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La interacción positiva con los animales reduce el estrés en las personas, según afirma PsicologiaBcn. Y aunque es algo que muchos ya sabían, pocos se han detenido a pensar si este sentimiento es mutuo. Entonces, ¿qué podrían sentir los gatos cuando son acariciados por sus tutores?
Por ejemplo, con respecto a los mimos y los juegos, por ahora, lo que se sabe es que ocasionan bienestar siempre y cuando se estimule al animal correctamente. A pesar del extendido mito de que no son amistosos, en realidad, los gatos agradecen el afecto de las personas cercanas a ellos, ya que así se puede crear una relación afectuosa y cercana, según Hills, expertos en mascotas.
¿Cómo hacer para que a un gato le gusten las caricias?
Puede ser un asunto complicado. Es fácil malinterpretar las señales de un gato y acabar tocándolo de forma equivocada o en un lugar que no le gusta y causando un efecto negativo.
Digamos, por ejemplo, que su gato gira en el suelo y deja al descubierto su panza, pero cuando intenta acariciarlo, responde con un arañazo o un mordisco. Experto Animal explica que tumbarse boca arriba y revolcarse es la forma que tiene su gato de demostrar que confía en usted. Sin embargo, para la mayoría de los gatos, no es una invitación a un masaje en la panza.
Entonces, ¿en qué lugares les gusta a los gatos que los acaricien? La cabeza, la barbilla y el cuello suelen ser sus favoritos. Mientras que a otros felinos les gusta que les acaricien la cola, otros retroceden e incluso experimentan dolor ante este contacto.
Lo mejor que puede hacer es tomarse el tiempo necesario para conocer al animal y prestar atención a las reacciones que vaya teniendo ante las caricias. Puede empezar acercándose al gato, permitir que este tenga la iniciativa, olfateando sus dedos, restregando su nariz contra usted, entre otras conductas.
Si quiere mimos, empujará su cara contra la mano y se dirigirá a sus orejas, a su barbilla o a cualquier lugar donde quiera ser acariciado. Ir despacio creará un ambiente más relajado. Si empieza a darle empujones con la cabeza o a frotar sus mejillas contra su cuerpo, es una buena señal.
A la mayoría de los gatos les encanta acurrucarse, y suelen ser receptivos a que se les coja en brazos si esto se les presenta gradualmente. La mejor manera de acercarte a su gato para abrazarlo es empezar con unas cuantas caricias suaves y luego cogerlo con cuidado. Si se siente seguro en sus brazos, estará más dispuesto a quedarse allí. Si se retuerce y quiere alejarse, déjelo en el suelo con suavidad y vuelva a intentarlo más tarde.
Así que sí, su gato la mayoría de las veces se sentirá feliz de tener su atención, de sentirse amado y consentido por caricias o diversos gestos. Solo que debe aprender qué es del agrado de la mascota y que no, porque, como pasa en los humanos, los gatos también tienen determinadas preferencias.