Los animales no son atracciones turísticas: evite tomar fotos y videos con ellos
Bogotá impulsa una campaña para frenar el maltrato animal en el turismo, sensibilizando a turistas y operadores sobre prácticas éticas.
María Hernández
En Bogotá, el Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal (IDPYBA), en colaboración con la Alcaldía Local de La Candelaria y la Policía de Turismo, lanzó la campaña Los animales no son atracciones turísticas para combatir el maltrato animal en entornos turísticos de la ciudad.
Esta iniciativa, que inició tras el rescate de una llama llamada Luna, busca sensibilizar tanto a turistas como a prestadores de servicios turísticos sobre el impacto negativo de la explotación animal.
(Lea: Luna, la llama del video en el centro de Bogotá, está viva: este es su estado)
Las jornadas de sensibilización comenzaron esta semana en el centro histórico de la ciudad, con la participación de más de 50 prestadores de servicios turísticos, incluidos hostales y restaurantes, quienes se comprometieron a difundir el mensaje de turismo responsable.
El caso de la llama Luna y los riesgos del maltrato animal🦙
El rescate de Luna, una llama utilizada para atraer turistas, ha puesto de manifiesto los riesgos asociados con el uso de animales silvestres y exóticos en actividades turísticas. Estas prácticas no solo comprometen el bienestar de ellos, sino que también violan los principios fundamentales del bienestar animal, como la salud, la nutrición y el comportamiento.
“Desde el Instituto Distrital de Turismo estamos comprometidos en enviarle un mensaje a los turistas nacionales e internacionales de que no es adecuado ni aceptable que se utilicen animales para el disfrute y la experiencia de los turistas en ningún lugar de Bogotá”, afirmó Andrés Santamaría Garrido, director de Turismo Bogotá.
Las llamas y alpacas, criaturas no nativas de Colombia, son comúnmente vistas en actividades turísticas informales. Originarias de países como Perú, Ecuador y Bolivia, enfrentan condiciones adversas en Bogotá, lo que agrava su situación de maltrato.
Con la campaña se busca transformar la percepción y prácticas de quienes operan en el sector turístico, promoviendo un modelo de turismo que priorice el respeto por la vida en todas sus formas.
Turismo responsable en Bogotá
La Oficina de Turismo de Bogotá, junto con el IDPYBA, ha tomado medidas para fortalecer alianzas con prestadores de servicios turísticos, ciudadanos y viajeros, con el objetivo de fomentar un cambio cultural hacia un turismo ético y responsable. “Estas jornadas de sensibilización se continuarán realizando en diferentes puntos turísticos de Bogotá”, aseguró un representante de la campaña.
La estrategia busca que los participantes se conviertan en multiplicadores de la información, promoviendo un cambio cultural hacia un turismo que dignifique tanto a las personas como a los animales. La ciudadanía también puede contribuir denunciando cualquier caso de maltrato animal a través de los canales establecidos por la administración distrital.
¿Qué implica que este contenido sea creado con inteligencia artificial?
Este contenido fue realizado por un periodista humano con asistencia de la herramienta de generación de contenido con inteligencia artificial de El Espectador, la cual utiliza como motor el modelo GPT 4o de la empresa OpenAI, y una configuración personalizada para brindar la mejor experiencia informativa.
Los periodistas de El Espectador curan las fuentes con las que trabaja esta herramienta para asegurar la mayor rigurosidad y confianza en la información, y el contenido es sometido a una posterior revisión y edición humana.
En Bogotá, el Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal (IDPYBA), en colaboración con la Alcaldía Local de La Candelaria y la Policía de Turismo, lanzó la campaña Los animales no son atracciones turísticas para combatir el maltrato animal en entornos turísticos de la ciudad.
Esta iniciativa, que inició tras el rescate de una llama llamada Luna, busca sensibilizar tanto a turistas como a prestadores de servicios turísticos sobre el impacto negativo de la explotación animal.
(Lea: Luna, la llama del video en el centro de Bogotá, está viva: este es su estado)
Las jornadas de sensibilización comenzaron esta semana en el centro histórico de la ciudad, con la participación de más de 50 prestadores de servicios turísticos, incluidos hostales y restaurantes, quienes se comprometieron a difundir el mensaje de turismo responsable.
El caso de la llama Luna y los riesgos del maltrato animal🦙
El rescate de Luna, una llama utilizada para atraer turistas, ha puesto de manifiesto los riesgos asociados con el uso de animales silvestres y exóticos en actividades turísticas. Estas prácticas no solo comprometen el bienestar de ellos, sino que también violan los principios fundamentales del bienestar animal, como la salud, la nutrición y el comportamiento.
“Desde el Instituto Distrital de Turismo estamos comprometidos en enviarle un mensaje a los turistas nacionales e internacionales de que no es adecuado ni aceptable que se utilicen animales para el disfrute y la experiencia de los turistas en ningún lugar de Bogotá”, afirmó Andrés Santamaría Garrido, director de Turismo Bogotá.
Las llamas y alpacas, criaturas no nativas de Colombia, son comúnmente vistas en actividades turísticas informales. Originarias de países como Perú, Ecuador y Bolivia, enfrentan condiciones adversas en Bogotá, lo que agrava su situación de maltrato.
Con la campaña se busca transformar la percepción y prácticas de quienes operan en el sector turístico, promoviendo un modelo de turismo que priorice el respeto por la vida en todas sus formas.
Turismo responsable en Bogotá
La Oficina de Turismo de Bogotá, junto con el IDPYBA, ha tomado medidas para fortalecer alianzas con prestadores de servicios turísticos, ciudadanos y viajeros, con el objetivo de fomentar un cambio cultural hacia un turismo ético y responsable. “Estas jornadas de sensibilización se continuarán realizando en diferentes puntos turísticos de Bogotá”, aseguró un representante de la campaña.
La estrategia busca que los participantes se conviertan en multiplicadores de la información, promoviendo un cambio cultural hacia un turismo que dignifique tanto a las personas como a los animales. La ciudadanía también puede contribuir denunciando cualquier caso de maltrato animal a través de los canales establecidos por la administración distrital.
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