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Así puede lograr que su gato deje de maullar durante las noches

El maullido es la principal forma de comunicación que tiene el felino. Pero, la vocalización continua del gato puede significar problemas de estrés, dolor o ansiedad. Siga estas estrategias para tranquilizar a un gato que no para de hacer ruido.

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13 de agosto de 2023 - 07:37 p. m.
Los gatos son mucho más activos al amanecer y al anochecer, contrario a la creencia de que son nocturnos. Por esta razón, es en estos periodos de tiempo cuando nuestro felino pueden comenzar a maullar o a hacer algunos sonidos acordes con su instinto pidiendo comida o tiempo de juego.
Los gatos son mucho más activos al amanecer y al anochecer, contrario a la creencia de que son nocturnos. Por esta razón, es en estos periodos de tiempo cuando nuestro felino pueden comenzar a maullar o a hacer algunos sonidos acordes con su instinto pidiendo comida o tiempo de juego.
Foto: Pixabay

El maullido es el sonido más reconocido que realizan los felinos. De hecho, en el antiguo Egipto, se utilizaba la onomatopeya “miu” para referirse a ellos. Según la Fundación Affinity, este sonido no tiene un significado específico, pues puede significar distintos mensajes, dependiendo del contexto. Por ejemplo, un maullido cerca de una puerta cerrada puede significar que el gato quiere salir, o uno cerca a un platón vacío significa que el felino tiene hambre. Los gatos suelen utilizar el maullido, principalmente, en otras personas. Este es el motivo por el cual los gatos no maúllan entre ellos.

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¿Por qué los gatos maúllan sin parar?

Están enfermos: según el portal WebMD, si su gato está maullando sin parar, es recomendable que su veterinario lo revise de forma inmediata. Numerosas infecciones y enfermedades pueden causar que un gato sienta hambre o dolor, lo que conlleva en un maullido excesivo.

Tienen hambre: algunos felinos maúllan cada vez que una persona entra en la cocina, con el objetivo de conseguir alimento. Los gatos pueden volverse bastante vocales y expresivos cuando llega el momento de ser alimentados. El portal WebMD recomienda que, si esto se vuelve un problema, no debería alimentar a su gato mientras llora. Debe esperar a que esté tranquilo, para dejarle la comida.

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Problema urinario: algunos felinos pueden comenzar a maullar de forma excesiva cerca de su caja de arena, porque se están sintiendo incómodos al momento de orinar o defecar.

Hipertiroidismo: según el portal PetMD, esta es una condición común en los gatos mayores. Los felinos con una tiroides hiperactiva a menudo pueden ser excepcionalmente vocales e inquietos. Entre los síntomas comunes, se encuentra que comen bastante, pero pierden peso de todos modos.

Sordera/pérdida de la audición o de la vista: los felinos dependen bastante de la visión o la audición como parte de su proceso comunicativo. El portal PetMD explica que varios gatos mayores que pierden sus sentidos se pueden volver bastante vocales en el proceso. Muchos felinos sordos y ciegos maullarán de forma repetida.

Leer: ¿Cómo saber si un gato tiene hiperapego? Señales de alerta

Aburrimiento o soledad: algunos perros pueden ladrar cuando se sienten solos. Si bien los felinos no suelen ser bastante vocales con sus sentimientos, algunos de ellos maullarán cuando necesitan estímulos, juegos o felicidad.

Estrés o miedo: es bastante común que los felinos que están asustados comiencen a maullar. Según el portal PetMD, esto suele ocurrir cuando los felinos están en el carro, en camino al veterinario.

Hábitos de apareamiento: los animales que están en celo puede ser extremadamente vocales, especialmente durante la temporada de apareamiento.

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Quieren salir a jugar: algunos felinos maullarán en la puerta, para poder entrar o salir del hogar. Según el portal PetMD, varios felinos jóvenes le mostrarán su juguete favorito a su dueño, junto con un maullido, como una invitación para ir a jugar.

¿Cómo detener el maullido?

El portal especializado, Rover indica que los gatos son mucho más activos al amanecer y al anochecer, contrario a la creencia de que son nocturnos. Por esta razón, es en estos periodos de tiempo cuando nuestro felino pueden comenzar a maullar o a hacer algunos sonidos acordes con su instinto pidiendo comida o tiempo de juego.

Para detener sus maullidos matutinos, de acuerdo con los expertos, se recomienda jugar antes de acostarse. “Solo asegúrese de completar la secuencia depredadora, es decir, jugar un juego que le permita acechar a su presa”, indica el Dr. Mikel Delgado del portal The Dog People Panel. “Pruebe una sesión de ejercicio con una varita de plumas por la noche, seguida de una comida o una golosina”, agrega el experto.

El portal BCP Veterinary Pharmacy recomienda que, para detener el maullido nocturno, se debe “resetear el reloj interno” de los gatos. Por ejemplo, algunos felinos más jóvenes tienen la tendencia de ser más activos durante la noche. Esto se debe, principalmente, a que su instinto les dice que esta es una excelente hora para cazar. “Afortunadamente, una pequeña cacería antes de dormir (jugar con su juguete favorito), puede agotar a su felino, para “restablecer” su reloj interno.

Hambre:

Es necesario brindarle a los felinos lo suficiente para alimentarse. Por ello, es recomendable asegurarse que ellos encuentren suficiente alimento y agua a lo largo de la noche.

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Sobre estimulación:

El portal Rover también explica que los gatos que experimentan sobre estimulación pueden volverse más vocales. Esta puede ser causada por juegos bruscos, cambios importantes en el hogar o durante o después de momentos de actividad.

Para evitar que esto ocurra, debe identificar el factor estresante y eliminarlo o disminuir la interacción. “Debido a que algunos gatos tienen sueño después de la oleada de hierba gatera, un juguete o una golosina antes de acostarse podría calmar a su gato sobre estimulado”, indica el experto.

Tiempo de juego y atención:

Los gatos suelen aburrirse, y una forma de reclamar su atención es maullando o mostrando otros comportamientos como: falta de interés, comportamiento ansioso o problemas de comportamiento con otras mascotas, “esto es especialmente cierto si su entorno no les permite explorar o expresar comportamientos naturales, como cazar, acechar y escalar”, indica el experto.

Por esta razón, es crucial que estimule a su gato con juguetes o comida escondida para que tenga alguna entretención y, de esta forma, sea menos probable que comience a maullar en la noche.

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Territorialidad:

El maullido nocturno podría ser una advertencia para otros gatos. Puede tratarse de una advertencia tanto para los gatos que estén afuera del hogar como los que estén adentro, y, en mayor medida, los que hayan llegado recientemente al hogar. “En general, los gatos son animales muy territoriales”, indica Delgado. “La fuerza de esta tendencia hogareña puede variar mucho según la personalidad del gato y sus experiencias previas”.

También, podría intentar limpiar la caja de arena del animal, porque puede haber algún factor que lo esté molestando. Ellos se destacan por ser bastante quisquillosos con sus hábitos de limpieza.

Alguna enfermedad:

Esto sobre todo ocurre cuando nuestro felino es mayor. Por ejemplo, el hipertiroidismo en gatos suele ser común en gatos mayores y suele ser difícil de detectar.

Los síntomas de este trastorno pueden comenzar leves y luego generar otros problemas. Por ejemplo, el desequilibrio hormonal causado por problemas de tiroides hace que el cuerpo de su gato piense que necesita más comida para satisfacer sus necesidades nutricionales.

Los problemas de tiroides también pueden causar otras formas de confusión, lo que lleva a su gato a llamar por la noche para pedir ayuda.

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Otra de las enfermedades que puede desarrollar un gato adulto es alguna desarrollada con problemas renales que incluyen síntomas como aumento de sed, pérdida de peso, disminución del apetito, falta de energía o malos hábitos de aseo.

Finalmente, la artritis también puede generar que su gato se queje en la noche debido al dolor. Esto suele ir acompañado de problemas de movilidad, como cojera, rigidez e incapacidad para saltar o moverse rápidamente.

Si su gato hace ruidos extraños como aullidos por la noche, es mejor consultar con su veterinario para conocer otras condiciones que podrían causarle dolor o malestar.

Última opción: ignore la “serenata” nocturna

El portal BCP Veterinary Pharmacy afirma que si los gatos están bien hidratados, alimentados y reciben suficiente ejercicio, lo más recomendable es ignorar este comportamiento. Si usted sospecha que los maullidos de su mascota son un llanto para lograr atención, este tiene que aprender que ninguna cantidad de ruido lo sacará de su cama.

En el corto plazo, probablemente el ruido empeore. No obstante, a medida que pasa el tiempo, su felino entenderá la idea. Cabe resaltar que esta opción debe tomarse cuando ya todas las anteriores han sido descartadas, y no es posible que el felino sufra de ninguna enfermedad o virus.

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EDGAR(du7sp)14 de agosto de 2023 - 04:06 a. m.
Que tan raro que los problemas que tienen perros y gatos, o generan estos animales, tales como ladradura y maullido, siempre presentan como dolientes al animal, por un lado, y al dueño (si es que así se le puede decir al verdaderamente subordinado, pues como dijo Kant: "el hombre es el único ser que necesita un amo para vivir"), por otro. Y las soluciones abundan en consideraciones para animal y su servidor.
EDGAR(du7sp)14 de agosto de 2023 - 04:05 a. m.
Pero quienes no tenemos velas en el asunto somos quienes cotidianamente tenemos que padecer el insoportable ruido que generan estos animales, principalmente los perros con su ladradura. El descaro de los perreristas llega a niveles que se constituyen en verdadero maltrato subyacente para el animal y un acoso vecinal para las personas, insoluble gracias a la sentencia T119/98 de la Corte Constitucional (CC).
EDGAR(du7sp)14 de agosto de 2023 - 04:05 a. m.
Sí, los perreristas miman y sobreprotegen sus perros hasta desarrollar en ellos un hiperapego enfermizo, después se van a trabajar, y estos animales ladran horas y horas sin parar. Y claro, como la CC les dio “colmillos” a los perreristas para que justifiquen ante el vecindario el insoportable ruido de la imparable ladradura, pues a ellos nada los perturba. Y con los gatos, en menor intensidad, pasa lo mismo.
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