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Todo el plan de Arthur “Jack” Schubarth, de 81 años, empezó en 2012, cuando pagó para que su hijo cazara una de las especies de ovejas más grandes del mundo en Kirguistán, país asiático. Tras esto, el hombre utilizó partes del bovino en los años siguientes para criar una especie híbrida aún más grande y venderla a otros cazadores.
Ahora, Schubarth pasará seis meses en prisión, después de declararse culpable de dos delitos graves contra la vida silvestre. Ambos cargos se derivaron de violaciones de la Ley Lacey, que habla sobre conservación y prohíbe las ventas interestatales de animales con etiquetas falsas y las ventas de animales a estados donde es ilegal poseerlos.
Según la sentencia impuesta el pasado lunes, el anciano también debe pagar una multa de 20.000 dólares y donar 4.000 dólares a la Fundación Nacional de Pesca y Vida Silvestre, organización sin fines de lucro que tiene como objetivo preservar las especies y los hábitats de la vida silvestre nativa. “Tendré que trabajar el resto de mi vida para reparar todo lo que he hecho”, dijo Schubarth según Associated Press.
Este plan se desarrolló en un rancho de 87 hectáreas en Montana, Estados Unidos. Allí, se criaban y vendían ovejas y cabras montanesas. El responsable de los hechos pagó para que su hijo hiciera múltiples viajes a Kirguistán en 2012 y 2013, quien trajo tejido viable de ovino de raza argalí de Marco Polo, que se caracteriza por ser una especie grande y rara originaria de Asia central, pero no declaró los materiales cuando volvió a entrar a los Estados Unidos, según alegan documentos judiciales.
Según los fiscales, el estadounidense buscó crear una especie aún más valiosa, ya que las ovejas con cuernos y cuerpos más grandes valen más para los cazadores. En 2014, el hombre solicitó al estado de Montana que permitiera la entrada del argali Marco Polo al territorio, pero los funcionarios negaron la solicitud debido a la posibilidad de transmisión de enfermedades a especies nativas y el riesgo de que las especies establezcan poblaciones salvajes.
Así que aceptó un contrato con una instalación de clonación en 2015 y, a finales del año siguiente, tenía 165 embriones clonados de esta raza. Implantó embriones en sus ovejas y en mayo de 2017 crió un argali macho, al que llamó Montana Mountain King. En los años siguientes, Schubarth cruzó el semen de Montana Mountain King con otras especies de ovejas, creando más ovejas híbridas que vendió a instalaciones de caza en cautiverio.
El campesino alcanzó a vender 11 ovejas con una cuarta parte de la genética de Montana Mountain King por 13.200 dólares en total a dos personas en Texas, dijeron los fiscales. También intercambió una de las crías de esa oveja por 10.000 dólares y vendió docenas de recipientes con el semen del animal, a criadores de otros estados.
No obstante, la maniobra duró hasta octubre de 2022. “Sus acciones amenazaron las especies de vida silvestre nativas de Montana simplemente por la razón de que él y sus cómplices querían ganar más dinero”, dijo Jesse Laslovich, fiscal federal para el distrito de Montana, en un comunicado.
Schubarth entregó sus animales ilegales a las autoridades, su carne fue donada a familias necesitadas de Montana y el primer animal clonado está bajo custodia del Servicio de Pesca y Vida Silvestre de Estados Unidos. Como parte de su sentencia el pasado lunes, el juez del Tribunal de Distrito de Estados Unidos, Brian Morris, dictaminó que no puede criar animales de caza mayor durante tres años.
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