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Wallace, un perro de raza antiguo pastor inglés de 4 años, es mucho más que un perro común. Este fiel compañero ha salvado la vida de su dueña, Allison Redgrave LaField, y ha ayudado a decenas de personas como perro de terapia. Recientemente, Wallace recibió el premio AKC Humane Fund Award por su destacada labor, un reconocimiento que celebra su valentía y habilidades excepcionales.
Desde que llegó a la vida de Allison en mayo de 2020, Wallace demostró ser un perro tranquilo y lleno de calma. Según cuenta Allison a People, el perro siempre ha sido “una alma vieja en forma de perro”. Esta calma no solo lo hace ser único, sino que también le ha permitido ayudar a otras personas a lo largo de su vida, empezando por su dueña.
Allison, quien es entrenadora de natación, comenzó a sufrir episodios de convulsiones después de adoptar a Wallace. En uno de esos episodios, se cayó al fondo de la piscina, quedando aturdida y sin fuerzas para salir. En ese momento Wallace, que estaba cerca, se lanzó al agua para ayudarla.
“Escuché un gran chapoteo, y vi sus grandes patas moviéndose por el agua. Con una patada, hizo que salieran burbujas de aire que pude seguir hasta llegar a la superficie”, recuerda Allison en People. Wallace había actuado de forma instintiva, como si supiera que su dueña estaba en peligro. “Gracias a él, pude respirar y salir del agua. Nunca me dejó sola”, añade la mujer.
Después de este incidente, Wallace comenzó a avisarle a Allison cuando se acercaba un episodio de convulsión. Ella se dio cuenta de que cuando Wallace comenzaba a jadear, caminar nervioso y levantar una pata, era una señal de que debía prepararse para descansar antes de que ocurriera la convulsión.
Pero las “habilidades” de Wallace no se limitan solo a ayudar a su dueña. En su trabajo como perro de terapia, Wallace tiene la capacidad de percibir cuando alguien está pasando por un momento emocional difícil. A veces, se acerca a personas que parecen tristes o nerviosas, ofreciéndoles consuelo sin que nadie le haya pedido ayuda. Allison comenta que Wallace puede detectar la necesidad de apoyo incluso antes de que las personas lo reconozcan.
La dedicación de Wallace ha sido reconocida por el AKC Humane Fund, que le otorgó el Premio 2024 por su trabajo como perro de terapia. Este premio celebra su esfuerzo por hacer la diferencia en la vida de las personas, desde estudiantes hasta pacientes en hospitales y personas en programas militares.
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