaricie la cabeza, la frente, la nuca, el lomo hasta la base de la cola, pero evitando las patas, la cola y la panza. Son simplemente preferencias.
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Acariciar el pelaje de los gatos puede ser el hobby favorito de quienes tienen a estas mascotas en casa, ya que es una forma de relajarse y conectar con estos animales. Sin embargo, los felinos “odian” que toquemos algunas partes de sus cuerpos, como: las patas, su panza y la cola.
Las patas, en especial, son una parte muy sensible, ya que cuentan con numerosas terminaciones nerviosas y vasos sanguíneos, lo que explica por qué a muchos de los gatos les disgusta que siquiera rocen estas partes de su cuerpo, según Experto Animal, sitio web especializado en bienestar de mascotas.
Además, sus almohadillas tienen receptores que les indican cómo está el terreno que pisan, su presa o la temperatura del lugar. Asimismo, a través de estas estructuras sudan y marcan territorio. En La Red Zoocial le explicamos los seis motivos por los que debería abstenerse de tocar las patas de su gato:
- Quiere proteger sus uñas: dentro de los dedos del felino se encuentran sus uñas y, para ellos, estas son un tesoro, las defienden, las cuidan y las esconden con mucha dedicación. Así que no se suelen fiar de las intenciones de las personas, pese a ser su tutor y darle cariño todos los días, las protegen tanto debido a que son su herramienta para defenderse ante posibles atacantes.
- No quiere aceptarlo: si un extraño se acerca a las patas del gato, este se estresará o molestará y evitará que toquen sus patas. Además, rechazarlo es una posible forma de decir: “no lo quiero en mi casa”.
- Traumatismo pasado: si su gato con anterioridad ha pasado un periodo traumático que le causó un gran dolor en sus patas, o si ha sido atropellado y operado por alguna fractura, protegerá especialmente esa zona, ya que le recuerda a un gran dolor que pasó y presiente que si lo toca le podrá volver a doler.
- No lo acaricia correctamente: evite apretar las extremidades de los gatos, acariciarlos a contrapelo, tomarlos a la fuerza y los tirones. Si no se le acaricia correctamente, puede ser desagradable para ellos, sintiendo incluso dolor y malestar. Si alguna vez lo ha hecho, especialmente en las patas, estas mascotas evitarán que lo vuelva a hacer por su elevada sensibilidad en la zona y por todo lo que quieren proteger de las mismas.
- Artrosis: esta es una enfermedad molesta y dolorosa que aparece con el desgaste en el cartílago de las articulaciones, además produce la exposición del hueso. También puede ser secundaria a traumatismos o malformación de la articulación. Lo que hará que el felino reaccione al ser tocado justo en su herida.
- Sus gustos: los felinos adoran que les acaricie la cabeza, la frente, la nuca, el lomo hasta la base de la cola, pero evitando las patas, la cola y la panza. Son simplemente preferencias.
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