Un gato callejero los eligió: la historia de amor que comenzó en unas vacaciones
Una pareja que estaba en Grecia hizo lo imposible por llevar a un gatito a su casa en Reino Unido: gastaron más de 2.500 dólares.
Durante unas vacaciones en Paxos, Grecia, Rebecca Kate y su novio vivieron una experiencia inesperada que cambiaría sus vidas para siempre: se enamoraron de un gato callejero. Desde el momento en que llegaron a la villa en la que hospedarían, notaron a un pequeño felino que deambulaba por el lugar, y su corazón se conmovió ante su nobleza.
“Tenía la cara bastante lastimada y se veía muy delgado”, recordó Rebecca en el medio News Week. Ellos decidieron intentar alimentarlo y acariciarlo, y así nació un vínculo especial. Una noche, el gatito, al que finalmente llamaron Kostas, comenzó a seguirlos hasta su villa. A medida que pasaban los días, el amor por el gato creció, y la pareja se dio cuenta de que no podían dejarlo atrás.
La decisión de llevarlo a casa no fue sencilla. Lo primero que hicieron fue llevarlo al veterinario. “Llevamos a Kostas al veterinario y nos dijeron que necesitaba una operación”, explicó Rebecca. “En ese momento lo supimos, lo hablamos y pensamos: ‘No podemos dejarlo’. Creo que en ese momento nos enamoramos de él”.
Mientras Kostas se recuperaba, Rebecca y Joel tuvieron que regresar al Reino Unido, ya que su viaje era temporal. Pero tres semanas después, Rebecca regresó a Grecia para recoger a su nuevo compañero. En la clínica veterinaria, le ayudaron a gestionar todo lo necesario para el vuelo, asegurándose de que Kostas pudiera viajar con ellos.
En total, la pareja gastó alrededor de 2,500 dólares, casi diez millones de pesos, en atención veterinaria, vuelos y otros gastos. Sin embargo, cada centavo valió la pena. Ahora, Kostas disfruta de su nueva vida en el Reino Unido. “Al principio, le costó confiar en nosotros”, admitió Rebecca. “Pero con amor y paciencia, se ha adaptado muy bien y ahora le encanta que lo abracemos”
Rebecca y Joel se sienten felices de haber salvado a Kostas y de ofrecerle un hogar lleno de amor. Esta conmovedora historia nos enseña que a veces el amor se encuentra en los lugares menos esperados. Su experiencia también resalta la importancia de la empatía hacia los animales necesitados y cómo una simple decisión puede transformar una vida.
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Durante unas vacaciones en Paxos, Grecia, Rebecca Kate y su novio vivieron una experiencia inesperada que cambiaría sus vidas para siempre: se enamoraron de un gato callejero. Desde el momento en que llegaron a la villa en la que hospedarían, notaron a un pequeño felino que deambulaba por el lugar, y su corazón se conmovió ante su nobleza.
“Tenía la cara bastante lastimada y se veía muy delgado”, recordó Rebecca en el medio News Week. Ellos decidieron intentar alimentarlo y acariciarlo, y así nació un vínculo especial. Una noche, el gatito, al que finalmente llamaron Kostas, comenzó a seguirlos hasta su villa. A medida que pasaban los días, el amor por el gato creció, y la pareja se dio cuenta de que no podían dejarlo atrás.
La decisión de llevarlo a casa no fue sencilla. Lo primero que hicieron fue llevarlo al veterinario. “Llevamos a Kostas al veterinario y nos dijeron que necesitaba una operación”, explicó Rebecca. “En ese momento lo supimos, lo hablamos y pensamos: ‘No podemos dejarlo’. Creo que en ese momento nos enamoramos de él”.
Mientras Kostas se recuperaba, Rebecca y Joel tuvieron que regresar al Reino Unido, ya que su viaje era temporal. Pero tres semanas después, Rebecca regresó a Grecia para recoger a su nuevo compañero. En la clínica veterinaria, le ayudaron a gestionar todo lo necesario para el vuelo, asegurándose de que Kostas pudiera viajar con ellos.
En total, la pareja gastó alrededor de 2,500 dólares, casi diez millones de pesos, en atención veterinaria, vuelos y otros gastos. Sin embargo, cada centavo valió la pena. Ahora, Kostas disfruta de su nueva vida en el Reino Unido. “Al principio, le costó confiar en nosotros”, admitió Rebecca. “Pero con amor y paciencia, se ha adaptado muy bien y ahora le encanta que lo abracemos”
Rebecca y Joel se sienten felices de haber salvado a Kostas y de ofrecerle un hogar lleno de amor. Esta conmovedora historia nos enseña que a veces el amor se encuentra en los lugares menos esperados. Su experiencia también resalta la importancia de la empatía hacia los animales necesitados y cómo una simple decisión puede transformar una vida.
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