(Video) Rescatan a gatito que estuvo dos meses en una alcantarilla
Después de buscar al gato Drifter por todo el vecindario, su familia lo encontró donde menos lo esperaba: bajo el suelo.
El 18 de julio, Drifter, un gatito atigrado de tres años, salió de su hogar en Minnesota, Estados Unidos, sin ser visto por sus dueños. El felino recorrió el vecindario, que en ese momento tenía algunas obras a su alrededor, y de un momento a otro desapareció.
La familia del gato, conformada por los padres Clifton Nesseth y Ashley Comstock, y su hija April Dressel de 12 años, buscaron desesperadamente a su mascota: colgaron carteles, lo rastrearon por toda la ciudad y lo recomendaron a todos los vecinos, sin embargo, todos sus esfuerzos no tuvieron resultado.
Fue hasta que dos meses después de la desaparición, en este mes de septiembre, que el gatito fue hallado en el lugar menos pensado. Todo ocurrió gracias a unos niños del vecindario que estaban jugando en las calles, los pequeños escucharon maullidos provenientes de un desagüe pluvial en una de las obras e inmediatamente avisaron a la familia, quienes se juntaron en el lugar para descubrir que su felino Drifter estaba en una alcantarilla.
Sin pensarlo dos veces, el padre de la familia, empezó a cavar la tierra y a cortar una tela que cubría el jardín tratando de abrir un hueco para que saliera su mascota: el hombre relata el momento a ABC News: “Una pequeña patita salió disparada de un desgarro en la tela”, dijo Nesseth. “Era la patita de un gato atigrado. Rasgamos más la tela y luego asomó su cabeza”.
En el video que capturó el momento, podemos ver, que una vez sale el gatito, toda la familia y los vecinos celebran el emotivo reencuentro. Pese a que no tiene heridas ni lesiones aparentes, el felino sí sufrió una disminución notable de peso, según cuenta la familia, cuando Drifter desapareció pesaba 6,8 kilos. Tras estos dos meses extraviado, llegó a pesar 2,9 kilos, unos tres kilos menos.
Tras el hallazgo, Nesseth, el padre, especula que el gato tuvo que caer en uno de los agujeros provocados por las construcciones y que tuvo que vivir bajo tierra comiendo y bebiendo todo lo que podía encontrar, tal vez ratones y agua de alcantarilla.
Al momento, el gatito se encuentra nuevamente con su querida familia y está en proceso de recuperar su peso ideal.
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El 18 de julio, Drifter, un gatito atigrado de tres años, salió de su hogar en Minnesota, Estados Unidos, sin ser visto por sus dueños. El felino recorrió el vecindario, que en ese momento tenía algunas obras a su alrededor, y de un momento a otro desapareció.
La familia del gato, conformada por los padres Clifton Nesseth y Ashley Comstock, y su hija April Dressel de 12 años, buscaron desesperadamente a su mascota: colgaron carteles, lo rastrearon por toda la ciudad y lo recomendaron a todos los vecinos, sin embargo, todos sus esfuerzos no tuvieron resultado.
Fue hasta que dos meses después de la desaparición, en este mes de septiembre, que el gatito fue hallado en el lugar menos pensado. Todo ocurrió gracias a unos niños del vecindario que estaban jugando en las calles, los pequeños escucharon maullidos provenientes de un desagüe pluvial en una de las obras e inmediatamente avisaron a la familia, quienes se juntaron en el lugar para descubrir que su felino Drifter estaba en una alcantarilla.
Sin pensarlo dos veces, el padre de la familia, empezó a cavar la tierra y a cortar una tela que cubría el jardín tratando de abrir un hueco para que saliera su mascota: el hombre relata el momento a ABC News: “Una pequeña patita salió disparada de un desgarro en la tela”, dijo Nesseth. “Era la patita de un gato atigrado. Rasgamos más la tela y luego asomó su cabeza”.
En el video que capturó el momento, podemos ver, que una vez sale el gatito, toda la familia y los vecinos celebran el emotivo reencuentro. Pese a que no tiene heridas ni lesiones aparentes, el felino sí sufrió una disminución notable de peso, según cuenta la familia, cuando Drifter desapareció pesaba 6,8 kilos. Tras estos dos meses extraviado, llegó a pesar 2,9 kilos, unos tres kilos menos.
Tras el hallazgo, Nesseth, el padre, especula que el gato tuvo que caer en uno de los agujeros provocados por las construcciones y que tuvo que vivir bajo tierra comiendo y bebiendo todo lo que podía encontrar, tal vez ratones y agua de alcantarilla.
Al momento, el gatito se encuentra nuevamente con su querida familia y está en proceso de recuperar su peso ideal.
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