Minciencias investigará presunto maltrato animal en laboratorio con monos en Cali
La organización Personas por el Trato Ético de los Animales, PETA, realizó una investigación sobre el supuesto trato violento que recibieron monos búho o nocturnos en medio de experimentos financiados por el gobierno colombiano y estadounidense para producir una vacuna contra la malaria (que todavía no existe).
La Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC) inició un proceso sancionatorio ambiental contra el Centro de Investigación Científica Caucaseco Limitada y la Fundación Centro de Primates (FUCEP), ubicado en Cali, por presunto maltrato animal y falla en el cumplimiento de estándares de integridad científica, tras la más reciente investigación de Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA), en Colombia.
Lea: Maltrato de mascotas en Bogotá: ¿A qué se debe esta problemática?
Durante casi dos décadas, el Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos ha estado entregando dinero a estas dos organizaciones colombianas para desarrollar una vacuna contra la malaria, que todavía no existe. La investigación de PETA evidenció que la FUCEP ha recibido más de 17 millones de dólares por parte del gobierno estadounidense y 22 mil millones de pesos por parte del gobierno colombiano. No obstante, ha operado durante más de una década sin los permisos requeridos para experimentar y criar a los monos que han sido víctimas de supuesto maltrato animal.
“Peta escuchó por primera vez sobre una instalación en la zona rural de Colombia en la que los monos búho, algunos posiblemente secuestrados de los bosques en la parte norte del país, viven en medio de su propia suciedad, en jaulas oxidadas en un corral improvisado con vallas de jardín y láminas de plástico”, se lee en el informe. Algunos monos en el recinto tenían posturas anormales, sufrían pérdida de cabello y morían sin recibir ninguna atención veterinaria.
Una inspección del 24 de noviembre de 2021, realizada por una agencia ambiental estatal, mostró que el centro de primates en el que están confinados los monos utilizados en las subvenciones del NIAID no es más que un recinto improvisado hecho de una cerca de alambre cubierta con malla de construcción y láminas de plástico.
Ante la investigación, que ya está en manos de la Fiscalía, Arturo Luna, ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, informó que estaría realizando un levantamiento de información interna relacionada con soportes de supervisión y seguimiento de estos proyectos. “Solicitaremos a los investigadores involucrados que se pronuncien sobre estas denuncias y envíen los soportes que consideren necesarios”, afirmó Luna. Una vez se cuente con toda la información consolidada, se solicitará a los entes de control y autoridades competentes se realicen las investigaciones pertinentes y se tomen las acciones a las que haya lugar.
Las jaulas de los monos estaban cubiertas de heces y hongos en crecimiento. Varios inspectores descubrieron que los monos fueron alimentados con croquetas para perros, empapadas en agua azucarada, y no había registro de cómo se ajustaba su dieta según las necesidades individuales o la edad.
Según PETA, esta investigación duró 18 meses e incluyó el testimonio de 11 trabajadores del interior de las organizaciones culpadas para denunciar el maltrato animal al que sometían a los monos.
“Los exempleados pintan una imagen morbosa de las condiciones de los monos, alegando, entre otras atrocidades, que los monos a menudo están expuestos a los elementos porque la malla de construcción se mueve con el mal tiempo. Testigos dijeron que los monos no estaban debidamente protegidos y que los gatos de la zona deambulaban libremente por los recintos, poniendo a los monos en riesgo de contraer toxoplasmosis”, añade el informe de PETA.
⏩Aquí puede consultar el informe completo: LINK.
PETA también afirmó que en el centro de investigación no hubo un seguimiento riguroso sobre registros médicos de atención, hojas de vida de los ejemplares, actas de necropsia debidamente diligenciadas o actas del comité de ética. “Solo había una habitación para realizar necropsias (autopsias no humanas) y procedimientos médicos como suturas y limpieza de heridas”.
Otro factor negativo es que algunas parejas de monos se habían reproducido; la reproducción en cautiverio requiere de permisos con los que no contaba la fundación. Tampoco se hallaron los permisos para la investigación científica.
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“Por las evidencias encontradas, la Dirección Ambiental Regional Suroccidente de la CVC decidió iniciar un procedimiento sancionatorio ambiental el pasado 1 de noviembre contra la fundación Fucep y el Centro de Investigación Científica Caucaseco, dado que por hallazgos que arrojó el procedimiento se podría configurar un hecho de maltrato animal”, comentó Diego Luis Hurtado Anizares, director de la mencionada regional de la CVC en la página web de la corporación.
🐒¿Qué les espera a los monos que fueron víctimas de crueldad animal?
El futuro de los primates es incierto. En medio de los experimentos, estos animales adquirieron la enfermedad infecciosa de la malaria y el paludismo, por lo que son un riesgo biológico para los seres humanos.
La Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca pidió asesoría al Instituto Nacional de Salud, para tener una orientación sobre cómo proceder con los simios. Esto debido a que los animales no podrán estar en un Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre.
🐾 ¿Quiere estar al día y conocer las últimas noticias sobre el mundo animal? Lo invitamos a verlas en La Red Zoocial. 🐶🐱 Además, si tiene alguna historia o está interesado en contar la suya con su mascota, puede escribirnos a laredzoocial@elespectador.com
La Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca (CVC) inició un proceso sancionatorio ambiental contra el Centro de Investigación Científica Caucaseco Limitada y la Fundación Centro de Primates (FUCEP), ubicado en Cali, por presunto maltrato animal y falla en el cumplimiento de estándares de integridad científica, tras la más reciente investigación de Personas por el Trato Ético de los Animales (PETA), en Colombia.
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Durante casi dos décadas, el Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos ha estado entregando dinero a estas dos organizaciones colombianas para desarrollar una vacuna contra la malaria, que todavía no existe. La investigación de PETA evidenció que la FUCEP ha recibido más de 17 millones de dólares por parte del gobierno estadounidense y 22 mil millones de pesos por parte del gobierno colombiano. No obstante, ha operado durante más de una década sin los permisos requeridos para experimentar y criar a los monos que han sido víctimas de supuesto maltrato animal.
“Peta escuchó por primera vez sobre una instalación en la zona rural de Colombia en la que los monos búho, algunos posiblemente secuestrados de los bosques en la parte norte del país, viven en medio de su propia suciedad, en jaulas oxidadas en un corral improvisado con vallas de jardín y láminas de plástico”, se lee en el informe. Algunos monos en el recinto tenían posturas anormales, sufrían pérdida de cabello y morían sin recibir ninguna atención veterinaria.
Una inspección del 24 de noviembre de 2021, realizada por una agencia ambiental estatal, mostró que el centro de primates en el que están confinados los monos utilizados en las subvenciones del NIAID no es más que un recinto improvisado hecho de una cerca de alambre cubierta con malla de construcción y láminas de plástico.
Ante la investigación, que ya está en manos de la Fiscalía, Arturo Luna, ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, informó que estaría realizando un levantamiento de información interna relacionada con soportes de supervisión y seguimiento de estos proyectos. “Solicitaremos a los investigadores involucrados que se pronuncien sobre estas denuncias y envíen los soportes que consideren necesarios”, afirmó Luna. Una vez se cuente con toda la información consolidada, se solicitará a los entes de control y autoridades competentes se realicen las investigaciones pertinentes y se tomen las acciones a las que haya lugar.
Las jaulas de los monos estaban cubiertas de heces y hongos en crecimiento. Varios inspectores descubrieron que los monos fueron alimentados con croquetas para perros, empapadas en agua azucarada, y no había registro de cómo se ajustaba su dieta según las necesidades individuales o la edad.
Según PETA, esta investigación duró 18 meses e incluyó el testimonio de 11 trabajadores del interior de las organizaciones culpadas para denunciar el maltrato animal al que sometían a los monos.
“Los exempleados pintan una imagen morbosa de las condiciones de los monos, alegando, entre otras atrocidades, que los monos a menudo están expuestos a los elementos porque la malla de construcción se mueve con el mal tiempo. Testigos dijeron que los monos no estaban debidamente protegidos y que los gatos de la zona deambulaban libremente por los recintos, poniendo a los monos en riesgo de contraer toxoplasmosis”, añade el informe de PETA.
⏩Aquí puede consultar el informe completo: LINK.
PETA también afirmó que en el centro de investigación no hubo un seguimiento riguroso sobre registros médicos de atención, hojas de vida de los ejemplares, actas de necropsia debidamente diligenciadas o actas del comité de ética. “Solo había una habitación para realizar necropsias (autopsias no humanas) y procedimientos médicos como suturas y limpieza de heridas”.
Otro factor negativo es que algunas parejas de monos se habían reproducido; la reproducción en cautiverio requiere de permisos con los que no contaba la fundación. Tampoco se hallaron los permisos para la investigación científica.
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“Por las evidencias encontradas, la Dirección Ambiental Regional Suroccidente de la CVC decidió iniciar un procedimiento sancionatorio ambiental el pasado 1 de noviembre contra la fundación Fucep y el Centro de Investigación Científica Caucaseco, dado que por hallazgos que arrojó el procedimiento se podría configurar un hecho de maltrato animal”, comentó Diego Luis Hurtado Anizares, director de la mencionada regional de la CVC en la página web de la corporación.
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El futuro de los primates es incierto. En medio de los experimentos, estos animales adquirieron la enfermedad infecciosa de la malaria y el paludismo, por lo que son un riesgo biológico para los seres humanos.
La Corporación Autónoma Regional del Valle del Cauca pidió asesoría al Instituto Nacional de Salud, para tener una orientación sobre cómo proceder con los simios. Esto debido a que los animales no podrán estar en un Centro de Atención y Valoración de Fauna Silvestre.
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