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Esto es para las personas que van a bucear y quieren ver vida marina: la solución para ver tiburones, delfines, ballenas o lo que sea que quieran ver no es tirar carnada al mar y lanzarse detrás, para ver qué se acerca.
Videos en que se ve que supuestos instructores de buceo arrojan 100 kilos de cebo al océano, para que tiburones se acerquen a los visitantes, es un claro ejemplo del turismo irresponsable, ya que se está generando un riesgo tanto para la fauna marina como para la vida humana.
En primer lugar, lo que dice NatGeo, es que si el animal vive o migra a un área donde suelen cazarlo, el hecho de alimentarlo puede familiarizarlos con los humanos y convertirlo en un blanco fácil. O puede que se vuelva demasiado audaz, y se acerque a las personas en busca de comida, lo que podría perjudicar el turismo o generar ataques.
Por eso, en 2022, cuando un hombre lanzó a un perro amarrado como carnada en San Andrés, las autoridades emitieron una resolución que prohíbe cualquier tipo de actividad de cebado o alimentación de peces, tiburones y rayas, así como la manipulación de estas especies, a pesar de que algunos están incumpliendo esta medida.
Por otro lado, estar cerca del tiburón o de cualquier animal silvestre, sea marino o no, puede causar estrés o ansiedad, que pueden verse expresados en violencia. Lo mejor es bucear, esperar y si se encuentra con algún animal, conserve su distancia por su seguridad. Pero si ve agitación o molestia en la criatura que tiene cerca, podría significar que no tomó las precauciones adecuadas y que debe alejarse.
A la próxima que haga una inmersión, recuerde: los animales son los que deciden si se acercan o no, estimularlos con alimento pueden ser un riesgo enorme y si ves que tu guía lo hace, lo más adecuado es detenerlo, porque son prácticas irresponsables con la naturaleza.
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