Así fue el increíble cambio de un perrito tras 432 días de soledad en un refugio

Spinach era un cachorro enérgico y juguetón, como tantos otros, pero su vida no fue fácil desde el principio. Mientras otros perros encontraban rápidamente una familia, Spinach no corrió con la misma suerte y terminó en el refugio de animales Austin Pets Alive en Texas, Estados Unidos. Al llegar, el personal del refugio notó que había sufrido un accidente en uno de sus ojos, lo que lo mantenía desanimado y sin su acostumbrada vitalidad. Después de evaluarlo, los veterinarios decidieron realizar una cirugía, pero a pesar de sus esfuerzos, Spinach perdió su ojo.

Tras la operación, Spinach mostró signos de recuperación. Aunque su aspecto físico había cambiado, su carácter comenzó a mejorar. Volvió a ser un perro activo y alegre, con la esperanza de que pronto alguien lo adoptara. Sin embargo, los días pasaron, y las semanas se convirtieron en meses sin que nadie se interesara en él.

A pesar de ser un perro sociable y juguetón, Spinach pasó más de 432 días en el refugio sin ser adoptado. Con el tiempo, los cuidadores notaron que su comportamiento estaba cambiando. Aunque disfrutaba de los momentos de juego con otros perros, cuando regresaba a su jaula parecía menos animado. La falta de adoptantes y la rutina del refugio comenzaron a afectarlo. Dejó de comer con regularidad y comenzó a perder peso, lo que preocupó al personal.

Los voluntarios, como Frankie Helfey, observaron este cambio de comportamiento. “Cuando estaba en el grupo de juego, era feliz, disfrutaba mucho con otros perros”, comentó Helfey a The Dodo, “pero cuando volvía a su jaula, se veía decaído”. El refugio decidió intensificar sus esfuerzos para encontrarle una familia a Spinach, conscientes de que su estado emocional y físico necesitaba mejorar rápidamente.

Con esta nueva determinación, el personal del refugio recurrió a las redes sociales, compartiendo fotos y videos de Spinach, resaltando sus cualidades y su necesidad urgente de encontrar un hogar. Después de varias publicaciones, una familia en Oklahoma se interesó en él. Se enamoraron de su historia y de su carácter, y decidieron adoptarlo.

Tras más de un año de espera, Spinach finalmente encontró un hogar. El día que fue llevado a su nueva familia fue especial para todos en el refugio. Aunque los voluntarios sintieron una mezcla de alegría y nerviosismo, sabían que era el mejor desenlace para Spinach.

Hoy en día, Spinach vive en Oklahoma con su nueva familia, dejando atrás los días de espera en el refugio.

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Spinach era un cachorro enérgico y juguetón, como tantos otros, pero su vida no fue fácil desde el principio. Mientras otros perros encontraban rápidamente una familia, Spinach no corrió con la misma suerte y terminó en el refugio de animales Austin Pets Alive en Texas, Estados Unidos. Al llegar, el personal del refugio notó que había sufrido un accidente en uno de sus ojos, lo que lo mantenía desanimado y sin su acostumbrada vitalidad. Después de evaluarlo, los veterinarios decidieron realizar una cirugía, pero a pesar de sus esfuerzos, Spinach perdió su ojo.

Tras la operación, Spinach mostró signos de recuperación. Aunque su aspecto físico había cambiado, su carácter comenzó a mejorar. Volvió a ser un perro activo y alegre, con la esperanza de que pronto alguien lo adoptara. Sin embargo, los días pasaron, y las semanas se convirtieron en meses sin que nadie se interesara en él.

A pesar de ser un perro sociable y juguetón, Spinach pasó más de 432 días en el refugio sin ser adoptado. Con el tiempo, los cuidadores notaron que su comportamiento estaba cambiando. Aunque disfrutaba de los momentos de juego con otros perros, cuando regresaba a su jaula parecía menos animado. La falta de adoptantes y la rutina del refugio comenzaron a afectarlo. Dejó de comer con regularidad y comenzó a perder peso, lo que preocupó al personal.

Los voluntarios, como Frankie Helfey, observaron este cambio de comportamiento. “Cuando estaba en el grupo de juego, era feliz, disfrutaba mucho con otros perros”, comentó Helfey a The Dodo, “pero cuando volvía a su jaula, se veía decaído”. El refugio decidió intensificar sus esfuerzos para encontrarle una familia a Spinach, conscientes de que su estado emocional y físico necesitaba mejorar rápidamente.

Con esta nueva determinación, el personal del refugio recurrió a las redes sociales, compartiendo fotos y videos de Spinach, resaltando sus cualidades y su necesidad urgente de encontrar un hogar. Después de varias publicaciones, una familia en Oklahoma se interesó en él. Se enamoraron de su historia y de su carácter, y decidieron adoptarlo.

Tras más de un año de espera, Spinach finalmente encontró un hogar. El día que fue llevado a su nueva familia fue especial para todos en el refugio. Aunque los voluntarios sintieron una mezcla de alegría y nerviosismo, sabían que era el mejor desenlace para Spinach.

Hoy en día, Spinach vive en Oklahoma con su nueva familia, dejando atrás los días de espera en el refugio.

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