(Video) ¿Por qué los gatos eran adorados por los egipcios?
Seguramente han escuchado alguna vez que los gatos fueron dioses en el Antiguo Egipto. Aunque esto no es del todo cierto, sí tuvieron un rol muy importante en su cultura, pues eran venerados, momificados y amparados por la ley.
Laura Tatiana Vargas Lizarazo
Paula Andrea Saavedra Morales
Los gatos son los amos de las redes sociales, a estas alturas nadie lo duda. Protagonizan memes, retos de TikTok y vídeos en YouTube. Todos, o la gran mayoría, estamos obsesionados con ellos. Pero, ¿sabían que no somos la primera civilización en estarlo?
Leer: ¿Por qué los gatos duermen tanto?
Seguramente han escuchado alguna vez que los gatos fueron dioses en el Antiguo Egipto y aunque esto no es del todo cierto, la verdad es que sí tuvieron un rol muy importante en su cultura, pues eran venerados, momificados y amparados por la ley.
Los egipcios consideraban que los gatos eran una encarnación de la diosa Bastet, símbolo de la fecundidad, la belleza, el amor y la protección. De hecho, ella se representaba, como una mujer con cabeza de gato o como un gato doméstico, y era algo así como el equivalente egipcio de la diosa griega Artemisa. Bastet también simbolizaba la luz, el calor y la energía solar y, debido a sus sorprendentes rasgos felinos, se asociaba con el misterio, la noche y la luna.
Estos animales eran tan importantes que no solo se momificaban, sino que cuando alguno se moría, las personas se afeitaban las cejas en señal de luto. Por aquellos tiempos, el gato no podía ser propiedad de nadie, a excepción de los faraones, quienes eran los únicos que tenían el derecho de tener y domesticar a estas criaturas sagradas. También existían duras leyes que prohibían tanto la venta, como el maltrato o el asesinato de estos animales.
Podría interesarle: ¿Por qué es bueno tener un gato en la casa?
En resumen, eran compañeros fieles, adorados, protegidos y honrados incluso tras la muerte. Unos auténticos reyes.
🐾 ¿Quiere estar al día y conocer las últimas noticias sobre el mundo animal? Lo invitamos a verlas en La Red Zoocial. 🐶🐱 Además, si tiene alguna historia o está interesado en contar la suya con su mascota, puede escribirnos a laredzoocial@elespectador.com
Los gatos son los amos de las redes sociales, a estas alturas nadie lo duda. Protagonizan memes, retos de TikTok y vídeos en YouTube. Todos, o la gran mayoría, estamos obsesionados con ellos. Pero, ¿sabían que no somos la primera civilización en estarlo?
Leer: ¿Por qué los gatos duermen tanto?
Seguramente han escuchado alguna vez que los gatos fueron dioses en el Antiguo Egipto y aunque esto no es del todo cierto, la verdad es que sí tuvieron un rol muy importante en su cultura, pues eran venerados, momificados y amparados por la ley.
Los egipcios consideraban que los gatos eran una encarnación de la diosa Bastet, símbolo de la fecundidad, la belleza, el amor y la protección. De hecho, ella se representaba, como una mujer con cabeza de gato o como un gato doméstico, y era algo así como el equivalente egipcio de la diosa griega Artemisa. Bastet también simbolizaba la luz, el calor y la energía solar y, debido a sus sorprendentes rasgos felinos, se asociaba con el misterio, la noche y la luna.
Estos animales eran tan importantes que no solo se momificaban, sino que cuando alguno se moría, las personas se afeitaban las cejas en señal de luto. Por aquellos tiempos, el gato no podía ser propiedad de nadie, a excepción de los faraones, quienes eran los únicos que tenían el derecho de tener y domesticar a estas criaturas sagradas. También existían duras leyes que prohibían tanto la venta, como el maltrato o el asesinato de estos animales.
Podría interesarle: ¿Por qué es bueno tener un gato en la casa?
En resumen, eran compañeros fieles, adorados, protegidos y honrados incluso tras la muerte. Unos auténticos reyes.
🐾 ¿Quiere estar al día y conocer las últimas noticias sobre el mundo animal? Lo invitamos a verlas en La Red Zoocial. 🐶🐱 Además, si tiene alguna historia o está interesado en contar la suya con su mascota, puede escribirnos a laredzoocial@elespectador.com