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El próximo 23 de octubre, la reconocida marca de calzado Crocs lanzará al mercado sus primeros productos para mascotas, denominados Pets Crocs. Según la descripción en su página web, estos zapatos han sido creados en colaboración con la marca Bark y son “botas para perros de color marmoleado que brillan en la oscuridad”.
Los Pets Crocs vienen en tres tamaños distintos para adaptarse a diferentes razas de perros y cuentan con una “suela de agarre que proporciona mayor tracción”. Su precio de lanzamiento es de 50 dólares, lo que equivale aproximadamente a 215.000 pesos colombianos.
Este nuevo producto forma parte de una estrategia que varias marcas están implementando para acercarse a nuevos públicos y alinearse con los amantes de las mascotas. Recordemos también el caso de Dolce & Gabbana, que lanzó hace unos meses un perfume para perros. De este modo, distintas empresas que tradicionalmente se dedicaban a productos de uso humano están incursionando en el mercado de las mascotas, un sector que hoy tiene gran potencial.
Lea: Dolce & Gabbana lanza al mercado un perfume para perros: ¿cuánto cuesta?
Sin embargo, más allá de los colores, los diseños y la moda, surge una pregunta clave: ¿qué tan necesarios son los zapatos para los perros? La realidad es que este tipo de prenda fue creada para los humanos y el uso de zapatos de perro no resulta natural para ellos, y debería usarse solo en casos específicos.
La doctora Julie Buzby, veterinaria con 20 años de experiencia, menciona algunas verdades sobre su uso: lo primero, “los dedos de los pies de un perro contienen numerosos receptores propioceptivos, que envían información al cerebro sobre la posición espacial del cuerpo. Cuando las patas están cubiertas por botas o calcetines, esta información se altera”. Además, comenta que los zapatos interfieren con la capacidad natural de los perros para agarrarse al suelo con sus uñas y, peor aún, les impiden liberar calor por las patas, lo cual es crucial para su regulación térmica.
El uso de zapatos para perros solo está recomendado en situaciones específicas, como cuando el animal tiene alguna afección en la piel y el veterinario lo indica, o en casos extremos, donde el perro deba caminar sobre hielo o en zonas de calor extremo. De cualquier manera, si las condiciones son tan extremas, lo mejor es evitar sacar al perro al exterior.
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