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Todo comenzó cuando Chía tenía más o menos un año. En esa época la llevaron de paseo a la costa colombiana: Barranquilla, Santa Marta y La Guajira. En 2020 sus dueños decidieron mudarse a España. Allí la vida cambió y Leidy y Bruno empezaron a incluirla en sus viajes internacionales. El primero fue a Gibraltar, una colonia británica ubicada en territorio español. Luego viajó a Italia, donde tuvo la fortuna de conocer ciudades famosas como Venecia y Verona.
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Desde entonces Chía no ha parado de viajar. Se ha montado en aviones, en ferris y en carros. Incluso ha realizado recorridos por carretera de más de 30.000 kilómetros. Chía, según sus dueños, es una perrita muy tranquila, juiciosa y educada que ama y disfruta los viajes como si hicieran parte de su ADN.
Una linda coincidencia
Leidy, oriunda de Boyacá, y Bruno, ciudadano argentino, se conocieron hace más de 12 años en Inglaterra cuando ella estudiaba y él viajaba por Europa. Un año y medio después se volvieron a encontrar en Colombia y comenzó su relación. Desde entonces han vivido juntos en Costa Rica, República Dominicana, México, Colombia y España.
Chía llegó a sus vidas en 2016. Según Leidy, fue una linda coincidencia. “Desde hace rato estábamos pensando en tener un animalito, pero como viajamos tanto no habíamos tomado la decisión. Es una responsabilidad grande. Chía fue una casualidad. Al principio nuestra idea era adoptar, estuvimos visitando un par de fundaciones, pero no sentíamos esa conexión con ningún perrito y consideramos que eso era algo que tenía que existir antes de adoptar a un ser. Luego me dio alergia y eso nos imposibilitó seguir buscando más fundaciones”, cuenta Leidy.
Una mañana, Bruno se encontró con un anuncio en Facebook de alguien que estaba vendiendo unos perritos, ahí estaba Chía en una fotografía. Decidieron contactar a la persona inmediatamente. No les importaba si era de raza o no, lo que realmente buscaban era sentir esa conexión especial con el animal. “Nos aseguramos de que la persona que la estuviera vendiendo no fuera un criador, eso era importante para nosotros. Nos dimos cuenta de que era el dueño de una perrita Chow Chow que había tenido perritos recientemente. Ese día que nos vimos fue amor a primera vista, decidimos tenerla. Ahí nació una linda vida con ella, sabemos que llegó a nuestro hogar a complementarlo”, cuenta Bruno.
Al principio, a Leidy y a Bruno no se les ocurrió la posibilidad de recorrer el mundo con ella, fue con el paso del tiempo y después de confirmar que sus vidas giraban alrededor de los viajes. Ellos vivían en Cartagena, pero se iban por largas temporadas. Durante esos periodos dejaban a Chía al cuidado de una persona, pero eso no los hacía felices, entonces tomaron la decisión de mudarse a Europa, donde es mucho más fácil viajar con animales.
“Cuando viajábamos nos daba super duro, duramos la mitad del viaje hablando de Chía. Hay muchos planes que hemos cambiado desde que ella llegó, justamente para que pueda disfrutar más de su existencia. Sabemos que la vida de un animalito es mucho más corta, de aquí a mañana no sabemos qué pueda pasar. Tenemos ese gran objetivo en la vida: enseñarle el mundo lo que más podamos”, cuenta Leidy.
La perrita aventurera que recorre el mundo
Hasta este momento Chía ha recorrido 15 países: Colombia, España, Gibraltar (que corresponde al Reino Unido), Marruecos, Francia, Italia, Ciudad del Vaticano, Eslovenia, Croacia, Serbia, Montenegro, Albania, Macedonia del Norte, Mónaco y Kosovo. Este año, los planes de Leidy y Bruno son visitar con ella 20 países más: Portugal, Andorra, Suiza, Liechtenstein, Rumanía, Bulgaria, República Checa, Hungría, Eslovaquia, Turquía, Georgia, Azerbaiyán, Armenia, Kazajistán, Kirguistán, Tayikistán, Turkmenistán, Uzbekistán, Rusia e Irán. Incluso, si el tiempo les alcanza, planean llegar por tierra hasta Irak, por lo que pasarían también por Jordania, Arabia Saudita, Kuwait, Baréin y Omán.
“Es una perrita bastante privilegiada, pero sinceramente disfruta muchísimo, la pasa muy bien, le gusta mucho la aventura. Muchas veces nuestros viajes se restringen por ir con ella, pero no nos importa, si vamos a algún lugar y nos dicen “aquí no se aceptan mascotas”, simplemente nos damos la vuelta y nos vamos”, comenta Bruno.
A diferencia de muchos otros perritos, a Chía no le gusta el mar, les teme a las olas. Su actividad favorita cuando viaja es el senderismo, le encantan las montañas, los ríos, las quebradas y las cascadas. “Lo más aventurero que ha vivido hasta ahora es un paseo en cuatrimoto que dimos por el desierto de Agafay, en Marruecos, fue una experiencia única, dos horas de recorrido en una cuatrimoto a alta velocidad y ella ahí, disfrutando la vida, sacando la cabeza, feliz”, cuenta Leidy.
En tiempos de pandemia estuvieron en el Pirineo Aragonés, España, un lugar que se caracteriza por tener decenas de centros de esquí. Normalmente, los perritos no pueden entrar a esas pistas, pero como estaba todo cerrado y no había más personas, los dejaron deslizarse en los trineos con la perrita encima.
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Chía también ha recorrido varios lugares de Colombia: toda la costa Caribe, Medellín, Boyacá y el Eje Cafetero. En una oportunidad fueron a Doradal, Antioquia, en búsqueda de hipopótamos, ese ha sido uno de los viajes más especiales. “El viaje con Chía fue espectacular, estar saliendo a las 5 de la mañana en medio de un paisaje espectacular buscando hipopótamos. Nos montamos en motobalinera (un medio de transporte turístico en medio de las vías del tren que utiliza un carro de balineras halado por una motocicleta). Fue muy lindo ver a Chía ahí, levitando. En ese viaje también liberamos tortuguitas con ella, nunca se entrometió, solamente observaba”, comenta Leidy.
Chía es adorable y hasta tiene una cuenta de Instagram, @chiachowchow, destinada específicamente a compartir sus aventuras. Por su lado, Leidy y Bruno tienen un perfil en redes sociales, @viajemoslavida, en donde dan recomendaciones sobre viajes. Ellos son conscientes de que viajar con perritos no siempre es fácil; sin embargo, animan a las personas con mascotas a intentarlo. “Los viajes con Chía han sido de las cosas más bonitas que hemos podido vivir juntos, viajar con animales es una cosa impresionante. El mensaje que yo siempre quiero dar es sí se puede. Es difícil, nosotros ya lo vivimos, pero todo se puede lograr”, dice Leidy.
“A veces es difícil viajar con un perrito, pero para mí es más difícil dejarlo, porque es la familia y uno no quiere dejar a la familia”, concluye Bruno.