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Estar pendiente de un perro, sacarlo, correr a defenderlo cuando otros lo quieren atacar y, en general, estar pendiente de él constantemente es la forma en que un humano se cerciora de que su mascota no corra peligro. Sin embargo, por cariño y apego, los perros también hacen lo mismo a su modo y bajo sus capacidades, lo que implica que no se preocupan por una casa o estructura, sino por las personas que conforman su hogar.
Uno de los tantos lenguajes del amor, cuando se trata de una relación entre humano y perro, es la protección. Asegurarse de que el otro está bien es tan común, que en animales suscita unos comportamientos determinados que pueden ser leídos con claridad.
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Zooplus, un sitio web dedicado al bienestar animal que comparte conocimiento de expertos, asegura que cuando la mascota siente que hay una situación de riesgo, lo más común es que se ponga delante de su cuidador con el objetivo de asegurarlo.
Una conducta que también puede ser preocupante, ya que “el perro no te ve como un líder que tiene la situación bajo control. Motivo por el que te debes mostrar siempre con el jefe, es decir, que puede confiar en ti plenamente y que eres dueño de la situación”, dicen los expertos.
Pasando al plano de las emociones, que los perros sean un apoyo cuando hay tristeza, desilusión, entre otros problemas, es una forma de protección.
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Al respecto, el estudio ¿Puede tu perro leer tu mente?, indica: “Sabemos que los perros y los humanos sincronizan su comportamiento (los perros suelen imitar los movimientos naturales de sus dueños), por lo que el hecho de que se sincronicen sus emociones no es sorprendente”, dice Monique Udell, una científica del comportamiento animal. “Los perros nos observan muy de cerca, muchas de estas cosas se basan en cómo miramos y nuestro lenguaje corporal, pero también en los sonidos que hacemos y los olores que desprendemos”, añade.
Por ello, es muy probable que cuando el canino perciba en su dueño un estado de ánimo bajo, trate de sacarle una sonrisa, se acurruque debajo de sus pies esperando un cariño, un mimo o atención para alegrarlo un poco, como un acto de empatía, según Mis Animales.
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Sin importar cuál sea el motivo que lleve a su canino a tomar medidas para que se sienta mejor o esté seguro, tenga presente que ladridos, ataques a terceros, entre otros comportamientos extraños, podrían suponer dependencia y sobreprotección a un nivel que no es sano.
Por lo anterior, y si ve comportamientos raros en su canino, lo mejor es llevarlo a un veterinario para activar un tratamiento que haga que su perro conviva mejor con usted y el entorno que lo rodea.
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