Todo comenzó en 1997 en, Talkeetna, un pequeño pueblo de Alaska de apenas 800 habitantes. El gato llamado Stubbs fue adoptado por los dueños de Nagley’s General Store, la tienda de recuerdos más antigua del condado. Según cuentan, los habitantes de este lugar estaban cansados de las malas decisiones administrativas de las personas. Por lo que comenzaron una campaña que terminó con Stubbs como candidato, y finalmente como alcalde.
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El felino duro en el cargo más de 20 años, desde 1997 hasta su muerte en 2017. Sin embargo, su título era más que todo “honorifico”, ya que el pueblo no tiene ningún tipo de alcaldía. Esto se debe a que se trata de un distrito histórico dentro de la categoría de “lugar designado por el censo”.
Aun así, Stubbs fue ampliamente conocido en el mundo de la política y tuvo una carrera brillante sin rivales que pudieran hacerle sombra. También fue un foco de atracción para cientos de turistas, tanto nacionales como extranjeros. Según dicen, todos los días llegaban al pueblo al menos 40 personas simplemente para acariciar al alcalde peludo y tomarse una foto con él.
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