Matar a la mascota, una forma común de violencia contra la mujer
Cada vez es más frecuente escuchar casos en los que los maltratadores retienen, maltratan o le causan la muerte al perro o gato de su pareja, con el objetivo de dañarla psicológicamente. Por ello, surge la pregunta, ¿hay una relación entre las agresiones machistas y los casos de maltrato animal?
Sebastián Muñoz López
Yudy Natalia Martin es trabajadora social y especialista en estudios feministas y de género. A lo largo de su vida profesional, se ha enfocado en trabajar en escenarios de atención de mujeres víctimas de violencia. Cuando estuvo en la Secretaría de la Mujer de Bogotá, encontró un relato común entre varias personas que sufrieron agresiones: sus exparejas maltrataban a sus mascotas con el objetivo de hacerlas sufrir y recordarles que todavía podían lastimarlas desde la distancia.
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Yudy Natalia Martin es trabajadora social y especialista en estudios feministas y de género. A lo largo de su vida profesional, se ha enfocado en trabajar en escenarios de atención de mujeres víctimas de violencia. Cuando estuvo en la Secretaría de la Mujer de Bogotá, encontró un relato común entre varias personas que sufrieron agresiones: sus exparejas maltrataban a sus mascotas con el objetivo de hacerlas sufrir y recordarles que todavía podían lastimarlas desde la distancia.
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“Una vez tuve que atender el caso de una chica que corría bastante peligro con su novio. Él la celaba con todo el mundo, especialmente con su perro, hasta el punto en que le decía que ella quería más a su perro que a él. Cuando el novio intentaba golpear a su pareja, su mascota comenzaba a ladrarle y a defenderla. El hombre terminó matando al animal por celos. Quería dejarla sola, sin sus hijos o su perro, para tener todo el cariño de ella para él”, explica Yudy Natalia Martin.
La experta asegura que fue testigo de la misma historia en varias ocasiones: la mascota era un apoyo emocional frente al abuso del agresor e, incluso, defendía a su propietaria ante la violencia del hombre. En otra ocasión, tuvo que atender el caso de un padre que mató al gato de la familia en frente de sus hijos, porque la madre había decidido terminar su relación. Los niños tuvieron que limpiar la sangre del animal. “Era común que varios hombres les dijeran a las mujeres que si terminaban la relación, matarían o abandonarían a su mascota”, comenta.
La psicóloga Sonia Vaccaro denominó “violencia vicaria” al tipo de agresión que ejercen personas a través de los hijos de sus parejas, para dañarlas psicológicamente. Según expertos, gracias al fortalecimiento entre los vínculos de mascotas y humanos en la actualidad, varios individuos han decidido no tener hijos, por lo que los animales han comenzado a reemplazar ese rol emocional y de cuidado.
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“Las nuevas generaciones han optado por tener menos hijos, por lo que las mascotas se han convertido en un miembro de la familia. Por ello, cuando no hay niños, la manipulación emocional va dirigida a matar a la mascota o desaparecerla, y puede ser igual de efectiva por parte del agresor”, explica María Victoria Zambrano Ibarra, abogada y representante de víctimas de violencia intrafamiliar y abuso sexual infantil en el Consejo Distrital de Atención a Víctimas de Violencia.
Este tipo de agresión psicológica y emocional va dirigida al dueño o dueña de la mascota, para lastimarla en lo que más quiere. “Este es un instrumento de coerción, de control de las situaciones de violencia. Es maltrato animal y, al mismo tiempo, una agresión contra la persona”, comenta Zambrano.
El Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal promovió el proyecto “Redes de apoyo”, creado por mujeres pertenecientes al Semillero de género, protección y bienestar animal, para visibilizar los abusos que sufren mascotas y jóvenes en conjunto.
“Las violencias contra las mujeres y sus animales se han hecho tan evidentes que hoy en día algunos países como estados Unidos, España y México han implementado Refugios seguros, que son acuerdos de cooperación, generalmente entre mujeres, albergues humanitarios o instalaciones veterinarias para brindar también alojamiento a los animales de compañía, los cuales frecuentemente se ven atrapados en la dinámica de control, poder e intimidación que se ejercen, por ejemplo, cuando existe abuso conyugal”, indica Daniela Bernal, bióloga del Instituto Distrital de Protección y Bienestar Animal, en un comunicado de la entidad.
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No obstante, las expertas consideran que este tipo de chantaje, a pesar de ser común, es imperceptible en la mayoría de ocasiones. Amnistía Internacional representa a la violencia de género a través de un Iceberg, en donde las agresiones más “visibles” suelen ser los feminicidios, los golpes, las violaciones o los insultos. No obstante, debajo del pilar principal se esconde todo un espectro de abusos invisibles, entre los que se encuentran el daño hacia los animales y las mascotas, con el objetivo de afectar psicológicamente a las mujeres.
“No es fácil reconocer la violencia en este tipo de escenarios, porque las personas asumen que debe haber golpes o agresión de forma directa para que sea visible. En muchas ocasiones, a una la tratan de loca, porque un animal es un animal y ya. Pero hay una violencia psicológica bastante grande alrededor de los animales”, explica Yudy Martin.
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Las mascotas como refugio frente a la violencia de género
Las expertas consideran que el apoyo y acompañamiento de un perro o gato puede funcionar como un soporte emocional y una protección frente a la violencia de un agresor. “Hay víctimas que se apegan a su animal porque cuando están siendo humilladas, insultadas o manipuladas, esa mascota se convierte en el centro de sus afectos”, comenta María Victoria Zambrano.
Adriana Sofía Silva, magíster en psicología y subdirectora nacional del Campo de Psicología y Familias, considera que las mascotas pueden ayudar en el bienestar emocional de sus dueños, por lo que sirven de apoyo en algunos casos para individuos que sufren de problemas de salud mental. “Los animales ayudan a las personas a no encerrarse en sí mismas, socializar, que se sientan acompañadas, con una responsabilidad y darle cuidado al otro e, incluso, pueden mejorar su salud física, porque deben pasear al perro o gato”, explica.
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Esto también puede generar ciclos tóxicos para las parejas, quienes no pueden dejar al victimario, porque no están dispuestas a abandonar a su animal de compañía. “Las exparejas terminan, pero siguen hablando, para saber quién le va a comprar la comida al perro, llevarlo al veterinario, etcétera”, comenta Yudy Martin.
Del mismo modo, en varios casos de violencia que María Victoria acompaña existen maltratadores que muerden a las mascotas o las cortan. Esto evidencia un alto riesgo de actos violentos en contra de sus víctimas. “Es bastante probable que una persona que maltrate a un animal tenga una tendencia a violentar a un ser humano”, comenta Zambrano.
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En medio de su trabajo ayudando a víctimas de violencia intrafamiliar, Yudy Martin solía colaborar con una psicóloga, para brindar apoyo psicosocial a mujeres que sufrían de violencia intrafamiliar. Ella recuerda que en varias ocasiones, intentaban cooperar con las abogadas de la Secretaría de la Mujer para hacerle entender a la Fiscalía que las mujeres corren altos riesgos de sufrir agresiones, después de que se evidenciaban casos de maltrato animal.
“La asesoría que hicimos con la chica a la que le mataron al perro en un ataque de celos es que debíamos darle a entender a la Fiscalía que ella también estaba en riesgo de feminicidio. Si mató al animal, también iba a matarla a ella. Lamentablemente, el caso quedó en investigaciones”, relata la experta en género.
Si en algún momento usted o alguien que conoce se encuentra en una situación como esta, puede comunicarse con la Línea Púrpura Distrital 018000112137, a su WhatsApp 3007551846 o escribiendo al correo electrónico lpurpura@sdmujer.gov.co
Maltrato animal:
Si usted conoce algún caso de maltrato animal, denúncielo llamando a la línea celular 122, la línea nacional gratuita 018000 91 97 48 y en Bogotá al 5702000 (opción 7).
La Fiscalía General de la Nación, en articulación con la Policía Nacional, habilitó una opción en ADenunciar, para que a través de este canal, la ciudadanía también pueda interponer sus denuncias.
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