Los Bomberos de Bogotá que arriesgan su vida salvando animales en emergencias de la ciudad
En redes sociales han quedado registradas las heroicas acciones que realizan los Bomberos de Bogotá para poner a salvo la vida de gatos, perros, caballos, aves y todo tipo de animales que se encuentran en situaciones de riesgo. Le contamos quiénes son y cómo trabajan estos héroes sin capa.
Laura Tatiana Vargas Lizarazo
Cada día un grupo de valientes personas arriesgan su integridad en diferentes acontecimientos para salvar la vida de aquellos seres que no tienen voz. Se trata del Grupo de Búsqueda y Rescate de Animales en Emergencias (BRAE), del Cuerpo Oficial de Bomberos de Bogotá. Estos héroes, bajo el lema de “toda vida cuenta”, se encargan de rescatar, valorar y estabilizar a todos los animales que se encuentran en algún tipo de peligro en la capital.
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Cada día un grupo de valientes personas arriesgan su integridad en diferentes acontecimientos para salvar la vida de aquellos seres que no tienen voz. Se trata del Grupo de Búsqueda y Rescate de Animales en Emergencias (BRAE), del Cuerpo Oficial de Bomberos de Bogotá. Estos héroes, bajo el lema de “toda vida cuenta”, se encargan de rescatar, valorar y estabilizar a todos los animales que se encuentran en algún tipo de peligro en la capital.
El BRAE nació en 2006 bajo el nombre de “Programa Canino” y su propósito inicial era únicamente trabajar con perros entrenados para la búsqueda y el rescate de personas en estructuras colapsadas y en áreas abiertas. Sin embargo, las necesidades de la ciudadanía hicieron cambiar el enfoque del grupo y, ahora, también se centra en ayudar a cualquier animal en riesgo.
El cabo Julio César Bojacá, quien lidera el equipo, cuenta que los bomberos no tenían anteriormente un personal exclusivo para atender este tipo de emergencias. Sin embargo, el número y la complejidad de los casos comenzaron a aumentar y, por ende, también la necesidad de tener un grupo especializado.
“La gente siempre llamaba a bomberos por el gatito que se subía al árbol o por el perrito que metía la cabeza entre la reja y quedaba atrapado. Empezamos a enfocarnos mucho en esos casos. Pero también en los incidentes con grandes animales o de granja, sobre todo en barrios de la localidad de Usme, donde hay muchas personas que tienen ganado. También con el manejo de emergencias apícolas (control y recolección de abejas) que empezaron a crecer muchísimo en la ciudad debido a las fumigaciones de los cultivos en las áreas aledañas”, explica Bojacá.
Las mascotas rescatadas por el BRAE son entregadas sanas y salvas a sus tutores. También se reportan muchos casos de perros y gatos callejeros en situaciones de riesgo. El cabo Bojacá expresa que el grupo pone a estos animales a disposición del Instituto de Bienestar y Protección Animal, y cuando la entidad tiene los cupos llenos, son ellos mismos quienes se encargan de buscarles un hogar.
A los radios llegan emergencias que involucran especies silvestres como aves, las cuales quedan atrapadas en lugares donde sería imposible llegar sin su ayuda y sus equipos. “Nosotros también hacemos toda la parte de rescate de animales silvestres, como, por ejemplo, las tinguas. Muchas veces estas aves llegan aquí y se estrellan contra las ventanas de los edificios. La gente nos llama y efectuamos su rescate. Si es el caso de que lo necesiten, porque no siempre es necesario, contactamos inmediatamente a la entidad responsable, que es la Secretaría de Ambiente, y hacemos la entrega de la especie”.
El BRAE está compuesto por 15 uniformados distribuidos en tres turnos, lo que quiere decir que todo el tiempo están disponibles por lo menos cinco personas. El grupo cuenta con dos vehículos: un camión autobomba y una camioneta que es la que se utiliza para el desplazamiento de los caninos cuando son casos de estructuras colapsadas o de áreas abiertas. Además, tienen todo el equipamiento necesario para esta clase de labores como escaleras, pértigas de control de animales, redes de contención, bípodes y trípodes, etc.
“Si el gatito está, por ejemplo, en el techo de una empresa, utilizamos unas mallas con unas redes para poder capturarlo. Igual pasa con las aves que quedan en los patios de las casas, en los parqueaderos de las empresas, esto se presenta mucho con los búhos o las tinguas. Lógicamente, ellas van a intentar huir y hay que tratar de capturarlas generándoles el menor daño posible, para eso utilizamos unas redes o unas mantas”, cuenta Bojacá.
Los bomberos de las 17 estaciones de Bogotá pueden llegar a recibir hasta 40 llamadas diarias por casos relacionados con animales, especialmente por emergencias apícolas. La comunidad genera la llamada de emergencia a través de la línea 123, en ese momento, la estación de bomberos más cercana acude al lugar y hace la primera verificación. Por ejemplo, si en un restaurante hay una serpiente, un equipo de bomberos llega y comprueba la presencia del animal. En ese momento ejecutan la activación al BRAE. El equipo se desplaza al sitio, realiza su captura con unos equipos especiales e inmediatamente después se pone en contacto con la Secretaría de Ambiente para su entrega.
Muchas experiencias han marcado la vida del cabo Bojacá, quien reconoce que lo que más le satisface es saber que la comunidad agradece la acción de los bomberos que rescatan a sus peludos. “Hay dueños que quedan muy agradecidos cuando se salvan las vidas de estos animales después de varias horas de estar atrapados o perdidos, es gratificante ver los rostros de agradecimiento de las personas y ver ese vínculo afectivo que tienen las mascotas con sus propietarios”, dice.
El perro, el mejor amigo de los bomberos
Este grupo de valientes bomberos no solo dedican sus días a rescatar animales, sino que contra todo pronóstico y superando cada barrera, rescatan a las personas que se encuentren atrapadas en estructuras colapsadas luego de alguna emergencia, como los terremotos. Para esto no actúan solos, están acompañados de sus fieles compañeros caninos. Son ellos la mano derecha e incluso los ojos de los bomberos para poder llegar a esas personas que necesitan su ayuda.
Los caninos tienen características únicas que les permite rastrear olores en distancias imposibles para los humanos, y los bomberos son conscientes de esto. “La parte humana y técnica es fundamental, pero desde que tenemos a los caninos esto se elevó en un 100%. Ellos nos guían para poder encontrar a las personas”.
Para los bomberos del BRAE, los caninos belga malinois (la misma raza del reconocido perro Wilson del Ejército) se han convertido en una extensión. Sin estos fieles acompañantes, la mayoría de las historias de este grupo no tendrían un final feliz. Gracias a sus habilidades, destrezas y cualidades, estos caninos hacen que encontrar a una persona en un lugar difícil sea posible.
“En este momento tenemos 10 caninos. La relación que tenemos con ellos es de familia, es un bombero más de la institución y siempre estamos con ellos. Más o menos los perros están en servicio unos cinco años. Los retiramos cuando empezamos a detectar en ellos algunos inconvenientes de salud, por ejemplo, que empiecen a sufrir de displasia. En ese momento entran en proceso de adopción. Los primeros interesados en adoptarlos somos nosotros, pues hemos sido sus guías durante todo el tiempo”, afirma el bombero.
Junto a sus compañeros caninos, el grupo BRAE ha apoyado emergencias internacionales como el terremoto de Haití en 2010, donde se rescató a una mujer de 23 años y a una bebé de 22 días de nacida, en cooperación con el grupo USAR. El terremoto de Ecuador en 2016, donde apoyó las labores de rescate, logrando identificar el punto en que se encontraba una persona atrapada bajo los escombros. Y el terremoto de México en el 2017, en el que se movilizaron para apoyar en las labores de búsqueda y rescate de personas.
Para los bomberos que conforman este grupo de rescate no se trata solamente de un trabajo, es hacer con amor y dedicación una labor que engrandece la profesión y ayuda a proteger a quienes más lo necesitan.
“No todo el mundo arriesga su vida por salvar a alguien que no conoce. Nosotros, los que somos bomberos, sí lo hacemos. Tenemos familias, esposas, hijos, padres y, aunque pensamos todo el tiempo en ellos, siempre estamos dispuestos a arriesgar la vida por ayudar. Dentro de nuestra misión está el salvaguardar vidas y esto no solo se limita a las personas, sino todo ser vivo. Por eso nos enfocamos en el rescate de animales”, concluye el cabo Bojacá.
Para el BRAE siempre será un orgullo y una entera satisfacción poder salvar y proteger la vida de aquellos seres que a lo largo de la historia no han tenido voz, pero que tienen todo el derecho de vivir una vida digna.
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