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De vez en cuando, los viajes pueden ser estresantes. Por esto, el Aeropuerto Internacional de Portland (Oregón, Estados Unidos) invitó a “especialistas” para que sus pasajeros tuvieran la experiencia más tranquila posible. Son llamas que durante diciembre estuvieron en tres oportunidades en las instalaciones de la terminal aérea.
“Puedes abrazarlas fuerte y su fibra gruesa es muy suave”, dijo Lori Gregory sobre sus llamas al Washington Post. Además, agregó que “son animales muy singulares en comparación con la mayoría de las demás criaturas de terapia”.
Este es uno de tantos métodos que usan los aeropuertos para que las personas estén calmadas en uno de los períodos de viajes más concurridos del año, como es diciembre. Otras alternativas que se usan son: decorar salones con luces navideñas, organizar coros para que canten villancicos y conciertos, incluso, llevan perros de terapia. Sin embargo, el grado de compromiso de Portland es tal, que hace todo lo anterior.
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Con respecto a la iniciativa que une a llamas y a personas, para que compartan y se recarguen de amor, Gregory –presidenta y fundadora– dice: “Esta, es una asociación con varios programas de terapia con animales”, dijo Allison Ferre, gerente de relaciones del Puerto de Portland.
Quien agregó que cuando retomaron la programación de concesiones navideñas, simplemente pensaron: “¿Quién mejor para encabezar ese desfile que las llamas y las alpacas?”. Para desarrollar esta idea, llevaron a Beni y Prince, dos llamas que llevaban atuendos navideños, con campanillas; junto con unas diademas de astas, parecidas a la que tienen los renos; y coronas adornadas de flores de pascua.
Del mismo modo, las criaturas de cuello largo llevaron estandartes de terciopelo rojo usados como sillas de montar, que además tenían inscritos sus nombres y copos de nieve plateados. “Parecían bastante elegantes”, dijo Gregory. Las visitas de los animales se realizaron en lapsos de dos horas y fueron recibidos como celebridades, con valet parking, paparazzi y admiradores.
No obstante, para entrar a la terminal pasaron por seguridad, aunque no tuvieron que someterse a un chequeo. Para su caminata, por diferentes zonas del establecimiento, las llamas contaron con varios cuidadores que animaron a los espectadores a acercarse, abrazarlas y posar para selfies con ellas.
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En un vídeo de TikTok, una mujer angustiada abraza a Beni y presiona su rostro contra su abrigo marrón desgreñado. “Dios mío, necesito muchísimo una llama de terapia”, dijo con alivio. “Estoy tan feliz ahora”, agregó.
Sobre el comportamiento que tienen las llamas, Gregory aclaró que a menudo hay malinterpretaciones, ya que no son animales que se portan mal, porque son entrenables y no suelen escupir, saltar sobre las personas o morder. De hecho, solo tienen dientes en la parte inferior frontal de la boca. “Creo que sus relaciones públicas no han sido tan positivas como las de las alpacas”, dijo sobre sus primas más pequeñas.
Gregory, quien con su hija cuida a casi una docena de llamas y alpacas, compartió que esperan regresar al aeropuerto el próximo año con una nueva cría. Sin embargo, si los viajeros necesitan un poco de amor por las llamas incluso antes, la granja ofrece sesiones de terapia gratuitas.
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