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Los gatos, junto a los perros, son los animales de compañía más comunes en la actualidad. Sin embargo, al hacer una comparación con los caninos, se sabe menos sobre el comportamiento y la personalidad de los felinos.
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Ante esta situación, y con el objetivo de identificar problemas y factores de riesgo relacionados con los gatos, varios científicos, etólogos y médicos veterinarios se han interesado en estudiar todo lo relacionado con estos animales, especialmente su personalidad, ya que se puede conectar con problemas de comportamiento, como la agresividad.
De hecho, varios felinos detestan los abrazos. Esto se debe a que no les gusta que los sostengan en contra de su voluntad, especialmente con fuerza. Es común ver a felinos retorciéndose, maullando, jadeando e incluso atacando a las personas que los abrazan.
Experto Animal afirma que uno de los mayores temores que tienen los felinos es cuando sus propietarios intentan abrazarlos, especialmente cuando este gesto es fuerte e inesperado. Los felinos no son los peluches de sus propietarios, por lo que sentirse restringidos puede causarles pánico, problemas de comportamiento y rechazo con el contacto de sus dueños en el futuro.
No obstante, otros felinos sí disfrutan del contacto físico y las caricias. Entonces, ¿qué es lo que diferencia a los animales que disfrutan el contacto físico de aquellos que no lo hacen?
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En primer lugar, como explica el portal PetMD, la socialización temprana es la clave para conseguir que estos animales se sientan cómodos con los abrazos. Si los propietarios tienen a sus gatos desde edades tempranas, y ellos crecen acostumbrándose a los abrazos, es mucho más probable que puedan disfrutar (o solo tolerar) este gesto de afecto, a diferencia de, por ejemplo, un gato adulto recién llegado al hogar.
Varias explicaciones para la agresividad en felinos ocurren cuando varias personas comienzan a molestarlos y fastidiarlos, cargándolos, acariciándolos, jugando de forma brusca y generándoles ansiedad. “El hecho de que el gato haya tenido una mala infancia y que, además, tenga un trato invasivo por parte de las personas, va a hacer que este gato se exprese mucho con sus garras y dientes y, por ello, a ver como presas y objetivo de juego a las personas. Las personas le enseñan al gato a jugar brusco”, comenta Paola Cardona, médica veterinaria experta en comportamiento de felinos con más de 14 años de experiencia para La Red Zoocial.
Nuevamente, el portal PetMD asegura que existen algunas razas de felinos que pueden ser más receptivas al tacto, como los ragdoll, el fold escocés y el gato esfinge. Gracias a su temperamento tranquilo, estas razas pueden disfrutar del contacto más que otras.
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No obstante, la personalidad de los felinos puede variar dependiendo de sus experiencias de vida. Por ello, un gato ragdoll puede sentirse sofocado y rechazar los abrazos al igual que cualquier otro animal.
Otro factor que puede influir en la forma en que los gatos responden a los abrazos es la forma en que sus dueños brindan este gesto afectivo. Si, por ejemplo, los propietarios se acercan a las mascotas como un depredador, invadiendo su espacio personal y sofocándolos, o los atrapan con la guardia baja, probablemente ellos reaccionarán de forma agresiva.
¿Cómo saber si mi gato disfruta los abrazos?
Mónica Alejandra Arciniegas, médica veterinaria y zootecnista de la Universidad de Ciencias Aplicadas y Ambientales UDCA, le explicó a La Red Zoocial que los felinos pueden disfrutar al ser acariciados cuando tienen una personalidad sociable. “Sin embargo, las partes que se deberían evitar más, si el felino no nos conoce, son la barriga o zona ventral, las patas, la cola y las almohadillas”, explica Arciniegas.
Los felinos comunican si rechazan o disfrutan de los abrazos a través de su lenguaje corporal. Por ejemplo, los gatos que se sienten cómodos con el contacto físico probablemente comenzarán a ronronear, dar cabezazos y se acercarán a las personas para buscar más caricias.
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Por otro lado, los felinos que no disfrutan los abrazos intentarán escapar de sus dueños, gruñirán, pondrán para atrás sus orejas y moverán su cola. De hecho, algunos felinos pueden frotarse con sus propietarios y recibir los mimos de forma constante, pero esto no significa que estén disfrutando las caricias que reciben. Algunos gatos deciden girar bruscamente su cabeza hacia las manos de los dueños para mostrar rechazo. También, pueden girar su cabeza para mirarlos o dejar de incentivar la interacción, dejando de ronronear.
“Usted también podrá notar que el animal se está lamiendo su nariz, sacudiendo su cabeza, moviendo su cola y manteniéndola de forma horizontal (la cola de forma vertical suele estar asociada a una excitación positiva)”, explicó Lauren Finka para Science Focus.
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Algunos, incluso, pueden insinuar de forma sutil que no les gustan los abrazos. Por ello, pueden paralizarse y permitir las caricias, pero mantienen sus pupilas dilatadas y una expresión de estrés.
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