Rescatistas de animales se topan con gatos gemelos en busca de comida y refugio
Miembros de organizaciones de protección animal los encontraron por casualidad, pero les dieron todos los cuidados que necesitaron para seguir con vida.
Dos hermanos felinos fueron abandonados en las calles de Filadelfia para enfrentarse solos al mundo. Sin embargo, corrieron con la suerte de que se encontraron a cuidadores de animales, por lo que sus vidas dieron un giro inesperado.
La historia comenzó con un par de rescatistas de Kolony Kats, una organización enfocada en brindarle un hogar a gatos callejeros. Debido a la timidez y confusión de los felinos, los rescatistas comprendieron que no podrían simplemente llevarse a estos pequeños a su refugio. Por ello, colocaron una trampa humanitaria para asegurar a ambos gatos.
Afortunadamente, rescatarlos resultó siendo más sencillo de lo que los trabajadores de la organización esperaban, lo que terminó generando esperanzas de tener un camino menos difícil por delante. Erica, una voluntaria de la fundación Charlie’s Army Animal Rescue, en Filadelfia, intervino para brindarles ayuda y darles la bienvenida con los brazos abiertos.
Erica le contó lo siguiente al portal Happy Whisker: “cuando los trajeron a mi cuidado, no estaban acostumbrados a la interacción humana. Estaban confundidos y asustados”. Estos peludos se mantuvieron ocultos en su refugio por un tiempo, intentando comprender su nueva situación. No obstante, tras apenas unos días, su actitud comenzó a cambiar de manera lenta, pero constante.
“Eran apenas unos bebés de cinco semanas. Al principio, se negaban a salir de su transportadora o regresaban corriendo cuando entraba a su habitación”.
Ambos gatos comenzaron a ronronear en menos de 48 horas. Por ello, sorprendieron a la propietaria por lo rápido que se adaptaron y crearon un vínculo con ella.
Pequeño y Grande, como Erica decidió bautizarlos, comenzaron a disfrutar de las comodidades de la vida en su hogar. De hecho, crearon un vínculo rápidamente con Forest, la felina del hogar.
Los gemelos tuvieron que esperar a estar completamente saludables para poder pasar tiempo con otros gatos. Mientras tanto, se comunicaban a través de la puerta, esperando ansiosamente el día en que finalmente podrían conocerse. Para alegría de todos, se integraron sin problemas, como si siempre hubieran sido parte de la familia.
“Mis dos gatos adultos, Forest y Sloane, adoran a los gatitos y ayudaron a Pequeño y Grande a ganar confianza y aprender buenos modales felinos”, comentó para el portal mencionado anteriormente.
“Grande es el líder y más extrovertido de los dos. Pequeño sigue su ejemplo. Ambos son igualmente juguetonas y cariñosos. Casi todas las noches duermen en mi cama”, explicó Erica.
Esta es una historia que recuerda que existe suerte para los animales, siempre y cuando existan personas con buena fe y confianza alrededor de ellos. No solo fueron rescatados de las calles, sino que también crecieron rodeados de dos gatos caseros amorosos que les enseñaron todo lo que necesitaban saber.
Finalmente, después de unos meses de espera, encontraron una nueva familia. Pequeño y Grande, ahora conocidos como Obi y Anakin, fueron adoptados por personas que ya tenían a otros dos gatos, Simba y Nala. Rápidamente, se acoplaron a su nueva familia y lograron vivir cómodos en su nuevo hogar.
🐾 ¿Quiere estar al día y conocer las últimas noticias sobre el mundo animal? Lo invitamos a verlas en La Red Zoocial. 🐶🐱 Además, si tiene alguna historia o está interesado en contar la suya con su mascota, puede escribirnos a laredzoocial@elespectador.com
Dos hermanos felinos fueron abandonados en las calles de Filadelfia para enfrentarse solos al mundo. Sin embargo, corrieron con la suerte de que se encontraron a cuidadores de animales, por lo que sus vidas dieron un giro inesperado.
La historia comenzó con un par de rescatistas de Kolony Kats, una organización enfocada en brindarle un hogar a gatos callejeros. Debido a la timidez y confusión de los felinos, los rescatistas comprendieron que no podrían simplemente llevarse a estos pequeños a su refugio. Por ello, colocaron una trampa humanitaria para asegurar a ambos gatos.
Afortunadamente, rescatarlos resultó siendo más sencillo de lo que los trabajadores de la organización esperaban, lo que terminó generando esperanzas de tener un camino menos difícil por delante. Erica, una voluntaria de la fundación Charlie’s Army Animal Rescue, en Filadelfia, intervino para brindarles ayuda y darles la bienvenida con los brazos abiertos.
Erica le contó lo siguiente al portal Happy Whisker: “cuando los trajeron a mi cuidado, no estaban acostumbrados a la interacción humana. Estaban confundidos y asustados”. Estos peludos se mantuvieron ocultos en su refugio por un tiempo, intentando comprender su nueva situación. No obstante, tras apenas unos días, su actitud comenzó a cambiar de manera lenta, pero constante.
“Eran apenas unos bebés de cinco semanas. Al principio, se negaban a salir de su transportadora o regresaban corriendo cuando entraba a su habitación”.
Ambos gatos comenzaron a ronronear en menos de 48 horas. Por ello, sorprendieron a la propietaria por lo rápido que se adaptaron y crearon un vínculo con ella.
Pequeño y Grande, como Erica decidió bautizarlos, comenzaron a disfrutar de las comodidades de la vida en su hogar. De hecho, crearon un vínculo rápidamente con Forest, la felina del hogar.
Los gemelos tuvieron que esperar a estar completamente saludables para poder pasar tiempo con otros gatos. Mientras tanto, se comunicaban a través de la puerta, esperando ansiosamente el día en que finalmente podrían conocerse. Para alegría de todos, se integraron sin problemas, como si siempre hubieran sido parte de la familia.
“Mis dos gatos adultos, Forest y Sloane, adoran a los gatitos y ayudaron a Pequeño y Grande a ganar confianza y aprender buenos modales felinos”, comentó para el portal mencionado anteriormente.
“Grande es el líder y más extrovertido de los dos. Pequeño sigue su ejemplo. Ambos son igualmente juguetonas y cariñosos. Casi todas las noches duermen en mi cama”, explicó Erica.
Esta es una historia que recuerda que existe suerte para los animales, siempre y cuando existan personas con buena fe y confianza alrededor de ellos. No solo fueron rescatados de las calles, sino que también crecieron rodeados de dos gatos caseros amorosos que les enseñaron todo lo que necesitaban saber.
Finalmente, después de unos meses de espera, encontraron una nueva familia. Pequeño y Grande, ahora conocidos como Obi y Anakin, fueron adoptados por personas que ya tenían a otros dos gatos, Simba y Nala. Rápidamente, se acoplaron a su nueva familia y lograron vivir cómodos en su nuevo hogar.
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