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Hoy, 24 de abril, se conmemora el Día Internacional del Perro Guía. Estos animales, también conocidos como lazarillos o caninos de asistencia, son entrenados para facilitar la movilidad de las personas ciegas o con una discapacidad visual grave. Gracias a su inteligencia, ellos pueden evitar obstáculos, aprenderse caminos, buscar puertas de acceso, encontrar asientos libres en transportes públicos y alertar a sus dueños sobre la presencia de andenes, escaleras o desniveles en el pavimento.
Es por eso que, en esta fecha especial, no solo se pretende divulgar la existencia de estos perros, sino que también se busca reconocer su invaluable contribución a la vida de muchas personas en todo el mundo.
De hecho, para Juan Carlos Guerrero, instructor profesional de perros guía de la Asociación Colombiana de Perros de Asistencia (APAC) y director de la Fundación Luz en el Sendero, los perros guía son mucho más que los ojos de sus usuarios. Estos animales ayudan a sus dueños de una manera profunda: les ofrecen seguridad, autonomía, confianza y una compañía incondicional. Además, mejoran su bienestar general y los hacen personas más sociables.
Debido a todas estas razones, es muy normal que muchas personas sientan un profundo respeto y admiración por la labor que estos caninos realizan. Incluso, puede que algunos se lleguen a preguntar si es posible adoptar y darle un hogar amoroso a uno de estos seres que por varios han servido noblemente a quienes más lo necesitan.
Ante esto, Juan Carlos expresa que, la mayoría de las veces, cuando los perros se jubilan, son los propios usuarios los que se quedan con ellos, ya que el vínculo que establecen con estos animales es muy fuerte. Si por algún motivo ellos no pueden quedárselos, los caninos regresan a la fundación a vivir su vejez con tranquilidad.
“Un perro guía no se adopta como si fuera un animal rescatado de la calle que ha vivido situaciones complicadas. Estos caninos son entrenados por un profesional y después son adquiridos por algún usuario que lo necesite. Todos los usuarios tienen la opción de conservar a su perrito cuando este se jubila. La vida útil de ellos es relativa, pero podrían ser 8, 9, 10 años. Con el tiempo comienzan a presentar cierta dificultad al caminar y toca tomar la decisión de retirarlos. El tema emocional siempre es duro. Hace parte de la preparación que el usuario tengan absoluta conciencia de que el perro no va a durar para siempre”, dice el experto.
Aunque no hay cifras oficiales, Guerrero asegura que en Colombia hay aproximadamente 300 perros guía, siendo Bogotá la ciudad que posee la mayor cantidad de ejemplares, con 150 más o menos. Estos números son bastante reducidos, teniendo en cuenta el total de personas con discapacidad visual en el país.
Según cifras del Centro de Rehabilitación para Adultos Ciegos (CRAC), Colombia tiene cerca de 2 millones de personas con discapacidad visual. De igual manera, el Instituto Nacional para Ciegos (INCI) informa que en Bogotá alrededor de 300 mil personas tienen discapacidad visual. De ellos, al menos 120 mil son hombres y 170 mil mujeres.