Varios individuos que han decidido adoptar un gato saben lo increíbles y amorosos que son estos animales. Si bien existen mitos en torno a ellos y su personalidad, los mininos son una de las mejores cosas que pueden pasarle a los amantes de animales.
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No obstante, algunos individuos pueden resistirse a adoptar felinos, por su pelaje o las posibles enfermedades que pueden derivarse de ellos. Juan David Patiño, médico veterinario y Presidente de la asociación Colombiana de Dermatología Veterinaria (juandermatologia), asegura que los pelos de gatos pueden ocasionar dos consecuencias en las personas: primero, las reacciones alérgicas. La saliva del gato puede esparcirse en su pelaje cuando el felino se acicala con su lengua y depositar un antígeno (Fel-d-1) que está presente en su saliva, por lo que podría terminar impregnando todos sus pelos con este líquido. De hecho, varios artículos muestran que algunas personas son alérgicas a este tipo de saliva.
La segunda consecuencia está asociada con los parásitos. Por ejemplo, los parásitos intestinales son comunes en felinos que no son aseados o que vienen de la calle.“Si no hay condiciones higiénicas mínimas, algunos humanos pueden infectarse por vía oral”, comenta Juan David Patiño.
Existen hongos, llamados dermatofitos, que pueden estar presentes en el pelo de los felinos y que pueden infectar a algunos seres humanos u animales. De hecho, el pelo de gato también puede generar problemas en otras mascotas. Hay felinos que pueden ser alérgicos a otros felinos, e incluso algunos perros pueden ser alérgicos a los pelos de gatos.
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En la piel de los felinos también pueden existir parásitos, conocidos como sarnas, que pueden afectar a otros animales. Los ectoparásitos, principalmente las pulgas, también podrían perjudicar a las otras mascotas del hogar.
“La principal recomendación es realizar la visita al veterinario, para que el profesional individualice el caso del gato, sus necesidades y el cuidado de piel y pelaje, que puede variar entre las distintas razas de animales”, reconoce Juan David Patiño.
Entre las recomendaciones de aseo, se encuentra hacer baños entre dos a cuatro veces al año, siempre y cuando los propietarios cepillen el pelaje de su gato con cepillos especiales, pues los que tienen mala calidad pueden generar un daño hacia la piel de la mascota. “Se pueden utilizar productos de aseo continuos, la mayoría de estos, que vienen en espuma y pueden usarse para asear al gato de forma frecuente. También, se recomienda que la piel y el pelaje sean bañados con champús cosméticos con propiedades que beneficien al gato”.
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Existen champús que son para pacientes enfermos y otros para aquellos que están sanos. Como explica Juan David Patiño, los gatos que no tienen enfermedades, idealmente, deberían bañarse con champús de origen cosmético.
“Para el cuidado de la piel, y por un tema de responsabilidad entre las mascotas, se le recomienda a los propietarios tener buen control de pulgas, porque son una plaga que se puede extender fácilmente”, comenta Juan David Patiño.
Por último, el peso de los gatos también puede afectar su higiene. “El peso puede afectar el acicalamiento o lamido que el felino hace para realizar un auto-aseo. Cuando los felinos tienen demasiado peso, habrá áreas corporales que no podrán asearse, que pueden generar fuertes problemas de piel. Para que un gato tenga una piel y un pelaje saludable, debe tener una condición corporal saludable, sin obesidad o peso”, explica el experto.
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