Escucha este artículo
Audio generado con IA de Google
0:00
/
0:00
La detección temprana del cáncer ha sido uno de los objetivos más retadores para las ciencias de la salud. Un diagnóstico oportuno podría prevenir más de 100.000 muertes por cada tipo de cáncer en la región de acuerdo con el informe realizado por la Cuenta de Alto Costo (CAC), un organismo técnico no gubernamental del Sistema General de Seguridad Social en Salud, que actualiza las cifras de fallecimientos por esta enfermedad anualmente.
Por esta razón, un equipo de científicos franceses se preguntó sobre los métodos actuales de detección temprana que, a menudo, son invasivos y/o costosos. Gracias a ello, se evidenció que son pocas las personas que realmente se benefician de estas técnicas y por esta razón, se ha recurrido a animales para hacerlas menos invasivas gracias a las bondades del olfato animal.
Las células tumorales se caracterizan por un metabolismo alterado, que produce patrones únicos de compuestos orgánicos volátiles (COV) que pueden utilizarse como biomarcadores del cáncer. Según los autores del estudio, mediante el aprendizaje asociativo olfativo se puede entrenar a los animales para que detecten estas sustancias.
Le puede interesar: Síndrome de Down en animales: ¿verdad, mentira o tendencia?
Tal es el caso de los ratones que, tras un entrenamiento, son capaces de discriminarse entre ellos dependiendo de la presencia de tumores malignos o benignos o, incluso, como ocurre con los perros, pueden detectar tumores en muestras de células o de olor corporal. Por esta razón, los investigadores decidieron estudiar a los insectos como herramientas de detección de cáncer.
Durante el estudio, descubrieron que estos artrópodos eran prometedores para esta labor gracias a su facilidad de manejo y porque no requieren instalaciones de cría costosas. Además, están disponibles en grandes cantidades y pueden entrenarse para reconocer un olor en muy pocas pruebas. Entre los insectos, las hormigas, y especialmente Formica fusca , demostraron notables habilidades de aprendizaje utilizando olores ecológicamente relevantes.
Lea también: Denuncian muerte de perrita que habría sido ahorcada en una veterinaria en Bogotá
Para su estudio, los investigadores injertaron células tumorales de cáncer de mama humano en ratones y comprobaron que las hormigas pueden aprender a discriminar el olor de los roedores sanos del olor de los animales portadores de tumores. El proceso requirió de tres ensayos distintos con un grupo de hormigas quienes, como recompensa al detectar el olor del tumor, recibían azúcar.
“Demostramos que las hormigas pueden detectar la presencia de cáncer en la orina de ratones después de un breve entrenamiento”, indicó Baptiste Piqueret, de la Université Sorbonne Paris Nord en su cuenta de Twitter.
Lea: “Mis perros son mis ángeles, me salvaron de la muerte”: Choco
Posteriormente, las dejaron en una arena donde había orina sana y con tumor, pero sin ninguna recompensa, y midieron sus preferencias. “Descubrimos que pasaban más tiempo -un 20 por ciento más- al lado del olor aprendido (orina con tumor) que junto al otro”, explicó Piqueret. Los análisis químicos confirmaron que la presencia del tumor modificaba el olor de la orina, lo que corrobora los resultados conductuales.
A pesar de los buenos resultados, el investigador advirtió que aún están lejos de usarlos como una forma diaria de detectar el cáncer.
🐾 ¿Quiere estar al día y conocer las últimas noticias sobre el mundo animal? Lo invitamos a verlas en La Red Zoocial. 🐶🐱 Además, si tiene alguna historia o está interesado en contar la suya con su mascota, puede escribirnos a laredzoocial@elespectador.com