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Enseñar a un canino a sentarse o jugar puede ser divertido, sin embargo, no todos los momentos de aprendizaje se reducirán a momentos de disfrute. Existirán ocasiones en que el canino se portará mal y será necesario disciplinarlo para corregir su conducta.
Por lo tanto, debe velar porque el castigo sea proporcional a la acción sin deteriorar el vínculo que tenga con su mascota, de acuerdo a lo que explica Almanimal, una revista que comparte información de especialistas o expertos. Así que le recomendamos que tenga en cuenta los siguientes factores, para la próxima que su perro haga una travesura o lo saque de sus casillas:
Cuando sea atrapado in fraganti, redirija su conducta
“Para regañar a tu perro de forma efectiva, tienes que abordar la situación mientras ocurre la acción indeseada o inmediatamente después”, dicen los expertos. Debido a que reprender al perro por algo que hizo en el pasado no es útil, ya que no entenderá el motivo por el que se le está llamando la atención.
Detener al perro en el acto, darle a entender verbalmente que está haciendo algo mal y darle una opción diferente para ejecutar es uno de los mejores métodos de redirección. Por ejemplo, si lo encuentra mordiendo zapatos, puede quitárselo de la boca, decirle enérgicamente: “NO”, ofrecerle uno de sus juguetes y cuando lo tome e interactúe con él, felicítelo.
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El último paso mencionado se relaciona con el refuerzo positivo, ya que ante un buen comportamiento recibe un incentivo, que en este caso, serían los elogios. También puede premiar con premios o golosinas cuando haga algo bien.
No mostrarse agresivo con la mascota
El refuerzo negativo, por su parte, es incomprendido por los perros. Si al regañar le pega o le grita, lo más probable es que el canino no entienda el motivo y no cambie su comportamiento. Por el contrario, puede volverse temeroso e incluso, llegará al punto de escuchar menos a sus tutores.
Ponerle las manos a la mascota para disciplinarlo, por mayor impaciencia que haya, no va a solucionar los problemas. Solo lleva a desbordar sentimientos de frustración. Si en algún momento siente que va a perder los estribos y puede terminar golpeando, sacudiendo o intimidando a su perro, es hora de llamar a un entrenador profesional,
Socialice al perro para evitar problemas que lleven a regaños
Esta es una fase en que se acostumbra al animal a su entorno y a convivir con otras personas o mascotas, sin tener problemas de comportamiento. “Cuando un perro está correctamente socializado será más fácil sacarlo a la calle, se portará mejor con las visitas o desconocidos y podrá jugar con otros perros sin peligro”, dice Almanimal.
A temprana edad, es decir, cuando los perros son cachorros, pueden asustarse o ponerse nerviosos ante situaciones novedosas. Así que la mejor opción para que se familiaricen con otros es mostrándole que no hay nada de que temer. Puede intentar introducirlos gradualmente a situaciones ruidosas, como reuniones sociales, y de forma positiva a los nuevos sonidos y al entorno inmediato.
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Pero, tenga cuidado. Una mala experiencia podría ocasionar fobia a largo plazo. Para ayudar en el proceso, enfoque la experiencia de un modo positivo y gratificante: por ejemplo, si tiene que pasar la aspiradora o utilizar un taladro, deje que el perro olfatee y toque los objetos primero, luego vaya encendiéndolo por periodos de tiempo cada vez más largos, premiándolo cuando deje de ladrar.
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