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El mayor temor de las personas que tienen mascotas es que estas se pierdan y no regresen nunca. Jill Watts, una mujer en Inglaterra, pasó por esta desgarradora situación en 2018 cuando su gato, llamado Bow, se perdió.
La mujer, quien en ese entonces vivía en una embarcación en Thorne, Doncaster, hizo de todo para encontrar a Bow: pegó carteles, publicó en redes sociales, buscó en los refugios cercanos, pero no obtuvo buenos resultados, su gatito negro no estaba.
“Nos preguntamos si se había subido al barco de alguien, y el barco se había alejado y él había quedado varado en algún lugar”, recordó Watts en conversación con la BBC.
La búsqueda de Bow duró meses, pues su dueña no perdía la esperanza de encontrarlo nuevamente. Sin embargo, por problemas personales, tuvo que mudarse al pueblo cercano de Renishaw, en Derbyshire. “No pude asimilarlo bien, estaba un poco en shock”.
El tiempo pasó y Watts, como una forma de lidiar con el duelo, decidió abrir su corazón y adoptó un gatito y un perrito. Los años pasaron y todo parecía marchar bien en la vida de ella hasta que la semana pasada recibió una llamada que lo cambió todo.
Una mujer la llamó y le contó que había encontrado a Bow, a quien había estado cuidando y alimentando. El pequeño gatito negro, que ahora tiene 10 años, pudo reunirse de nuevo con su familia gracias a que tenía un microchip.
“Estoy muy emocionada por tenerlo de vuelta; siempre creí que volvería”, dijo Watts.
Bow siempre estuvo en Thorne y nunca se montó a un barco extraño. “La señora dijo que en el lugar donde vivía en Thorne había algunas fábricas detrás de ella y que las fábricas habían cerrado, por lo que parecía pensar que era un gato de fábrica. Lo habían estado alimentando y probablemente mimándolo”, explicó a la BBC.
Tan pronto Bow vio de nuevo a su dueña, corrió hacia ella. “Vi lo bien que se veía, me reconoció y sabía su nombre. Estaba llorando, realmente me puse triste porque pensé: ‘¿Dónde ha estado durante seis años?’”.
Lamentablemente, la historia no tendrá un final feliz hasta que Arra, el hermano felino de Bow, regrese también a casa. Watts contó que el gatito también se perdió en la embarcación y que tiene un microchip. Ella espera que Arra, al igual que Bow, encuentre el camino correcto y regrese a sus brazos.
“Como hermanos, eran tan cercanos que dormían juntos todo el tiempo. Nunca perdí la esperanza y tampoco renunciaré a Arra”, finalizó por decir la mujer a la BBC.
El caso de Bow recuerda la importancia de identificar a nuestros animales de compañía para que, en caso de perdida, puedan regresar sanos y salvos a casa.
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