(VIDEO) Jero: la historia de un gato que fue rescatado por una familia en Bogotá
Este gato blanco, con manchas grises y rayas negras, fue encontrado deambulando por las carreteras de La Vega, en Cundinamarca, cuando solo tenía 1 semana de haber nacido. Una familia lo encontró y le brindó una segunda oportunidad. Hoy es un minino grande, hermoso y amoroso.
Hola, queridos humanos. Mi nombre es Jerónimo y hoy me adueñé de este espacio de La Red Zoocial para hablarles un poco sobre mí, un gato blanco de cinco años, con manchas grises, rayas negras (parezco un tigrecito), y con una nariz súper rosada, y, también, sobre cómo me rescataron y llegué a la casa de mi humana.
Lea también: La tristeza en los gatos: cómo detectarla, tratarla y motivar a nuestro felino
Mi humana me encontró deambulando por las carreteras de La Vega, en Cundinamarca, cuando solo tenía 1 semana de haber nacido, así es, estaba muy chiquito para estar solo.
Mis humanos habían perdido una de sus mascotas favoritas unos años antes, así que no querían ninguna más. Pero mi humano abuelo se enamoró de mis ojitos verdes y decidieron adoptarme. Al principio pensaron que no sobreviviría: estaba muy desnutrido y los veterinarios no me daban mucha esperanza de vida, pero, con mucho amor y cuidado por parte de mis humanos, ahora soy un gato muy grande, hermoso y amoroso.
También podría interesarle: ¿Cuáles son los países que más protegen a los animales?
Fue bastante duro acostumbrarnos. Mis humanos nunca habían tenido un gato y yo nunca había tenido humanos, así que no solía ser muy cariñoso con ellos, constantemente los aruñaba y los esperaba afuera del baño para morder sus pies, así es, era muy travieso.
Con el paso del tiempo aprendí a quererlos aun cuando ellos ya me amaban. Nos enseñamos a demostrarnos afecto, les enseñé a convivir con un gato y le di entrada a mi hermanita Kira, quien es mi mejor amiga y también fue rescatada de una señora que la golpeaba.
Ni Kira ni yo, Jerónimo, hemos tenido vidas fáciles, pero dimos con una maravillosa familia que nos ama y consiente como jamás lo habíamos pensado. Aunque aún tenemos traumas del pasado, hoy somos los gatos más felices del mundo y hacemos muy felices a nuestros humanos.
Así que no dude en rescatar o adoptar un gato, seremos su mejor compañía. Y si no le gustan los gatos, piense en un perro, la buena pa’ ellos también. Todos merecemos un hogar.
🐾 ¿Quiere estar al día y conocer las últimas noticias sobre el mundo animal? Lo invitamos a verlas en La Red Zoocial. 🐶🐱 Además, si tiene alguna historia o está interesado en contar la suya con su mascota, puede escribirnos a laredzoocial@elespectador.com
Hola, queridos humanos. Mi nombre es Jerónimo y hoy me adueñé de este espacio de La Red Zoocial para hablarles un poco sobre mí, un gato blanco de cinco años, con manchas grises, rayas negras (parezco un tigrecito), y con una nariz súper rosada, y, también, sobre cómo me rescataron y llegué a la casa de mi humana.
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Mi humana me encontró deambulando por las carreteras de La Vega, en Cundinamarca, cuando solo tenía 1 semana de haber nacido, así es, estaba muy chiquito para estar solo.
Mis humanos habían perdido una de sus mascotas favoritas unos años antes, así que no querían ninguna más. Pero mi humano abuelo se enamoró de mis ojitos verdes y decidieron adoptarme. Al principio pensaron que no sobreviviría: estaba muy desnutrido y los veterinarios no me daban mucha esperanza de vida, pero, con mucho amor y cuidado por parte de mis humanos, ahora soy un gato muy grande, hermoso y amoroso.
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Con el paso del tiempo aprendí a quererlos aun cuando ellos ya me amaban. Nos enseñamos a demostrarnos afecto, les enseñé a convivir con un gato y le di entrada a mi hermanita Kira, quien es mi mejor amiga y también fue rescatada de una señora que la golpeaba.
Ni Kira ni yo, Jerónimo, hemos tenido vidas fáciles, pero dimos con una maravillosa familia que nos ama y consiente como jamás lo habíamos pensado. Aunque aún tenemos traumas del pasado, hoy somos los gatos más felices del mundo y hacemos muy felices a nuestros humanos.
Así que no dude en rescatar o adoptar un gato, seremos su mejor compañía. Y si no le gustan los gatos, piense en un perro, la buena pa’ ellos también. Todos merecemos un hogar.
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