Así es la última etapa de vida de un perro

Los perros son seres especiales que brindan a las personas amor, cariño y compañía durante mucho tiempo. Sin embargo, tal y como sucede con los demás animales, con los años llegan a esa etapa donde se preparan para vivir sus últimos meses de vida. Este momento puede ser difícil para algunos cuidadores, especialmente en la parte emocional, pero con la atención y el apoyo adecuado, se puede acompañar a los peludos para que sean felices y se sientan cómodos en este tiempo.

En la última etapa de vida, los perros presentan grandes cambios a nivel mental, comportamental y físico. Los ojos nublados, las canas, los problemas de respiración, la lentitud al momento de caminar, los cambios de peso y las dificultades para ir al baño correctamente son algunos de los signos más evidentes.

Otros canes pueden experimentar en su vejez problemas dentales como caries o infecciones. O complicaciones en el sistema inmunológico, motivo por el cual son menos capaces de protegerse de infecciones tan efectivamente como lo hacían antes.

Los problemas de visión y oído, como glaucoma o atrofia progresiva de la retina, también son bastante comunes en esta etapa de vida. El empeoramiento de estos sentidos puede ocurrir de forma gradual, motivo por el cual puede ser difícil para varios propietarios percatarse de ello de forma inmediata.

El portal American Kennel Club también menciona que los perros ancianos comienzan a tener problemas con las escaleras y las caminatas. A veces, el simple hecho de levantarse después de una siesta ya resulta todo un desafío para ellos. No obstante, existen otro tipo de dificultades que pueden causar los problemas de movilidad, como la artritis u otras enfermedades degenerativas.

Algunos cambios mentales abruptos también pueden comenzar a moldear la personalidad de la mascota. Por ejemplo, algunos canes comienzan a volverse agresivos o gruñones en esta etapa de vida, aun cuando antes no lo eran. Otros comienzan a dormir más de lo normal o presentan un estado de ánimo bajo.

Aunque en muchos casos, ver a las mascotas atravesar por estos cambios en esta etapa resulta difícil para sus cuidadores, es importante no descuidarlos ni abandonarlos nunca. Ellos siguen amando a sus humanos y necesitan todo el apoyo, amor y compañía posible.

Nota del editor: La nota se actualizó con la palabra “oído”.

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Los perros son seres especiales que brindan a las personas amor, cariño y compañía durante mucho tiempo. Sin embargo, tal y como sucede con los demás animales, con los años llegan a esa etapa donde se preparan para vivir sus últimos meses de vida. Este momento puede ser difícil para algunos cuidadores, especialmente en la parte emocional, pero con la atención y el apoyo adecuado, se puede acompañar a los peludos para que sean felices y se sientan cómodos en este tiempo.

En la última etapa de vida, los perros presentan grandes cambios a nivel mental, comportamental y físico. Los ojos nublados, las canas, los problemas de respiración, la lentitud al momento de caminar, los cambios de peso y las dificultades para ir al baño correctamente son algunos de los signos más evidentes.

Otros canes pueden experimentar en su vejez problemas dentales como caries o infecciones. O complicaciones en el sistema inmunológico, motivo por el cual son menos capaces de protegerse de infecciones tan efectivamente como lo hacían antes.

Los problemas de visión y oído, como glaucoma o atrofia progresiva de la retina, también son bastante comunes en esta etapa de vida. El empeoramiento de estos sentidos puede ocurrir de forma gradual, motivo por el cual puede ser difícil para varios propietarios percatarse de ello de forma inmediata.

El portal American Kennel Club también menciona que los perros ancianos comienzan a tener problemas con las escaleras y las caminatas. A veces, el simple hecho de levantarse después de una siesta ya resulta todo un desafío para ellos. No obstante, existen otro tipo de dificultades que pueden causar los problemas de movilidad, como la artritis u otras enfermedades degenerativas.

Algunos cambios mentales abruptos también pueden comenzar a moldear la personalidad de la mascota. Por ejemplo, algunos canes comienzan a volverse agresivos o gruñones en esta etapa de vida, aun cuando antes no lo eran. Otros comienzan a dormir más de lo normal o presentan un estado de ánimo bajo.

Aunque en muchos casos, ver a las mascotas atravesar por estos cambios en esta etapa resulta difícil para sus cuidadores, es importante no descuidarlos ni abandonarlos nunca. Ellos siguen amando a sus humanos y necesitan todo el apoyo, amor y compañía posible.

Nota del editor: La nota se actualizó con la palabra “oído”.

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